Aventuras sobre una tabla
Olas Haw¨¢i, dunas de arena en Dub¨¢i o una verde ladera en Inglaterra. Nuevas formas de disfrutar el verano con una plancha bajo los pies
Bodyboard, sandboard, skateboard, kiteboard¡ ?Qu¨¦ tienen en com¨²n? Una simple tabla (con o sin ruedas) bajo los pies. Si le a?adimos gravedad, desnivel o viento ya podemos disfrutar de alguno de los nuevos deportes de acci¨®n que marcan tendencia en la actualidad. Desde las tablas de surf o los monopatines m¨¢s convencionales hasta las nuevas versiones surferas que aprovechan el viento o las dunas de arena para subirse a una tabla, deslizarse y ?soltar adrenalina!
¡®Bodyboard¡¯ en Hawai
El bodyboard actual ¨Ccon una tabla ancha de 2 metros de largo- se puli¨® sobre las olas de Hawai y es m¨¢s popular que nunca. Al contrario que la convencional tabla de surf, la de body se lleva bajo la tripa, en plano. Lo que el bodyboard pierde en credibilidad ante los surfistas de toda vida lo gana en manejo, gracias a las aletas peque?as y gruesas de la tabla. Trucos, giros y volteretas forman parte de la diversi¨®n, y la especialidad cuenta ya con una evento mundial de profesionales que gira por Sud¨¢frica, Brasil y Australia.
De vuelta en O¡¯ahu (Hawai), las olas de entre uno y dos metros de Waikiki son perfectas para que los novatos practiquen este arte ancestral. El aeropuerto de Honolulu est¨¢ a 12 kil¨®metros de Waikiki y hay docenas de tiendas donde alquilar una tabla; incluso los supermercados las venden baratas.
California, reino del ¡®skate¡¯
Por todo el mundo hay lugares geniales para patinar, pero California, tierra natal de Tony Hawk, referencia imprescindible para todos los patinadores del mundo, re¨²ne una cantidad excepcional de parques especializados. Con seis half pipes de cemento y varios fulll pipes, el Lake Cunningham Regional Skate Park, en San Jos¨¦, es uno de los m¨¢s grandes del estado; acoge campamentos dedicados al pat¨ªn y al BMX, donde los j¨®venes skaters pulen sus trucos. Destaca el extremo de la pista, pues recrea en cemento uno de los rompeolas de la costa. El parque lo dise?¨® la empresa California Skateparks que, entre otros dise?os, se encarg¨® de modelar tambi¨¦n el parque personal del se?or Hawk (no abierto al p¨²blico).
En Espa?a existen cada vez m¨¢s parques dedicados al monopat¨ªn (skateparks) en Madrid, Barcelona, Sevilla, Bilbao, Miranda de Ebro, Chiclana, Oviedo, Fuengirola, Noja o, por ejemplo, M¨®stoles.
En pie con el remo en alto
El Stand-Up Paddleboard (SUP) consiste en ponerse de pie sobre una gran tabla de surf y remar relajadamente. Se hizo muy popular durante la d¨¦cada del a?o 2000 ¨Ccon medios especializados incluidos¨C pues conformaba un deporte acu¨¢tico de f¨¢cil acceso; casi para todos los p¨²blicos. En realidad, su origen es polinesio, como un mero sistema de desplazamiento remo en mano. La diferencia con el surf es que en el SUP no se necesitan olas y, de hecho, se ha extendido a lagos, r¨ªos, puertos mar¨ªtimos... o, por qu¨¦ no, mar abierto.
Como deporte, fue revitalizado por iconos del surf como Laird Hamilton , adem¨¢s, no es necesario viajar hasta mecas como Haw¨¢i o California para practicarlo. Con Wisconsin vale.
Este estado del norte de Estados Unidos, famoso por sus quesos y sus cervezas, se encuentra en la puerta de entrada a los Grandes Lagos. Ofrece aguas tranquilas y paisajes atractivos en lagos como el Monona, cerca de la ciudad universitaria de Madison. Los novatos necesitan una tabla larga y ancha, y un remo que supere en unos 20 cent¨ªmetros su propia estatura. El d¨ªa podr¨¢ culminarse con una cerveza artesanal de Milwaukee.
Para planificar este nuevo pasatiempo, en www.visitmadison.com se pueden consultar sitios de alquiler de tablas. Si no podemos ir tan lejos, con un buen lago o pantano de los nuestros vale.
