Qu¨¦ ver en Islandia, tierra ind¨®mita

Tal vez sea por sus cientos de cascadas, sus imponentes volcanes o sus inmensos glaciares. Acaso se deba a la ebullici¨®n cultural que se vive en Reikiavik, la ciudad de la marcha eterna bajo el sol de medianoche. O quiz¨¢ llame la atenci¨®n por los paisajes volc¨¢nicos, helados, sorprendentes, que podemos ver en la serie Juego de tronos: la cueva de lava de Grjotagja es donde Jon Snow duerme con Ygritte, mientras que los salvajes acampan junto al cercano lago Myvatn en la tercera temporada.

Islandia est¨¢ de moda y el verano es el momento para visitarla. De junio a septiembre las temperaturas se vuelven agradables, se celebran festivales de m¨²sica y cine, abren las carreteras, los pueblos se desperezan y se pueden recorrer a pie sus infinitas rutas naturales. Adem¨¢s, ya no hay excusa para no viajar a la isla de hielo y fuego: se consiguen vuelos directos baratos (desde 200 euros ida y vuelta) que enlazan la capital islandesa con varios destinos tur¨ªsticos espa?oles como Barcelona, Alicante, Gran Canaria, M¨¢laga y Palma. Stephen Markley tiene raz¨®n en su libro sobre Islandia: ¡°El problema de dar la vuelta a la isla en coche es que cada cinco malditos minutos te enfrentas a visiones de la naturaleza que te enriquecen el alma, te cortan la respiraci¨®n y te reafirman en la vida. Te quedas totalmente exhausto¡±.

Muchos de los vuelos aterrizan en el aeropuerto de Keflavik por la noche. El turista se sorprende a su llegada de la luz que desprende ese sol que no se quiere poner nunca. Estamos a poca distancia del Polo Norte. La fascinaci¨®n que despierta este pa¨ªs viene de largo: Julio Verne situ¨® en un volc¨¢n de Snaefells, una pen¨ªnsula al Este, la entrada de su Viaje al centro de la Tierra, y Jorge Luis Borges viaj¨® tres veces hasta aqu¨ª enamorado de las sagas de los primeros pobladores vikingos, escritas en los siglos XII y XIII. El island¨¦s que se habla hoy es muy similar a aquel idioma, por eso Borges lo consideraba el lat¨ªn del norte.

Reikiavik se mueve

Es sorprendente que una ciudad de 210.00 habitantes (una poblaci¨®n similar a M¨®stoles) acoja tantos festivales culturales: en junio se celebr¨® Secret Solstice, y del 10 al 14 de agosto se puede asistir al festival de jazz. Del 2 al 7 de agosto le toca el turno al Orgullo Gay y el 20 de agosto a la Noche de la cultura. Y todav¨ªa queda el Festival Internacional de Cine de Reikiavik, del 29 de septiembre a 9 de octubre y, en febrero, el S¨®nar. ¡°El festival de cine es todo un acontecimiento cultural en la capital, el a?o pasado tuvimos 31.500 asistentes, lo que significa casi el 10% del pa¨ªs [331.000 habitantes]¡±, explica su directora, Hr?nn Marin¨®sd¨®ttir. La islandesa nos ofrece dos pistas de su ciudad: una es contemplar el mar desde la calle Aegissida, en el centro; la otra es comer en 3 Frakkar, en la calle Baldursgata, un restaurante donde degustar platos t¨ªpicos, desde cordero a pescado y de ballena a frailecillo. ¡°Y no te puedes ir de la ciudad sin probar el Klen?t, un pastel frito¡±, a?ade.

En el centro de la ciudad destaca la figura esbelta, geom¨¦trica y luminosa del Harpa, un centro de conciertos y conferencias, proyectado por el arquitecto Henning Larsen y el artista Olafur Eliasson, inaugurado en 2011 y que recibi¨® el premio Mies van der Rohe de arquitectura. ¡°Todo el entorno se ha renovado y ha quedado precioso. Adem¨¢s, muy cerca est¨¢ el puerto, que se ha convertido en la nueva zona de moda, con muchos locales para escuchar m¨²sica en directo¡±, cuenta la periodista Alda Olafsson, espa?ola de padre island¨¦s. Nunca falta quien act¨²e en ellos, ya que en la isla hay centenares de peque?as bandas. No en vano del pa¨ªs proceden la cantante Bj?rk y grupos como Sigur R¨®s o FM Belfast.

