El Camino de Santiago, en bici
Una aventura deportiva y familiar en bicicleta. Cada d¨ªa, el GPS marca los kil¨®metros recorridos y el desnivel superado. El equipaje va en coche y, al final de la etapa, una cerveza bien fr¨ªa
El viaje: 770 kil¨®metros en 12 d¨ªas. Esa es la distancia entre Roncesvalles y Santiago de Compostela que marca al llegar a la meta el GPS. El plan es recorrer el Camino Franc¨¦s en bicicleta de monta?a. La iniciativa se antoja, con permiso del ap¨®stol matamoros, una especie de yihad interior, una lucha para que triunfe la voluntad. Y una empresa tan erosiva precisa de coartada. Unos se apuntan a la religi¨®n; otros, a la espiritualidad o al desaf¨ªo f¨ªsico. En el caso que nos ocupa, la posibilidad de que un padre ¡ªde m¨¢s de 60 a?os¡ª y un hijo ¡ªde m¨¢s de 30¡ª se reencuentren y pasen un par de semanas juntos es suficiente. Ambos convienen que hay que dar cuartelillo a algunos placeres: una habitaci¨®n con ba?o ¡ªincluso alg¨²n que otro parador y buenos restaurantes¡ª y un transporte para evitar tener que trasladar el equipaje ¡ªalforjas en el caso de la bicicleta¡ª, lo que se agradece con temperaturas de 40 grados. Hay agencias (como Jacotrans) que por unos 200 euros trasladan una bolsa de viaje.
Roncesvalles ??? Puente la Reina
La salida de Roncesvalles es agradable. Paseo por los bosques de hayedos sin mayores problemas en una etapa con los altos de Erro y el Perd¨®n y un desaf¨ªo: el calor, que el pasado 17 de julio roz¨® los 40 grados. Subir a las dos de la tarde de un mes de julio el alto del Perd¨®n deber¨ªa garantizar indulgencia plenaria. All¨ª, la propietaria de un food truck recomienda a los ciclistas el descenso por carretera. Pero, contra el sentido com¨²n y la ley de gravedad, bajan por el pedregoso sendero. Menos mal que a la entrada a la localidad de Obanos (c¨¦lebre por su misterio), Nicol¨¢s, avezado estudiante de primaria, ofrece a los peregrinos una fresca limonada al precio de la voluntad, una constante que entre la filantrop¨ªa y la elusi¨®n fiscal se va produciendo a lo largo del Camino. El balance son 67 kil¨®metros y un ascenso acumulado de 1.092 metros. El paseo por Puente la Reina se hace imprescindible para ver su c¨¦lebre puente y entrar en sus bares con fr¨ªas cervezas. El hotel acoge de noche lo que queda de dos ciclistas.
Puente la Reina ??? Viana
Es 18 de julio. Escarmentados del d¨ªa anterior, los peregrinos salen a las 6.30. Clarea y hace fresco. Verdes vi?edos muestran sus incipientes racimos y se alternan con dorados campos de cereal por segar. Despu¨¦s de caminar por una calzada romana, impracticable para la bicicleta, Estella recibe a los peregrinos con sus iglesias del Santo Sepulcro o la de San Pedro de la R¨²a. Son las nueve de la ma?ana y ante los ciclistas se abre el ascenso hacia la fuente del vino del Castillo de Irache, bodegas que ponen a disposici¨®n del caminante un centenar de litros de vino diarios. Unas peregrinas de Tours se aprestan a dar cuenta de la generosa iniciativa. Para los ciclistas es temprano para el alcohol y queda mucha etapa para un d¨ªa de m¨¢s de 40 grados. La recompensa llega en Viana con una cerveza bien tirada en el bar El Bord¨®n, ante la tumba de C¨¦sar Borgia. Su padre, el papa Alejandro VI, lo hizo cardenal y obispo. Pero C¨¦sar era hombre de lanza brava y acab¨® en la carrera de las armas. Despu¨¦s de una intensa vida eclesial, militar y amatoria, muri¨® en una emboscada en los campos de Viana en 1507. Su tumba fue colocada en plena calle, por orden del obispo de Calahorra, para que ¡°en pago de sus culpas¡± lo pisotearan ¡°los hombres y las bestias¡±. Sus restos reposan ahora frente a la portada renacentista de Santa Mar¨ªa.