¡®Sandboard¡¯ en Dubai
Cuando los expatriados en Dubai, aburridos, buscaban ocupar sus fines de semana con algo m¨¢s que almuerzos y champ¨¢n, no tuvieron m¨¢s que subirse a las dunas ¨Cde entre 200 y 300 metros de altura¨C que rodean la ciudad, engancharse una tabla de snowboard y dejar que la gravedad actuase. El pasatiempo se ha perfeccionado y ahora se venden tablas especiales de sandboard, y los operadores tur¨ªsticos organizan salidas en todoterreno para los m¨¢s aventureros hasta estas cimas de color canela. Big Red (Al Hamar entre los lugare?os) es la m¨¢s famosa, pero los gu¨ªas independientes van a dunas menos concurridas. En los Emiratos ?rabes Unidos el dinero abunda casi tanto como la arena, as¨ª que la ciudad compr¨® una alternativa sin sol: una pista interior de esqu¨ª en un centro comercial (pero eso es otra historia).
El operador local Arabian Adventures ofrece safaris de sandboard.
¡®Wakeboard¡¯ en Australia
No solo se necesita la tabla ¨Cdel tama?o de una de planchar, aunque esta no sirve como sustituta¨C, sino tambi¨¦n a un amigo con lancha y un trozo de cable: mientras la lancha remolca al aventurero, este podr¨¢ hacer piruetas siguiendo su estela. Ayuda estar en un espacio destinado al wakeboard (cablesk¨ª), como el Stoney Park, al norte de S¨ªdney, en la soleada Nueva Gales del Sur. ?A la calle a coger viento!
Se pueden reservar clases y alojamiento en la web del parque y llevar a un ¡°ojeador¡± a bordo permite al piloto centrarse en dirigir la lancha. En Espa?a tambi¨¦n se practica en muchos sitios, sin ir m¨¢s lejos, en Barcelona, Madrid o Sevilla.
Windsurf con y sin tr¨®pico
El windsurf naci¨® en los Estados Unidos en los a?os 60 del siglo pasado pero lejos de sus costas oce¨¢nicas: sobre las aguas de un lago en el estado de Pensilvania. Desde ah¨ª salt¨® al resto del mundo y en 1984 ya era deporte ol¨ªmpico. Se puede practicar en muchos rincones del mundo porque solo se necesita aguas limpias y claras, sol, buen viento y, en la costa, un micromundo dedicado a este deporte. En el Caribe, por ejemplo, se encuentran buenas condiciones en islas como Bonaire, Aruba o Cura?ao, con playas estupendas, brisas magn¨ªficas y menor riesgo de sufrir de las fuertes tormentas de la zona. Una prueba de que se puede practicar en todo el planeta es que en Gran Breta?a, donde quiz¨¢ no haya grandes rompeolas, s¨ª cuentan con r¨¢pidos espacios acu¨¢ticos para el windsurf, como West Wittering, en la costa sur, una playa en la desembocadura del puerto de Chichester donde llega el viento canalizado por el estrecho de Solent. Quiz¨¢ Keith Richards, el guitarrista de los Rolling Stones, residente en la zona, se haya atrevido con las olas vestido de neopreno, pero es poco probable.
En la Pen¨ªnsula tenemos un verdadero para¨ªso para windsurfistas, Tarifa, pero tambi¨¦n hay buenas zonas (y viento) en Fuerteventura o en la portuguesa playa del Guincho, donde adem¨¢s encontraremos comunidades de fan¨¢ticos de este deporte.
Tarifa, templo del ¡®kite'
El kiteboard (o kitesurf) es el hermano peque?o (y presumido) del windsurf, al que le ha robado mucho viento en las ¨²ltimas d¨¦cadas: con r¨¢fagas menos intensas se le saca m¨¢s partido a la cometa que a la vela. El kite es una modalidad m¨¢s moderna y, f¨ªsicamente, m¨¢s exigente; manejar una cometa entre r¨¢fagas de viento en un mar picado no es para principiantes. La mayor¨ªa empieza a practicar en tierra con cometas peque?as. Para probar, conviene ir a Tarifa, en C¨¢diz, donde la oferta de escuelas de kitesurf es muy amplia. Aqu¨ª, el viento se canaliza por el estrecho de Gibraltar, donde Europa y el norte de ?frica casi se tocan, y el verano es la ¨¦poca con las mejores r¨¢fagas, aunque las condiciones son buenas todo el a?o.
¡®Mountainboard¡¯ en Reino Unido
La necesidad es la madre de la invenci¨®n. A principios de la d¨¦cada de 1990, ante el excedente de colinas onduladas y verdes praderas, y la escasez de nieve, los amantes de la adrenalina en Reino Unido decidieron instalar ruedas s¨®lidas a unas tablas largas y lanzarse ladera abajo: hab¨ªa nacido el mountainboard. Las tablas originales, hechas por la empresa noSno, usaban las sujeciones de las tablas de snowboard y ten¨ªan un freno manual, pero se ha perfeccionado y son verdaderas muestras de alta tecnolog¨ªa. Los ¨²ltimos modelos miden un metro de largo, con ruedas de 20 cent¨ªmetros.
