Los mejores sitios para bucear en Cuba

De La Habana a los cayos m¨¢s ex¨®ticos, la isla de Cuba proporciona 5.700 kil¨®metros de costa y un lugar para bucear en casi cada uno de ellos. Adem¨¢s hay que sumarle cerca de 4.200 islotes. El clima tropical y una temperatura media del agua de 26 grados la convierten en m¨¢s que propicia para sumergirse en cualquier ¨¦poca del a?o con licras o trajes de tan solo tres mil¨ªmetros de grosor.

Las caracter¨ªsticas subacu¨¢ticas aumentan sus atractivos: el borde de la plataforma marina est¨¢ rodeado de arrecifes coralinos en los que se pueden encontrar innumerables peces tropicales y crust¨¢ceos, esponjas y estrellas de mar, adem¨¢s de diferentes tipos de tortugas y mam¨ªferos como el manat¨ª o la vaca marina, en peligro de extinci¨®n.

Cuba cuenta con siete marinas internacionales y 39 centros internacionales de buceo. El precio var¨ªa seg¨²n la actividad, pero se puede hacer submarinismo a partir de unos 35 euros. Y recordar que uno no se puede sumergir nada m¨¢s bajar de un avi¨®n ni si se va a hacer un vuelo largo en menos de 24 horas. Estas normas evitan problemas deshidrataci¨®n o de descompresi¨®n.

De La Habana a cayo Coco

El principal punto de entrada de turistas en la isla es el aeropuerto de La Habana. Cerca existen tres zonas en las que sumergirse: la Marina Hemingway, Blue Reef y las playas del Este. En todos ellos hay clubes de buceo donde alquilar el material necesario e instructores que gu¨ªan a los aficionados hasta alguno de los 20 puntos donde realizar inmersiones de entre 5 y 35 metros de profundidad.

Hacia el este, las playas de Varadero tambi¨¦n son propicias para el buceo, pero siguiendo la ruta por la costa se encuentran los cayos Santa Mar¨ªa, Guillermo y Coco. Este ¨²ltimo cuenta con el aeropuerto internacional, por lo que se puede llegar en avi¨®n, pero tambi¨¦n en coche, ya que est¨¢ unido a la isla principal por un vial conocido como Pedrapl¨¦n.

Estos cayos son el Caribe en estado puro. A profundidades de entre 10 y 30 metros, peces end¨¦micos de tama?o medio como los sibalos, las palometas o las pacuales nadan junto a otros de mayor envergadura, como las barracudas. La visibilidad es excelente, hasta 20 metros. Uno de los lugares m¨¢s recomendados es La Jaula. Su atractivo reside en la presencia de gorgonias, corales cuyos cuerpos simulan ¨¢rboles esquel¨¦ticos, y esponjas de mar de colores.?

Santa Luc¨ªa

La presencia de tiburones de arrecife es habitual en toda la costa cubana, aunque seg¨²n la zona cambia la especie. En la playa de Santa Luc¨ªa, en la regi¨®n de Camag¨¹ey, abunda la variedad toro, que aunque no ataca al hombre s¨ª puede ser peligrosa ya que cazan donde hay personas. Llegan a medir m¨¢s de tres metros de largo. Esta zona es muy conocida entre los buzos ya que tiene el segundo arrecife de coral m¨¢s largo del mundo: mide 36 kil¨®metros. Esta gran extensi¨®n cuenta con unos 35 puntos de inmersi¨®n entre los que destaca Mortera, donde a unos 27 metros de profundidad descansa una antigua fortaleza espa?ola y un buque mercante del siglo XIX.

Guardalavaca

Con su barco lleg¨® Cristobal Col¨®n hasta la provincia de Holgu¨ªn en el siglo XV. Aqu¨ª se encuentra la playa de Guardalavaca, a 50 kil¨®metros de la ciudad que da nombre a la provincia. El centro de Buceo Eagle Ray oferta paseos submarinos por el Canal Viejo de las Bahamas de hasta 40 metros de profundidad. Sus aguas turquesas esconden una pared vertical, que oscila entre los 20 y 40 metros, donde crecen los corales negros. Este animal, habitual en la costa cubana, se confunde con una planta marina. Su recolecci¨®n est¨¢ limitada ya que se considera un coral semiprecioso que se utiliza como amuleto y joya.

Jardines de la Reina

Col¨®n dio nombre al archipi¨¦lago Jardines de la Reina, ya al sur de Cuba, formado por 250 islas v¨ªrgenes. En 1996 fueron declarados parque marino por el excepcional estado de conservaci¨®n de la flora y fauna marina. Su fondo, repleto de corales estrellados y desniveles, ha sido modelado a lo largo de miles de a?os de evoluci¨®n. A 17 metros de profundidad se erige el Farall¨®n, una monta?a atravesada por t¨²neles que concluyen en un fondo de arena blanca. Las cavernidades tienen unos tres metros de ancho por 10 de alto con aberturas que permiten la entrada de luz solar, un para¨ªso para los buceadores. Para llegar hasta aqu¨ª hay que tomar un barco en la ciudad de J¨²caro y el centro encargado de las inmersiones es Avalon.