El fin de etapa est¨¢ cerca y se divisa el hotel, m¨¢s cerca de Logro?o que de Viana. Un taxi trasladar¨¢ al anochecer a los ciclistas hasta el casco viejo de Logro?o, donde dar¨¢n cuenta de un tradicional tapeo en la traves¨ªa del Laurel. Especial menci¨®n merece El Soriano, que ofrece un sencillo pincho de champi?¨®n. La etapa ha sido de 70,13 kil¨®metros y 1.157 metros de ascenso.
Viana ??? Santo Domingo de la Calzada
Los madrugones obligan a salir sin desayunar, sobre todo si en este 19 de julio se van a alcanzar otra vez los 40 grados. Hay que parar, hidratarse y descansar, primero en Navarrete y luego en Cirue?a. En un bar de esta localidad, los peregrinos asisten a un di¨¢logo propio de la m¨ªtica La V¨ªa l¨¢ctea, de Luis Bu?uel. Pero esta vez la conversaci¨®n no se centra en Prisciliano, el pobre hereje probablemente enterrado en la tumba del ap¨®stol Santiago. En esta ocasi¨®n, un exparacaidista italiano y un exlegionario espa?ol ensalzan apasionados la autoridad, las virtudes castrenses y su encarnaci¨®n: el general Mill¨¢n Astray. El surrealismo ha aterrizado en el viaje. El recogimiento en el parador de Bernardo de Fresneda, en el convento de San Francisco, ya en Santo Domingo de la Calzada, elimina cualquier atisbo de rencor. Despu¨¦s de haber pedaleado 63 kil¨®metros y subido 880 metros, un premio para resta?ar heridas: cena en el restaurante Los Caballeros, con sus verduras asadas con sardinas marinadas y la morcilla con compota de manzana y reducci¨®n de vino tinto.
Santo Domingo de la Calzada ??? Burgos
La salida se pospone a las 6.30, porque cuanto m¨¢s al oeste, m¨¢s tarda en amanecer. Los ciclistas dan cuenta con entusiasmo de la tortilla de chorizo y patata acompa?ada de torta de aceite del bar El P¨¢jaro, en Villafranca Montes de Oca. Es mejor no inspeccionar los interiores del local. Hay que hacer acopio de energ¨ªa porque aguarda el puerto de la Pedraja, donde un monolito erigido gracias a familiares y amigos recuerda a los varios centenares de antifascistas fusilados en los primeros d¨ªas de la sublevaci¨®n militar franquista. Despu¨¦s de la intolerancia, el premio es llegar y ver San Juan de Ortega, cuyas propiedades contra la esterilidad llevaron hasta all¨ª a Isabel la Cat¨®lica. La fama del monasterio proviene de que en cada equinoccio un rayo de luz ilumina precisamente el capitel de la Anunciaci¨®n. La interminable entrada en Burgos anuncia el fin de etapa. Las tapas de La Favorita (excelente filete con foie) y del Tenorio (buen¨ªsimas patatas asadas) ponen el broche a una jornada con 71 kil¨®metros y 920 metros de subida.
Burgos ??? Fr¨®mista
La de este 21 de julio promete ser una jornada tranquila, aunque esconde alg¨²n sobresalto. Esta es la etapa que roza Castrillo de Matajud¨ªos, localidad que el pasado a?o cambi¨® su nombre por otro de mayor sutileza sem¨¢ntica: Castrillo Mota de Jud¨ªos. La sorpresa desagradable de la jornada: el alto de Mostelares, con una pendiente del 12%. Por ella reptar¨¢n bajo un sol de justicia los dos peregrinos seguidos de dos irlandesas de m¨¢s que notable poder¨ªo ciclista. La cima es una convenci¨®n internacional en pleno Burgos: italianos/as, irlandesas y alg¨²n espa?ol. Y es que el Camino es de extranjeros y mujeres (tres de cada cuatro peregrinos son peregrinas) hasta que se llega a Sarria y un aluvi¨®n de espa?oles se lanza a conseguir la Compostella, o certificado que se obtiene por haber hecho al menos 100 kil¨®metros del Camino. Etapa suave con 65,70 kil¨®metros y 526 metros de desnivel con premio final: las cervezas fr¨ªas del hostal Camino de Santiago, en Fr¨®mista.