En el Reino Unido hay 15 centros de mountainboard para principiantes ¨Cuno de los mejores est¨¢ en la zona rural de Herefordshire, en Ironsides Court Farm¨C y hasta un campeonato nacional.
¡®Splitboard¡¯, ingenio nip¨®n
Al despertar, antes de abrir los ojos, el cuerpo nota que ha nevado. Y mucho. De enero a marzo eso es lo que ocurre en el centro de esqu¨ª de Hakkoda-san, en la cima de Honshu , la isla principal de Jap¨®n. Impaciente por ir a la nieve, uno coge la tabla partida de splitboard y sale ah¨ª fuera. S¨ª, has le¨ªdo bien, una tabla partida, concretamente de snowboard. Se separa por el centro y cada mitad se usa como un esqu¨ª independiente. A?adiendo unas correas de sujeci¨®n se estar¨¢ listo para adentrarse en los campos enormes de Hakkoda-san. Y, cuando no encontremos por pendientes sin rutas abiertas, basta con unir de nuevo ambas partes y seguir desliz¨¢ndose. Como final del d¨ªa, nada mejor que un sake caliente en un onsen.
El splitboard tambi¨¦n ha dado el salto internacional y se practica en centros invernales de todo el mundo (en Pirineos, sin ir m¨¢s lejos), pero resulta m¨¢s ex¨®tico si se prueba sobre la nieve de Hakkoda-san, donde se origin¨® (y se pueden contratar gu¨ªas). Aomori es la ciudad m¨¢s cercana.
Planchado extremo
Una noche de 1997, en su casa, Phil Shaw decidi¨® que saldr¨ªa a escalar al d¨ªa siguiente pero una enorme monta?a de ropa para planchar amenazaba sus planes. As¨ª que decidi¨® que se la llevar¨ªa a la monta?a para plancharla mientras escalaba; as¨ª naci¨® el planchado extremo, un original deporte (por no decir exc¨¦ntrico), de esos que uno nunca cree que se le puedan haber ocurrido a alguien. Seg¨²n Shaw, su inventor, combina la emoci¨®n de un deporte extremo y la satisfacci¨®n de llevar la camisa bien planchada.
El planchado extremo se ha practicado en el Everest, en el monte Rushmore y en la autov¨ªa M1 de Gran Breta?a. En 2012, otro brit¨¢nico, Paul Roberts, corri¨® el Marathon des Sables (243 kil¨®metros y seis d¨ªas de duraci¨®n a trav¨¦s del desierto del Sahara, en Marruecos) con su tabla y su plancha. Termin¨® en el puesto 364 (de 860 corredores) y el reto inclu¨ªa ponerse al d¨ªa con la plancha al llegar a la meta cada jornada.
Esta disciplina deportiva toma elementos de diversas actividades extremas ¨Cescalada, buceo, paracaidismo¨C y, adem¨¢s, requiere de una tabla ligera y plegable, pero lo bastante grande como para encajar unos pantalones o una camisa de manga larga. Se puede presumir de poses frescas en la p¨¢gina en Facebook de Extreme Ironing.
Para terminar, un cl¨¢sico
De todos los deportes sobre tabla, el surf y el snowboard son los m¨¢s populares y universales. El segundo se puede practicar en cualquier pista de esqu¨ª del mundo (y fuera de ellas) durante la temporada invernal ¨Cen Espa?a tres buenas opciones son Sierra Nevada, Baqueira y Formigal?¨C, mientras que el surf cl¨¢sico de toda la vida exige, como m¨ªnimo, buenas olas. Hay algunos para¨ªsos surfistas imprescindibles donde se cogen, con mayor frecuencia, las olas so?adas: Teahupo¡¯o, en Tahit¨ª; la feroz ola Dungeons, cerca de Ciudad del Cabo; Puerto Escondido, en Oaxaca (M¨¦xico); el atronador rompiente de Jaws, en Maui (Hawai), o la cercana y gigante ola de Nazar¨¦, en Portugal. Hay pa¨ªses y destinos enteros considerados como para¨ªsos surfistas, como Costa Rica, Hawai, Australia o las costas de California.
M¨¢s informaci¨®n en www.lonelyplanet.es y en la gu¨ªa 1.000 aventuras ¨²nicas.
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