10 flechazos en Lanzarote

Lanzarote es una isla canaria ins¨®lita, lunar y marciana, te?ida a brochazos de azul atl¨¢ntico, negro lava y el blanco de sus pueblos. Con 139.000 habitantes y 845,9 kil¨®metros cuadrados, su tierra inh¨®spita ha sido moldeada por los caprichos de las erupciones y la paciencia de los conejeros ¡ªcomo se conoce a los aut¨®ctonos¡ª, con paisajes ¨²nicos y de una belleza extraordinaria. Prueba de ello son las salinas de Janubio o Guatiza, el palmeral de Har¨ªa, los volcanes de La Corona o Los Cuervos, las playas de Monta?a Bermeja o Janubio, charcos, calas y piscinas naturales como Los Clicos, Los Charcones o Punta Mujeres, o los vi?edos de La Geria, obra de arte total.

Museos como el MIAC (Museo Internacional de Arte Contempor¨¢neo), la Casa Museo y la Fundaci¨®n C¨¦sar Manrique, o el nuevo Museo Atl¨¢ntico, as¨ª como los famosos Centros de Arte, Cultura y Turismo de Cueva de los Verdes, Timanfaya o Jameos del Agua, son otros ejemplos de la interacci¨®n que se ha forjado en la isla entre arte y naturaleza. En Jameos del Agua se celebra, por ejemplo, una de las citas m¨¢s importantes de la m¨²sica disco en Canarias: el Jameos Music Festival. Su productor musical, Javier San Juan, se?ala que Lanzarote ¡°ha conseguido trascender el clima y sus incre¨ªbles paisajes para reencontrarse con un turismo que busca la magia profunda de la isla y la hospitalidad de sus habitantes¡±.

Un hotel

En una isla donde abundan los hoteles y apartamentos tur¨ªsticos, se agradecen propuestas diferentes y con car¨¢cter como la de Buenavista Lanzarote. Tres elegantes country suites en mitad de una ecofinca de uva malvas¨ªa. Un lugar rom¨¢ntico, con salamandras para las fr¨ªas noches invernales, de trato familiar, est¨¦tica minimalista y aire r¨²stico. De los alojamientos m¨¢s bonitos y recomendables de la isla, dise?ado especialmente para parejas, con grandes ventanales y decorado con obras de ceramistas y pintores locales. Gonzalo R. Bethencourt y Mayca Bethencourt, propietarios de este establecimiento, disfrutan ofreciendo un trato personal y compartiendo con quienes nos visitan las cosas que m¨¢s apreciamos: "gastronom¨ªa, productos locales y las personas que hacen de Lanzarote un lugar tan especial¡±. Palabras que hacen valer cada ma?ana con desayunos ecol¨®gicos y materia prima de la finca: naranjas, higos, limones, guayabas, miel, tomates¡­

Un museo

Lanzarote tiene una excelente red de museos a la que se acaba de incorporar el Museo Atl¨¢ntico, un museo submarino. En ¨¦l se exhiben unas esculturas inquietantemente realistas del brit¨¢nico Jason deCaires Taylor, depositadas entre 15 y 17 metros de profundidad en la Bah¨ªa de Las Coloradas. Parte de su trabajo puede contemplarse en el MIAC, en la exposici¨®n temporal de la planta baja, y, en ocasiones, en la azotea del taller que el artista tiene en la Marina Rubic¨®n.

La isla de la Graciosa tiene algo de mundo detenido, con calles de arena y pocas comodidades tur¨ªsticas

Un chiringuito

En Lanzarote no abundan los chiringuitos, por eso El Chiringuito de la playa Papagayo, en el parque natural de Los Ajaches, se erige como el gran templo de este tipo de locales, imponente desde lo alto del risco sobre la playa de arena blanca y aguas turquesas. El dj residente, Luca de Tena, pincha soul, funk, electr¨®nica y deep tecno hasta la puesta de sol. El ambiente es agradable y divertido, la cocina de calidad, y las vistas y el entorno, espectaculares.

Un restaurante

En la isla se come muy bien, la oferta es amplia y para todos los gustos, pero cabe destacar por su cocina y ubicaci¨®n El Risco, en Famara. Con platos basados en el recetario tradicional canario y productos locales, de kil¨®metro cero y ecol¨®gicos. Cocina canaria reinterpretada por J. J. Perdomo, como la coca de batata con tollos en mojo hervido y tacos de mero confitado, o el crujiente de morena con chips de batata de jable. La experiencia en El Risco es de las m¨¢s completas por la calidad de la cocina, los dominios ¡ªmesas con vistas a la playa de Famara¡ª y el trato.

