No hay oto?o sin playas
Diez paseos por solitarios arenales desde A Coru?a a la isla de La Palma, en Canarias
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Pasear por playas -solitarias por estas fechas, salvo en Canarias- es una de las materializaciones de la felicidad. En ellas cifran su ideal escapista los estresados y cuantos amantes de la naturaleza buscan envolverse en una sensaci¨®n de libertad.

1 Dunas marbell¨ªes
Real de Zaragoza (Marbella, M¨¢laga)
De no ser Cabopino, ?qui¨¦n es capaz de mencionar cordones dunares bien conservados en Marbella? Pues ah¨ª est¨¢ Real de Zaragoza, sin se?alizaci¨®n, y que, justo por ello, guarda las esencias de la Costa del Sol. Viniendo de M¨¢laga capital, pasado Elviria, hacer un cambio de sentido en El Rosario. En la gasolinera de Repsol contamos 300 metros y embocamos el primer vial (a la altura de Andaluc¨ªa Lab) en direcci¨®n al Ranch¨®n Cubano.
La anchura de Real de Zaragoza permite relajarse y demorarse entre arenas finas y doradas catalogadas como reserva ecol¨®gica y expurgadas de especies invasivas. Que a 10 minutos a pie dispongamos de las paellas del restaurante Copacabana (+34 952 83 75 55; cierra el 10 de enero) lo hace a¨²n m¨¢s atractiva.
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Les Barques (Sant Pol de Mar, Barcelona)
La ¨²nica v¨ªa f¨¦rrea espa?ola cuyos ra¨ªles mojan espor¨¢dicamente las olas, la l¨ªnea R-1, pespuntea la costa del Maresme despertando, y de qu¨¦ manera, el apetito viajero. Como es habitual en la provincia de Barcelona, el tendido separa la playa del pueblo, en este caso Sant Pol de Mar. La carretera nacional transita por el interior con lo que pasa inadvertida.
Nos recibe la coqueta estaci¨®n de tren de 1859, seguida de la sucesi¨®n de restaurados llauts, algunos de vela latina, descansando en la arena, que atraen al paseante por sus estilizadas l¨ªneas. De la comida se encarga el restaurante Sant Pau, de Carme Ruscalleda (abre el 22 de noviembre). Quien no pueda permitirse su men¨² degustaci¨®n de 243 euros (incluido maridaje de vinos), puede apuntarse a los arroces del restaurante Banys Llu¨ªs. Los m¨¢s exigentes pizzeros pueden soltarse el paladar con las recetas sicilianas de La Casa Nostra. Ir despu¨¦s a conocer los caserones novecentistas de los contornos.

3 Robinsoneando
Cala M¨¤rmols (Santany¨ª, Mallorca)
Por llanos que resulten, los senderismos en las Baleares conviene realizarlos sin el sofoco del est¨ªo. Por ejemplo, el que exige esta cala del sureste mallorqu¨ªn, bell¨ªsima, que tiene la maravillosa cualidad de lo remoto. Sus aguas restallan azulencas, cristalinas, sin asomo de oleaje; es como si las hubieran teletransportado desde el Caribe. Conocer este para¨ªso de pel¨ªcula de bucaneros exige una caminata de seis kil¨®metros (cerca de una hora), tomando como salida el faro de Ses Salines, sin dejar en el coche objetos de valor. Encaramos una costa virginal gracias a la pervivencia de los latifundios. Siempre se cruza uno con senderistas y es habitual verlos despu¨¦s ba?arse entre los acantilados de 25 metros de altura. En verano hay excursiones desde Cala Figuera.

