Usumacinta, el r¨ªo de los mayas
De los templos de Palenque, en M¨¦xico, a las pir¨¢mides de Tikal, en Guatemala, una cultura, dos pa¨ªses y los misterios del universo
Un impresionante coro de monos aulladores saluda a quienes visitan el centro ceremonial de Yaxchil¨¢n, sobre la orilla mexicana del Usumacinta. No hace falta m¨¢s para entender el nombre del r¨ªo: lugar de monos. A lo largo de los 200 kil¨®metros en que sirve de frontera entre M¨¦xico y Guatemala, se suceden las antiguas ciudades-Estado mayas ¡ªPiedras Negras, Yaxchil¨¢n, Bonampak¡ª, y en el territorio de su cuenca geogr¨¢fica se encuentran las grandiosas Tikal y Yaxh¨¢, en Guatemala, y Palenque y Tonin¨¢, en M¨¦xico. Son razones m¨¢s que suficientes para emprender un viaje por estas tierras. Un recorrido que cuenta hoy con mejores comunicaciones que hace pocas d¨¦cadas y que, por otro lado, muestra los efectos negativos de la masificaci¨®n del turismo.
Parque arqueol¨®gico de La Venta
Aun cuando hay aeropuerto en Palenque, tiene inter¨¦s arrancar la ruta en Villahermosa, a 100 kil¨®metros al norte. M¨¢s que por la ciudad es por su espl¨¦ndido parque arqueol¨®gico, La Venta, donde pueden contemplarse las mejores piezas del arte auroral olmeca. Un discreto hotel enfrente del parque puede servir de alojamiento, mientras que un peque?o zool¨®gico permite contemplar especies locales, eso s¨ª, en cautividad: el guacamayo, la pantera negra, el jaguar, el tigrillo y, c¨®mo no, un mono aullador, am¨¦n de cocodrilos y tortugas. Aunque, claro est¨¢, impresiona m¨¢s ver a los cocodrilos lanzarse al agua en pleno r¨ªo.
San Crist¨®bal de las Casas y Tonin¨¢
Palenque es un buen centro para explorar la regi¨®n. Hacia el sur se encuentra San Crist¨®bal de las Casas, que con la subida del turismo ha perdido parte de su encanto. Los huipiles, los bordados blusones ind¨ªgenas, por ejemplo, ya no los venden quienes los elaboran. Queda la sofisticada cooperativa de Sna Jolobil, al amparo de la iglesia de Santo Domingo. Tambi¨¦n perdi¨® misterio la visita a la comunidad, o caracol, zapatista de Ovantic, hoy accesible sin requisito alguno, lo mismo que otros de sus enclaves aut¨®nomos dispersos hasta el Usumacinta. Antes de volver, el viajero ha de detenerse en Ocosingo, patria de un original queso y batalla zapatista en 1994, de donde sale el camino hacia Tonin¨¢, un castillo maya encaramado sobre el llano y al borde de la hoy deforestada selva de Lacandona. En Tonin¨¢ est¨¢ el gran relieve ilustrativo de los cuatro soles, que resume la concepci¨®n maya de la historia del cosmos.
Flores y Tikal
Otra excursi¨®n desde Palenque nos lleva hasta Guatemala ¡ªen unas seis horas¡ª, concretamente a Flores, la capital del Pet¨¦n. Es una peque?a ciudad en una isla m¨ªnima sobre el lago Pet¨¦n, con casitas bajas, casi siempre arm¨®nicas, muchas tiendas de huipiles y artesan¨ªas, am¨¦n de espl¨¦ndidas puestas de sol. En los restaurantes se pueden probar carnes poco habituales, como la de armadillo o tepezcuintle (un roedor con pinta de cerdo). En el restaurante Ra¨ªces, entre otros manjares, se degusta una estupenda carne de lomo.
A 60 kil¨®metros de Flores, Tikal, la m¨¢s grandiosa de las ciudades-Estado maya, sobre la cual poco cabe decir salvo para recomendar como complemento de su visita la de las ruinas cercanas de Yaxh¨¢, con una sucesi¨®n de pir¨¢mides dispuestas seg¨²n un estricto patr¨®n astron¨®mico en medio de la selva. Unas han sido liberadas, otras siguen envueltas en la vegetaci¨®n. Destaca la de la Acr¨®polis norte, precedida de un relieve con la entrada en el inframundo. La fauna observable es abundante: zorrillas de cola gris y coat¨ªes, m¨¢s el citado tepezcuintle.
Yaxchil¨¢n y Bonampak
Lo que no encontraremos es un buen camino para cubrir la ¨²ltima etapa. Esperan cuatro horas de barro para alcanzar, en Frontera Corozal (ya de vuelta en M¨¦xico), la barca que ha de llevarnos a Yaxchil¨¢n, algo m¨¢s al norte. Avanzamos por el r¨ªo Usumacinta, enmarcado por la selva, con alg¨²n cocodrilo lanz¨¢ndose al agua. Yaxchil¨¢n es una hermosa ciudad maya de tama?o medio, destacable por sus dinteles donde aparecen personajes reales. De aqu¨ª procede la espectacular escena ritual, hoy en el British Museum, en la que el rey se traspasa el pene y la reina la lengua con una cuerda. Luego, en Bonampak, aunque muy deterioradas, destacan las grandiosas pinturas de rituales, batalla, torturas a los vencidos y desfile final, que al ser descubiertas en 1949 desbarataron el mito de la condici¨®n pac¨ªfica de los mayas.
Gu¨ªa
- Oficina de Turismo de M¨¦xico y de Chiapas.
- Informaci¨®n de Palenque.
- Oficina de Turismo de Guatemala.
- Informaci¨®n de Tikal.
Palenque
El cierre de oro del recorrido ten¨ªa que ser Palenque, que destaca entre las ciudades mayas por la concepci¨®n arm¨®nica que preside su urbanismo y las crester¨ªas de los principales edificios. L¨¢stima que la obra magna, el sepulcro del gran Pacal en el templo de las Inscripciones, se encuentre hoy en el Museo Arqueol¨®gico de M¨¦xico. Vale la pena releer la descripci¨®n de Enrique Florescano en C¨®mo se hace un dios para apreciar la precisi¨®n con que el sucesor de Pacal I hizo representar en los templos del conjunto de las Cruces los tres niveles ¡ªcelestial, terrestre y del inframundo¡ª sobre los cuales se alzaba su poder. A¨²n en exploraci¨®n, las ruinas se encuentran rodeadas por una selva cuyos pobladores m¨¢s egregios, visibles sin dificultad, son los tucanes y guacamayos.
Antonio Elorza es catedr¨¢tico de Ciencias Pol¨ªticas de la Universidad Complutense de Madrid.
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