?D¨®nde se bebe el vino espa?ol?

Antes de nada, una pregunta de dif¨ªcil respuesta: ?C¨®mo es posible que con una historia y cultura vitivin¨ªcola similar a la espa?ola, Francia e Italia dupliquen con creces el consumo per c¨¢pita de Espa?a? ?Puede mantenerse un sector de tanta importancia estrat¨¦gica si tiene que exportar casi la mitad de su producci¨®n a unos mercados cada vez m¨¢s competitivos? Espa?a es la primera productora vitivin¨ªcola del mundo, con la mayor extensi¨®n de vi?edo (algo m¨¢s de un mill¨®n de hect¨¢reas). Su producci¨®n de vino, en los ¨²ltimos a?os, ronda los 44 millones de hect¨®litros, por encima de Francia e Italia. A esto se une el hecho de que la calidad de los vinos espa?oles alcanza el nivel de los mejores, superando pasadas ¨¦pocas de dorada median¨ªa. As¨ª que, o se exporta el vino o lo quemamos (destilado para la obtenci¨®n de alcohol). Sin embargo, el salvavidas de la exportaci¨®n tiene sus inconvenientes.

La buena noticia es que, pese a la ca¨ªda generalizada en Europa, el consumo mundial de vino fue de 243 millones de hectolitros en 2104, seg¨²n datos de la OIV (Organizaci¨®n Internacional de la Vi?a y el Vino), con un ligero aumento con respecto al a?o anterior, y que en 2016 se estima que podr¨ªa superar los 34.000 millones de botellas. Un mercado en alza siempre es una buena noticia cuando sobra vino para vender. La buena marcha de las importaciones de pa¨ªses como China y Estados Unidos est¨¢ tirando del consumo. Sobre todo EE UU, que es en estos momentos el principal motor de crecimiento del sector, tanto en volumen como en valor. En cuanto a China, ya es el quinto consumidor mundial de vino, con un total de 1.900 millones de botellas, de las cuales 660 millones son importadas.

Francia encabeza el r¨¢nking mundial de venta de vino con el 19% del mercado global, seguida de Italia

Lo l¨®gico es pensar que el consumo en estos pa¨ªses, y otros emergentes, como India y Brasil, junto a pa¨ªses elaboradores pero de bajo consumo hasta ahora, como Australia, Nueva Zelanda y Sud¨¢frica, junto a los ya consolidados como Jap¨®n, propicien un aumento continuado de vino, compensando as¨ª cierto estancamiento de mercados tradicionales como Inglaterra, Alemania, Suiza, B¨¦lgica o Dinamarca.

Es decir, campo para vender existe y la crisis ha obligado a muchas bodegas a salir al extranjero. Y ah¨ª se encuentran con la dura competencia de Francia, que encabeza el r¨¢nking mundial, con el 19% del mercado global, seguida de Italia. Los 2.518 millones de euros que ahora factura el sector espa?ol est¨¢n muy lejos de los 7.834 millones de euros de Francia y de los 5.155 millones de Italia. Competir, por tanto, se convierte en una obligaci¨®n. Pero ?a qu¨¦ precio? Veamos los datos:

Espa?a exporta en la actualidad unos 2.518 millones de litros de vino, casi el doble que hace diez a?os. Sin embargo, m¨¢s del 40% son vinos a granel, 60% de los cuales van a Francia e Italia. Espa?a vende vino a pa¨ªses que se aprovechan del bajo precio (1,05 euros por litro de media, muy lejos de los 5,37 euros por litro de media de Francia) para obtener beneficios despach¨¢ndolo como si fuera suyo.

Espa?a exporta unos 2.518 millones de litros de vino, casi el doble que hace diez a?os. Sin embargo, m¨¢s del 40% son vinos a granel

El bajo nivel de los precios espa?oles queda patente si los comparamos con pa¨ªses como Nueva Zelanda (4,36 euros/litro), Portugal (2,55 euros/litro), Alemania (2,51 euros/litro), Italia (2,50 euros/litro), Argentina ( (2,38 euros/litro) EE.UU. (2,37 euros/litro), Chile (1,74 euros/litro) Australia (1,73 euros/litro), o Sud¨¢frica (1,74 euros/litro). Ante este panorama, no tiene sentido decir que se empieza a salir de la crisis gracias a la exportaciones. La realidad es que Espa?a vuelve a ser un pa¨ªs granelista en los mercados internacionales. De manera que, pese a exportar casi la mitad del vino elaborado, la facturaci¨®n sigue siendo muy baja en comparaci¨®n con pa¨ªses como Francia o Italia.

Hay, sin embargo, margen para la esperanza. Por ejemplo, de junio de 2014 a junio de 2015 se ha experimentado un aumento del 2,9% en valor y del 21,4% en volumen. Claro que el correlato es la continua bajada de precios. Un c¨ªrculo vicioso que se deber¨ªa romper con una pol¨ªtica estatal de promoci¨®n m¨¢s ambiciosa y mejor orientada.

En cuanto al destino de las exportaciones de vino espa?ol, EE UU es el preferido por casi el 40% de la bodegas espa?olas. Canad¨¢, Rusia y China son los mercados que m¨¢s han crecido ¨²ltimamente. Los grandes vinos de calidad, las firmas conocidas, est¨¢n funcionando bien a costa de crear segundas marcas m¨¢s baratas que en la crisis global se admiten mejor, ya que, pese a aumentar el consumo mundial del vino, los compradores internacionales solo est¨¢n dispuestos a pagar un precio ajustado a la calidad cuando la imagen del pa¨ªs lo justifica. En caso contrario, buscan el menor precio.

Y mientras cae el consumo en Espa?a, la oferta de vinos de calidad se ha disparado, pero es dificl encontrar un hueco en los mercados internacionales pese a las buenas puntuaciones de los cr¨ªticos m¨¢s solventes. Es un problema de imagen de pa¨ªs que las bodegas, individualmente, no pueden corregir. De ah¨ª que algunas bodegas, algunas prestigiosas, tengan que recurrir a crear segundas y terceras marcas, m¨¢s baratas que lo que se venden en Espa?a, a veces cambiando simplemente la etiqueta.