De la pen¨ªnsula de Anc¨®n a Rancho Luna

De vuelta a la isla principal, tambi¨¦n se puede hacer submarinismo en Santiago de Cuba o en Trinidad. La ciudad, declarada patrimonio mundial, se encuentra a pocos kil¨®metros de la costa, donde crecen hasta 40 tipos de corales. En la pen¨ªnsula de Anc¨®n, donde se ubica el centro de buceo Cayo Blanco, los fondos marinos cuentan con protuberancias de hasta cinco metros de altura, t¨²neles y una impresionante pared que cae 200 metros, adem¨¢s de peces tropicales o abanicos de mar. Aficionados y profesionales tambi¨¦n pueden tirarse al agua en Guajimico, un nombre aborigen que vaticina lo que se van a encontrar: significa lugar de los peces. Por ¨²ltimo est¨¢ playa Rancho Luna. Varios barcos pesqueros han sido intencionalmente hundidos en esta zona para disfrute de los buzos, que ahora pueden observar como la vida florece a su alrededor. En la llamada leng¨¹eta del Faro, una plataforma subacu¨¢tica que cae cien metros, las gorgonias gigantes, de hasta dos metros de di¨¢metro, ningunean a los nadadores. Las aguas son id¨®neas para practicar la fotograf¨ªa submarina y en los meses de invierno el tibur¨®n ballena se deja ver por esta zona.

Bah¨ªa Cochinos

Hacia el oeste se se ubica Bah¨ªa Cochinos, que se hizo famosa cuando la CIA vio fracasar su intento de entrar en la isla por este canal en 1961. Es un lugar ¨®ptimo de buceo, repleto de peces j¨®venes gracias a que est¨¢ rodeado de manglares y plantas que protegen la bah¨ªa del envite del mar. Se puede realizar buceo desde tierra, sin necesidad de tomar una lancha. Sus puntos fuertes son un barco hundido, en Punta Perdiz, y una pared vertical muy cerca de la costa, tanto que desde tierra se observa el cambio del color del mar. Sin embargo, uno de los sitios m¨¢s apreciados para la inmersi¨®n se encuentra en tierra. Se trata de un cenote similar a los mexicanos llamado La cueva de los peces. El mar se cuela por t¨²neles subterr¨¢neos hasta esta cavidad inund¨¢ndola de peces de colores que se resguardan en las m¨²ltiples cuevas. Es un lugar id¨®neo para los amantes del espeleobuceo por la cantidad de estalactitas.

Cayo Largo

Frente a la bah¨ªa, aunque no es visible desde ella, se encuentra Cayo Largo del Sur. Esta zona se divide en tres: la m¨¢s cercana al cayo, donde se puede nadar sobre largas monta?as coralinas a una profundidad de entre 20 y 30 metros; la segunda, al oeste, donde los corales forman grandes laberintos que obligan a los peces a nadar en apretados bancos; y la ¨²ltima, al noreste, en la que las paredes caen desde los 15 a los 200 metros. Aqu¨ª las reinas son las esponjas tubulares cuyos colores contrastan con el coral negro.

Mar¨ªa La Gorda

Continuando con el viaje, Maria La Gorda, en Pinar del R¨ªo, es famosa entre los amantes del submarinismo de Am¨¦rica Latina por su excelente suelo. Tiene su origen en una cadena de tierra emergida que ha sido moldeada por las corrientes que llegan desde el golfo de M¨¦xico. El punto de inmersi¨®n est¨¢ en la pen¨ªnsula Guanahacabibes, reserva de la bioesfera desde hace m¨¢s de dos d¨¦cadas y que incluye naufragios del siglo XVIII. Los corales son visibles a partir de los cinco metros de profundidad, por lo que los que solo hacen snorkel tambi¨¦n podr¨¢n disfrutar de la naturaleza tropical. En los meses de mayo y junio la arena de las playas se llena de tortugas que acuden a construir sus nidos y en agosto y septiembre las ballenas se acercan a la costa.

Cayo Levisa

Casi completado el recorrido por la costa de Cuba aparece cayo Levisa. Es un lugar donde ver peces loro, cuyos reflejos cambian de color, entre otros peces tropicales. Pero su mayor particularidad reside en la presencia de trigonias, los f¨®siles vivientes m¨¢s antiguos de las Antillas. Son un tipo de molusco, de concha cerrada e irregular, a la que les sale una especie de minialeta. Recuerdan a una empanadilla. Su aparici¨®n se sit¨²a hace 245 millones de a?os.

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