Fr¨®mista ??? Sahag¨²n
Contemplar el sol al amanecer contra los muros de San Mart¨ªn de Fr¨®mista es lo m¨¢s parecido a la belleza. Hoy el Camino depara notables piezas arquitect¨®nicas: Santa Mar¨ªa la Blanca, en Villalc¨¢zar de Sirga, o San Zoilo, en Carri¨®n de los Condes. La ciudad a orillas del Carri¨®n se antoja buena para desayunar. Ese 22 de julio, dos operarios sustituyen el nombre de Jos¨¦ Antonio Gir¨®n de Velasco, falangista y ministro de Franco, por el de Adolfo Su¨¢rez en una calle de la localidad. ¡°?Pobre Jos¨¦ Antonio!¡±, exclama un vecino a la vista de lo que en su opini¨®n es un atropello. ¡°?Pobre Adolfo Su¨¢rez!¡±, piensan los ciclistas al ver convertido al expresidente del Gobierno espa?ol en un desestabilizador. Claro que la plaza Mayor de Carri¨®n se llamaba hasta hace poco del General¨ªsimo Franco¡ El gran Cluny espa?ol, Sahag¨²n, abre al fin sus puertas a los peregrinos. C¨¦lebre por sus templos, la localidad es menos conocida por ser una de las primeras de Espa?a ¡ªjunto a ?ibar y Jaca¡ª que proclam¨® la Rep¨²blica en 1931. En 1936, los falangistas asesinaron al hasta entonces alcalde, Benito Pamparacuatro. Triste y mal sepultada historia la de los heterodoxos espa?oles que ilustra esta etapa f¨¢cil: 58 kil¨®metros y solo 262 metros de desnivel.
Sahag¨²n ??? Le¨®n
A lo largo del Camino, los ciclistas se van reencontrando con Joele, de Treviso; Soraya, de Miranda de Ebro; Juanfran, de Murcia, o una pareja colombiana de Bucaramanga. Hoy no habr¨¢ encuentro. La etapa prevista es muy suave, porque los dos peregrinos ciclistas de esta historia han decidido darse un homenaje. Por ello la llegada a Le¨®n se produce antes del mediod¨ªa. El alojamiento ¡ªel parador de San Marcos¡ª se lo merece, y lo mismo sucede con el incre¨ªble Barrio H¨²medo de Le¨®n, su vino prieto picudo y sus tapas. El asador La Parrilla remata un fin de fiesta destacable. Hoy nadie se ha ganado el sueldo: 57 kil¨®metros y 256 metros de desnivel.
Le¨®n ??? Santa Colomba de Somoza
El Camino en esta etapa del 24 de julio tiene el aliciente narrativo de Hospital de ?rbigo, con el puente de los duelos espoleados por una caprichosa dama y protagonizados por el dispuesto caballero Suero de Qui?ones (en los que, al parecer, solo muri¨® un catal¨¢n). Y luego la majestuosa Astorga, con su catedral de Santa Mar¨ªa o su gaudiniano palacio episcopal. Hay que alejarse unos kil¨®metros del Camino y llegar a Santa Colomba de Somoza. All¨ª, en Casa Pepa, les sirven unos singulares garbanzos de pico pardal, una extraordinaria variedad maragata.
