One Shot Recoletos 04, encanto madrile?o

Artes pl¨¢sticas y fotograf¨ªa, estampaci¨®n e interiorismo son las se?as de identidad que el empresario Felipe Mendieta y sus socios sevillanos han imprimido a su cadena hotelera One Shot, cuyo horizonte de aperturas salta de la Pen¨ªnsula a Londres y m¨¢s all¨¢ tras el ¨¦xito logrado en el barrio madrile?o de las Letras con su primer establecimiento, el One Shot Prado 23.

Unos metros m¨¢s ac¨¢, en el m¨¢s burgu¨¦s barrio de Salamanca, Mendieta y los suyos han inaugurado otro proyecto art¨ªstico hotelero sobre una fachada cl¨¢sica de 1897 en ladrillo rojo con dinteles de mortero y rejer¨ªa de forja. Galones suficientes para liberarse de las molduras en el interior y aplicar la racionalidad del dise?o escandinavo en sus espacios y en el mobiliario, la desnudez ambiental precisa para que luzca con aura propia el arte aqu¨ª expuesto.

Como es habitual en los hoteles One Shot (cuenta con otros dos en Valencia), el comedor solo ofrece desayunos y un picoteo funcional. Pero la panoplia de servicios es larga y atractiva para la clientela de hoy: recogida en el aeropuerto, wifi gratuita en todas las instalaciones, una app de gu¨ªa tur¨ªstica, gesti¨®n de entradas a los museos y alquiler de bicicleta el¨¦ctrica para recorrer sin esfuerzo la ciudad. A 50 metros existe un garaje p¨²blico concertado con el hotel.

Desde el portal se vislumbra el rigor finisecular del edificio, matizado por la decoraci¨®n sensorial de Las 2 Mercedes (Mercedes Valdenebro y Mercedes Peralta), capaces de insertar un mobiliario de firma (Vitra, Kartell, Patricia Urquiola) en un entramado noble de suelos hidr¨¢ulicos, molduras cl¨¢sicas, techos altos y puertas de colores. Preside este escenario la escalera de forja original, respaldada por z¨®calos azules y obra gr¨¢fica de diversos autores. Como colof¨®n, el patio aparece garabateado con el spray on¨ªrico del grafitero El Javi.

Las habitaciones siguen este discurso vintage con m¨¢s aciertos que errores. Algunas esconden tras un muro exento la famosa ba?era Krion de Porcelanosa. Otras acomodan a la vista la butaca Nub de Urquiola. Pero lo mejor es el envoltorio marm¨®reo de la ducha, culminada por una lluvia fina de 40 cent¨ªmetros de ancho que invita a prolongar la abluci¨®n matinal en las habitaciones deluxe premium.

Condici¨®n sine qua non de una estancia provechosa es cruzar la calle para admirar, desde m¨²ltiples perspectivas, la pulcritud y encanto decimon¨®nicos del edificio proyectado por el arquitecto Manuel An¨ªbal ?lvarez, autor tambi¨¦n del cercano colegio del Pilar.