¡°Una de las experiencias que no debes perderte son las piscinas p¨²blicas, todas con agua caliente. Suelen estar al aire libre, son baratas y un buen lugar para socializar con los islandeses¡±, apunta Throstur Helgason, director del canal 1 de la radio p¨²blica islandesa. Hay varias en Reikiavik, y muchos pueblos tienen tambi¨¦n la suya. Los turistas suelen optar por ba?arse en la Laguna Azul, que permite remojarse al aire libre en agua caliente contemplando el curioso paisaje industrial de una planta geot¨¦rmica. Menos conocidos pero igual de interesantes son los ba?os naturales de Myvatn, cerca del lago del mismo nombre, en el norte.

Clase de geolog¨ªa

¡°Islandia es una aut¨¦ntica clase de geolog¨ªa. All¨ª se entiende la tect¨®nica de placas y es el para¨ªso para estudiar volcanes y glaciares. La isla se ha formado por la erupci¨®n de miles de volcanes y 18 de ellos siguen activos¡±, dice Eumenio Ancochea, catedr¨¢tico de Petrolog¨ªa y especialista en vulcanismo de la Universidad Complutense de Madrid. Un lugar recomendable para entender estas palabras es Namafjall Hverir, un campo geol¨®gico cercano al lago Myvatn. Si es que el mitol¨®gico Hades existe, podr¨ªa parecerse a este enclave: agua hirviendo en agujeros en el suelo, densas nubes de humo con fuerte olor a azufre surgiendo de la tierra, y todo en medio de un paraje inh¨®spito y des¨¦rtico, sin un solo ¨¢rbol. Las aguas, grises, parecen sacadas de un campo lunar. La cercana monta?a tambi¨¦n humea. En otro punto, una gran columna de humo a presi¨®n sale de un mont¨®n de piedras. Es una fumarola. Nada te prepara para ver gemir as¨ª a la tierra. Otro campo geol¨®gico similar se encuentra en Hvelavellir, a medio camino de la ruta F35.

Una de las grandes sorpresas en el C¨ªrculo de Oro es Geysir, el g¨¦iser que da nombre a todos los g¨¦iseres del mundo. Hoy es dif¨ªcil verlo expulsar agua (ha habido ¨¦pocas en las que ha estado inactivo durante a?os). Por suerte, a su lado est¨¢ el g¨¦iser Strokkur, un fen¨®meno sorprendente: el surgimiento de agua hirviendo desde el fondo de la tierra. Los ansiosos visitantes se congregan alrededor de la zona acordonada. En el centro, un gran agujero lleno de agua humeante. De pronto, en el agujero se forma una burbuja gigante y ?fush! un chorro de agua sube 20 metros con una potencia incre¨ªble. ?Oh! El grito de los turistas es un¨¢nime. El viento desplaza el agua, que cae a gotas sobre la gente. Lo imposible ocurre cada seis minutos. El escritor island¨¦s Hermann Stef¨¢nsson nos da otra pista: ¡°cerca del g¨¦iser hay un bosque precioso, Haukadalur, al que se puede ir andando. Es un sitio ideal para hacer un picnic viendo la naturaleza, y casi ning¨²n turista lo conoce¡±.

Muy cerca, Gulfoss, una cascada inmensa, que se desparrama en varios niveles y desborda las expectativas. El estruendo de un r¨ªo que cae en una cascada que son muchas a la vez. Se vuelve verdaderamente ¨²nica cuando sale el sol y dibuja un arco¨ªris perfecto sobre ella. Una visi¨®n sublime. Tras Gulfoss y el g¨¦iser, la tercera parada del C¨ªrculo de Oro es Pingvellir, donde puede verse la gigantesca falla formada por la separaci¨®n de las dorsales oce¨¢nicas de Europa y Am¨¦rica. Es el lugar donde se rompe el mundo. Adem¨¢s, Pingvellir (¡°campos del Parlamento¡±, en island¨¦s) es un lugar que rezuma historia, pues en esta zona se reun¨ªa, remont¨¢ndonos al a?o 930, uno de los primeros Parlamentos del mundo.