Santa Colomba de Somoza ??? Villafranca del Bierzo
La experiencia de la casa rural resulta muy gratificante. Y se confirma cuando al d¨ªa siguiente (el 25, Santiago) Rosa se levanta antes de las seis de la ma?ana para servir los dos desayunos de los peregrinos y obsequiarles con unos bocadillos de chorizo para sobrevivir a la Cruz de Ferro (1.495 metros). El ascenso tiene el impagable descenso hacia Molinaseca y Ponferrada, capital del Bierzo y parada obligada en su fortaleza templaria. Pero el calor arrecia. Hay que apretar hasta Villafranca. Hay cita en su parador, que lleva el nombre de la localidad y cuya recepci¨®n resulta excesivamente engolada en su trato a los peregrinos, a a?os luz del directo y nada pretencioso recibido en el lujoso San Marcos de Le¨®n. En el restaurante M¨¦ndez, ¡°el guardia¡±, a pesar de lo avanzado de la hora, la cocina y el camarero ¡ªel veterano ciclista Pablo¡ª atienden con profesionalidad. Es bueno o¨ªr el consejo de Pablo cuando hace ya d¨ªas que los isquiones, esos que se apoyan en el sill¨ªn, lanzan se?ales de estar en las ¨²ltimas. La etapa ha sido de 64 kil¨®metros y 861 metros de ascenso.
Villafranca del Bierzo ??? Sarria
Hoy, 26 de julio, etapa reina. Ascenso al puerto del Cebreiro, al que siguen los altos de San Roque y do Poio. Se suben 1.430 de desnivel acumulado y se recorren 75 kil¨®metros hasta Sarria. Los dos peregrinos comparten ascenso con un irland¨¦s de Kerry. Un animado debate sobre religi¨®n, AVE y estado de las carreteras sirve para vencer los puertos y lanzarse en picado hacia Triacastela, donde hay que decidirse entre pasar por el monasterio de Samos o hacer el viejo recorrido de San Xil. El irland¨¦s se va por Samos, los otros dos se deciden por lo arcaico. Una delicia de camino, muchas rampas y descensos, pero bajo la generosa sombra de las carballeiras. Sarria aguarda y el objetivo se alcanza a las tres de la tarde. El mes¨®n Roberto ofrece por 10 euros un ejemplo de buen men¨², al igual que hiciera el restaurante Ruedo II, en la localidad leonesa de Sahag¨²n.
Sarria ??? Melide
El acceso a Galicia por la puerta grande, el puerto lucense de O Cebreiro, tiene en la etapa de hoy, 27 de julio, la entrada en la provincia de A Coru?a, pr¨®logo del fin del Camino. Desde Sarria, los extranjeros dejan de ser la mayor¨ªa entre los peregrinos. Grupos de decenas de personas provenientes de todos los rincones de Espa?a pueblan el Camino. Desde Sarria hasta Santiago hay 100 kil¨®metros y eso sirve para obtener la Compostella. En los m¨²ltiples cruces del Camino con las peque?as carreteras locales, algunos autocares aguardan por si el peregrino de corto recorrido precisa ser trasladado. Una muestra de esa religiosidad que describi¨® Antonio Machado en su Llanto y coplas por la muerte de don Guido. Prosaicamente, en la puerta de San Nicol¨¢s de Portomar¨ªn, antigua iglesia fortaleza, un cartel anuncia que los lunes el templo est¨¢ cerrado ¡°por descanso del personal¡±. El que no ofrece tregua es el Camino: al llegar a Melide, el GPS marca algo m¨¢s de 61 kil¨®metros con 1.227 metros de altura, pero la pulper¨ªa Ezequiel abre generosa sus puertas.
Melide ??? Santiago
??ltima etapa del Camino! Son las 7.30 y quedan por delante 52,7 kil¨®metros. Pero las apariencias enga?an: tan corto recorrido no impide las rampas ¡ªun total de 919 metros¡ª y la puntilla del Monte do Gozo. Al final aguarda la Compostella. La visita al ap¨®stol se hace inevitable. A primera hora casi se puede conversar de t¨² a t¨² con ¨¦l: la catedral est¨¢ vac¨ªa. Un paseo por la Alameda permite tambi¨¦n charlar sobre este pa¨ªs de esperpento con Ram¨®n Mar¨ªa del Valle-Incl¨¢n, cuya escultura, en cambio, apenas tiene quien la visite.
{ "active": true, "code": "676274", "elementType": "offerExtension", "id": 35, "name": "PUENTE LA REINA", "service": "tripadvisor" }
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.