Vilela (Ma?¨®n, A Coru?a)
Uno de los mejores secretos de las R¨ªas Altas se concentra en el cabo de Estaca de Bares. A Vilela la encontramos apostada en la r¨ªa de O Barqueiro, una de las m¨¢s peque?as de Galicia, y la bajada recomendada (hay varias) tiene esa caracter¨ªstica, tan gallega, de no estar se?alizada. Rebasados 100 metros el Banco Pastor de O Barqueiro buscaremos la pista a mano derecha.
Vilela no tiene el pedigr¨ª de nudista, pero su fisonom¨ªa copia la de las playas libres. Discreta, virginal. Un total de 270 metros satinados en marea baja con vistas a la isla Coelleira y olor ¨¢cido de los eucaliptos. Atrae la idea de alquilar un kayak de paseo en Actividades Estaca, por 20 euros al d¨ªa. Jaime Cas¨¢s aconseja, con la mar buena y horario de bajamar, navegar hasta Porto de Bares, el punto m¨¢s septentrional de la Pen¨ªnsula, con escala en Vilela. En Bares nos esperan las zamburi?as a la plancha y el bacalao de A Muller Mari?a (+34 666 96 65 47). En invierno aceptan reservas.
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Cala Taballera (El Port de la Selva, Girona)
La fachada norte de la pen¨ªnsula que forma el parque natural del Cabo de Creus tiene en Taballera (o Tavellera) un rinc¨®n sugerente hasta rayar lo pict¨®rico. Solo hay que seguir 6 kil¨®metros por la pista de tierra (corresponde en gran medida con el sendero GR-11) que rodea las ruinas medievales de la ermita de Sant Baldiri de Taballera, rodeada de alcornoques.
Aunque muchos, por la feroz tramontana, se contentan con ver Taballera desde el aparcamiento (ir abrigados), lo suyo es dejarse caer por la senda hasta la concha donde las olas parecen acercarse para besar los guijarros. Todo de despampanante atractivo natural. Con la vegetaci¨®n achaparrada tan caracter¨ªstica del cabo y esa rocalla de colores ocres y formas imaginativas. No extra?an en caleta tan resguardada la presencia de barracas de pescadores que realzan y dan color etnogr¨¢fico.
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Concha de Artedo (Cudillero)
Viniendo de Oviedo y Gij¨®n, tomar la salida 431. En el kil¨®metro 125 de la C-632, 300 metros despu¨¦s de una pronunciada curva a la izquierda, encontraremos una suerte de apartadero para fotografiar la playa; mejor si hay paseantes para visualizar la aut¨¦ntica escala del escenario. Luego bajaremos a conocer la concha de 760 metros, muy resguardada por las puntas del H¨®rreo y El Cabo; y de molestos cantos rodados, a no ser que acudamos en horario de bajamar.
La pasarela de madera desde el aparcamiento no pod¨ªa ser mejor pre¨¢mbulo: se interna por el bosque de ribera y las marismas del r¨ªo Unc¨ªn, que desemboca en la playa. A partir del 11 de noviembre, abre el restaurante Casa Miguel, con su sart¨¦n de mejillones de la concha, fabes con almejas y un men¨² de 15 euros. Preguntar a los vecinos de Lamu?o c¨®mo ir a pie al nuevo mirador de Foxu. A 800 metros del mar hay dos estupendas viviendas rurales bajo la denominaci¨®n La Casa del Campo.