¡°Toda la isla es un espect¨¢culo geol¨®gico y la mezcla de volcanes y glaciares le proporciona una belleza ¨²nica¡±, explica Ancochea. Uno de estos volcanes es el Hekla, que sigue activo y erupciona cada diez a?os. La cumbre est¨¢ siempre cubierta de nubes, de donde proviene su nombre, ¡°el encapuchado¡±, y el paisaje que lo rodea mezcla cumbres nevadas con suelo negro volc¨¢nico. Otro volc¨¢n que no hay que perderse es el Askja, aunque para llegar a ¨¦l hace falta conducir cuatro horas por un camino pedregoso que atraviesa dos r¨ªos. El premio no es menor: el inmenso cr¨¢ter permite caminar por su interior para admirar un precioso lago con playas de hielo que refleja de forma fascinante las monta?as que forman el cr¨¢ter. Se pueden pasar horas viendo las nubes reflej¨¢ndose en las tranquilas aguas. Junto a ese lago, una laguna con agua color turquesa templada por la energ¨ªa geot¨¦rmica.

El camino hacia esta joya natural ofrece adem¨¢s una vista de Herdubreid, la monta?a m¨¢s caracter¨ªstica del pa¨ªs: parece un pastel de chocolate con nata por encima.

Senderismo

Islandia es un pa¨ªs perfecto para caminar por la naturaleza, y una de las rutas m¨¢s populares es la que va de Landmannalaugar a Porsmork. Dura cinco d¨ªas, aunque solo con hacer la primera etapa ya se puede ver un camino de piedras volc¨¢nicas rodeado de monta?as de colores imposibles. La nieve comparte espacio con laderas humeantes, mientras cambia la tonalidad de las monta?as del marr¨®n al amarillo y del verde al negro de la lava. Cerca del inicio est¨¢ Ljotipollur (¡°el charco feo¡±), una laguna volc¨¢nica en la que los tonos rojos y ocres del cr¨¢ter contrastan con el azul intenso del agua.

Otro sendero imprescindible es el de Skaftafell, que arranca en un campin y llega hasta el impresionante glaciar Vatnaj?kull, el parque nacional m¨¢s grande de Europa y tambi¨¦n escenario de Juego de Tronos. La ruta, de 17 kil¨®metros y entre cinco y seis horas de caminata, pasa por la catarata Svartifoss, que cae entre paredes de basalto de un negro intens¨ªsimo, y por unas monta?as preciosas. Luego se llega a una lengua glaciar de enormes dimensiones. Es un blanco absoluto, inagotable, como si a un gigante de hielo se le hubiera derramado el salero. La lengua desemboca en una peque?a laguna glaciar en la que flotan los icebergs, como barquitos blancos. A 40 minutos en coche se encuentra Jokursarlon, un enorme lago glaciar que merece una parada. Los icebergs desprendidos de la mole helada flotan en el agua mientras las focas juguetean entre el hielo. Ha sido escenario de cine: aqu¨ª se rodaron escenas de Tomb raider, con Angelina Jolie, y de Muere otro d¨ªa, de la serie de James Bond.

Tambi¨¦n hay que caminar para ver algunas de las cascadas m¨¢s impresionantes del mundo, como la de Hengifoss, un salto de agua de 120 metros de altura que cae sobre un escenario rojo y negro, infernal, o la de Haifoss, una joya solitaria y majestuosa. Para admirar desde arriba la famosa catarata Skogafoss, de fuerza desbordante, hay que subir 400 escalones, mientras que el salto de agua Glymur va precedido de otro sendero escarpado. No hay que perderse Dettifoss, un aut¨¦ntico torrente de agua, y Godafoss, a cuyo encuentro se pasa por un precioso campo de lava. Y es que en Islandia los paisajes incre¨ªbles est¨¢n por todas partes.

Ballenas a la vista

La isla es uno de los mejores lugares del mundo para ver ballenas. De mayo a septiembre llegan a fiordos y bah¨ªas para alimentarse. La experiencia de montarse en un barco y navegar junto a estos gigantescos cet¨¢ceos es una experiencia inolvidable. El primer avistamiento es un acontecimiento. ?Oh! Saltan los flashes. Los turistas contienen la respiraci¨®n. ?Otra ballena! Es dif¨ªcil transmitir la emoci¨®n profunda de estar al lado de estos animales esbeltos, majestuosos. Una de ellas suelta un chorro de aire que se eleva dos metros por encima del agua. Luego aparece el lomo y vuelve a sumergirse con un golpe de cola. Los mejores lugares para verlas son Husavik y Akureyri, al norte. A veces tambi¨¦n se ven en la bah¨ªa de Reikiavik. En Husavik hay un Museo de la Ballena que contiene el esqueleto de 25 metros de una enorme ballena azul.

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