Los artistas C¨¦sar Manrique y Jes¨²s Soto transmitieron a la poblaci¨®n el cuidado de la arquitectura y el paisaje

Una noche

La noche, que no es uno de los grandes reclamos de Lanzarote, tiene una extensa pero poco apetecible oferta en los principales n¨²cleos tur¨ªsticos: Costa Teguise, Puerto del Carmen o Playa Blanca, y otra mucho m¨¢s aut¨¦ntica en Arrecife, la capital (57.000 habitantes), especialmente en el hermoso Charco de San Gin¨¦s. Con bares y tascas con solera como La Casa del Miedo, el Ginory ¡ªfamoso por sus bocadillos de pescado¡ª, o La Mi?oca. En La Raspa, La Bulla o Naia se puede disfrutar de un picoteo de calidad. Y para la noche cerrada, ya hay que internarse en El Callej¨®n Liso (Calle de Luis Morote, 6), decano de la nocturnidad, y el Noise Club (Calle del Riego, 15), para el fin de fiesta.

Un paisaje

Lanzarote tiene paisajes sobrenaturales, pero ninguno tan particular como el de La Geria. En un valle entre colinas se ha creado un conjunto de hoyos de arena volc¨¢nica protegidos por lunas semicirculares de piedra, t¨¦cnica agraria conocida como geria, con la que se resguarda a las vides del viento. En este paisaje extraterrestre se celebra el festival de m¨²sica independiente, vino y gastronom¨ªa Sonidos l¨ªquidos, que a¨²na m¨²sica pop-rock con la promoci¨®n del vino local, organizado por Neftal¨ª Acosta. Aqu¨ª encontramos, entre otras, las bodegas Los Bermejos, Rubic¨®n, La Florida o El Grifo, la m¨¢s antigua de Canarias, con el Museo del Vino. Un lugar perfecto para disfrutar de este paisaje es El Chupadero, un caf¨¦ restaurante con magn¨ªficas puestas de sol.

El Callej¨®n Liso es el decano de la nocturnidad en Arrecife, y en el Noise Club espera el fin de fiesta

Un islote y sus playas

La isla de La Graciosa es un para¨ªso playero con un diminuto n¨²cleo de casas tradicionales de pescadores donde se concentra la poblaci¨®n de la isla, Caleta de Sebo; una miniurbanizaci¨®n, Pedro Barba, y algunas de las mejores playas de Lanzarote. En el norte: Lambra y Las Conchas (probablemente la m¨¢s espectacular, pero tambi¨¦n peligrosa), y, en el sur, Francesa y la Cocina. La Graciosa tiene algo de mundo detenido en el pasado, con calles de arena y muy pocas comodidades tur¨ªsticas (para llegar en ferri, realizar una excursi¨®n en catamar¨¢n o alquilar apartamentos: www.lineasromero.com; y para comer: El marinero).

Un pueblo costero

Caleta de Famara, al norte de Teguise, es un caser¨ªo marinero de calles sin pavimentar y casas blancas de una sola planta junto a la playa de Famara. Tres kil¨®metros de arena fina y parda que se extiende bajo los imponentes riscos del mismo nombre. Famara, como La Graciosa, tiene aires a pueblo del salvaje oeste. Un lugar con efluvios de lo perdido y rec¨®ndito, tierra de surferos y otros amantes del mar, con buenos sitios para comer, como el ya mencionado El Risco, o Sol. Y para dormir: Bungalows Playa Famara o Casa Dominique.

Una urbanizaci¨®n nudista

Uno de los sitios m¨¢s curiosos de Lanzarote es el pueblo naturista de Charco del Palo, en Mala. Una peque?a urbanizaci¨®n vacacional naturista a orillas del mar, nacida en los a?os setenta y recogida sobre s¨ª misma, dos piscinas naturales que se llenan durante la marea alta con agua fresca y una cala para nadar a mar abierto. El perfil de sus habitantes es el de jubilado n¨®rdico enamorado del clima y al que le gusta andar en pelota picada, no ya solo en casa o en el mar, sino en el restaurante, el s¨²per o el bar (como el Reiner¡¯s pub, en la calle Monta?a del Moj¨®n, 6).

El palmeral de Har¨ªa, las playas de Monta?a Bermeja o Janubio, charcos, calas y piscinas naturales

La huella de C¨¦sar Manrique y Jes¨²s Soto

Para conocer en profundidad el trabajo de C¨¦sar Manrique se puede visitar, en Har¨ªa, la Casa Museo (CMCMH) y, en Tah¨ªche, la Fundaci¨®n. Tanto su impronta como la de Jes¨²s Soto, maestro art¨ªstico del Cabildo de Lanzarote, se aprecia en toda la red de Centros de Arte, Cultura y Turismo (Jameos del Agua, Cueva de los Verdes, Mirador del R¨ªo, MIAC, Timanfaya¡­), pero, sobre todo, en su calado en la poblaci¨®n. Los conejeros han sabido defender su tierra con una sensibilidad especial, respetando la arquitectura tradicional, protegiendo sus espacios naturales y embelleci¨¦ndolos sin denigrarlos. Cuenta la leyenda que Omar Shariff perdi¨® una casa en el volc¨¢n de Nazaret, concebida por C¨¦sar Manrique y dise?ada por Jes¨²s Soto, jugando a las cartas. LagOmar, llamada as¨ª en honor de tan ilustre y fugaz due?o, es hoy un lugar perfecto para cenar o tomarse una copa.

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