Nogales (Puntallana, La Palma)
Rodeada de escarpados riscos y comunicada por una carreterita con buen firme, Nogales re¨²ne una imperdible riqueza paisaj¨ªstica y vegetal cuyo ¨²nico peaje lo constituyen los 340 escalones con barandilla. Embelesa ya solo el camino que se aferra al acantilado, entre cardonales e higuerillas (tabaibas amargas), pasando por delante de la cueva del Infierno.
Con marea descendente, la arena negra se manifiesta por espacio de un kil¨®metro y en algunos de sus rincones se ha observado el desove de las tortugas. Bien se echa de ver su encanto por las cascadas de vegetaci¨®n acompa?adas por filtraciones naturales, cuando no por sobrante de riegos. El o¨ªdo registra con satisfacci¨®n el eco del mar en los acantilados, y como playa expuesta al norte que es, el ba?o entra?a grave riesgo. Tampoco conviene acercarse a la pared, porque, sobre todo despu¨¦s de llover, pueden registrarse desprendimientos.
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8 Cicloplayismo
Alcossebre (Alcal¨¤ de Xivert, Castell¨®n)
El parque natural de la Sierra de Irta -franja de costa salvaje entre Alcoc¨¦ber y Pe?¨ªscola- responde a cuantas inquietudes ciclotur¨ªsticas y de running se demanden. Salvo domingos, N¨¦stor Caldes, gran conocedor de la zona, alquila bicicletas de monta?a en AlcoAventura, en la playa del Cargador, en Alcoc¨¦ber. De all¨ª pondremos rumbo a Pe?¨ªscola por la pista de tierra (unos 40 kil¨®metros de costa entre ida y vuelta), sencilla y sin complicaciones. La cala Mundina, tambi¨¦n Argilaga, pero en especial Russo y el Pebret, nos encaminan a la torre Badum. A quien no les arredren rampas del 20% le interesar¨¢ la magn¨ªfica panor¨¢mica desde la ermita de Santa Luc¨ªa; tanto a esta como al castillo de Alcal¨¤ de Xivert se llega tambi¨¦n en coche. Consultar rutas en Wikiloc Alcossebre.
En Pe?¨ªscola podremos acercarnos al centro de interpretaci¨®n del parque natural. Rematar el d¨ªa en el restaurante El Pinar.

9 El reposo de los urbanitas
La Arena (Zierbena/Muskiz, Bizkaia)
Antes de sumergirnos en el ¨¢rea metropolitana del Gran Bilbao, siempre viene bien apaciguar el ¨¢nimo dando largos paseos entre mont¨ªculos aren¨¢ceos y vegetaci¨®n dunar. En estos momentos se est¨¢ eliminando el paseo perpendicular a la playa de La Arena, a fin de restaurar el sistema dunar. Viendo a los surfistas de Erauntzi Surf Taldea, en aguas tan yodadas, es posible abstraerse de ese elemento discordante que es la refiner¨ªa de Petronor.
Podemos caminar hasta el r¨ªo Barbad¨²n. Una vistosa pasarela salva la desembocadura y sus marismas, declaradas Lugar de Inter¨¦s Comunitario (LIC). All¨ª enlazamos, en Pobe?a, con la V¨ªa Verde de 2,2 kil¨®metros hasta Kobaron. El hotel Palacio de Mu?atones sirve a la hora de pernoctar.
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10 De gola a gola
Desembocadura del r¨ªo Mijares (Almassora, Castell¨®n)
En un litoral tan desfigurado por la especulaci¨®n y el ladrillo como el castellonense, muchas islas de naturaleza corresponden con desembocaduras de r¨ªos como esta del Millars. Bajando por la autov¨ªa CV-18, a la altura de Almassora, dejaremos atr¨¢s la rotonda al Grau y en la siguiente tiramos a la platja. Una vez all¨ª seguimos por la derecha hasta la avenida Vora Riu. All¨ª est¨¢ se?alizado el sendero SLV-26. Son tres las golas, generalmente no comunicadas con el Mediterr¨¢neo y que nunca hay que visitar bajo riesgo de tormenta.
Por una agradable playa gris de cantos rodados dejaremos atr¨¢s las dos primeras, para alcanzar la que acaudala en mayor medida los remanentes de los regad¨ªos, la gola Sur, contorneada por abundante vegetaci¨®n y, entrevistos, patos cuchara y cercetas, cormoranes y garzas reales. Enlazar con alguno de los miradores sobre la albufera. Quien desee remontar cuatro kil¨®metros el Mijares alcanzar¨¢ las lagunas artificiales. Llevar prism¨¢ticos.
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