De Biarritz a Zumaia en siete saltos
Partiendo de las Landas francesas, ruta costera por el Golfo de Bizkaia entre puertos pesqueros, tablas de surf y ricos 'pintxos'

Pueblos pesqueros, imponentes acantilados, olas impresionantes que hechizan a los surfistas y un mar Cant¨¢brico que adorna, tambi¨¦n, las postales de los mejores balnearios. Desde las Landas francesas hasta la localidad vizca¨ªna de Lekeitio, un recorrido de playa en playa, de bar en bar y de sorpresa en sorpresa. Fotones asegurados.
1 Balneario con toque surfista
Soorts-Hossegor
Antes de entrar en el Pa¨ªs Vasco franc¨¦s se puede disfrutar de una de esas playas que ya no quedan: protegidas por bosques de pinos y dunas, todav¨ªa en estado salvaje. Playas perfectas para un veraneo diferente, con d¨ªas de surf y paseos relajados entre el villas modernistas. Soorts-Hossegor es fruto de la uni¨®n de la aldea medieval de Soorts (de la que hoy solo queda el recuerdo) con la estaci¨®n balnearia de Hossegor, de principios del siglo XX.

Aqu¨ª siguen fieles a su eslogan fundacional de la d¨¦cada de 1930: ¡°Hossegor, la estaci¨®n balnearia de los deportes elegantes¡±, con un excepcional conjunto de villas modernistas ajardinadas y algunos de los mejores lugares para practicar surf de la costa atl¨¢ntica. Entre las pistas imprescindibles est¨¢ detenerse en alguno de los bares o restaurantes de la Plage Centrale, una plaza rodeada por t¨ªpicas casonas rurales mezcladas con art d¨¦co. Aqu¨ª es donde pasa todo: conciertos, compras y noches surfistas.
Dos curiosidades m¨¢s: el lago salado Hossegor, el m¨¢s grande de la costa de las Landas, que rodea un sendero de unos 7,5 kil¨®metros salpicado de villas de veraneo, parques y lugares para practicar windsurf, pirag¨¹ismo o vela, y el Gouf de Capbret¨®n, una misteriosa fosa marina. Esta rareza geol¨®gica es, en realidad, un remanso en el que se encuentran especies abisales muy raras en las cosas francesas.

2 Veraneos imperiales
Biarritz
De toda la costa vasco-francesa, Biarritz es la ciudad m¨¢s conocida. Al nombrar esta ciudad todos pensamos en un sitio chic y tranquilo, en grandes mansiones y en tiendas y bares de dise?o. Sigue siendo ¡°la reina de las playas y la playa de los reyes¡±, un im¨¢n para celebrities de todo el mundo y, sobre todo, una meca para los amantes del surf. Aqu¨ª es obligado asomarse desde la Rocher de la Vierge, emblema local, una atalaya natural que siempre sirvi¨® para avistar ballenas hasta que en 1863 Napole¨®n III decidi¨® transformarla en puerto-refugio para los barcos mercantes, con un largo dique que la unir¨ªa a tierra firme. Para ello hizo perforar la roca y construir una pasarela de madera por donde transitaban los bloques de piedra que se empelar¨ªan en la construcci¨®n del dique. Sin embargo, una serie de tormentas y la propia ca¨ªda de Napole¨®n III hicieron que el proyecto fuera abandonado. El 1881 la pasarela de madera fue sustituida por otra met¨¢lica (atribuida a Gustave Eiffel) y la roca fue transformada en un mirador coronado por una estatua de la Virgen.
M¨¢s rom¨¢ntica es la Chambre d¡¯Amour, un tramo de playa que va desde Anglet hasta el faro de Biarritz, de 73 metros de altura, en el cabo Hainsart, cuya visita requiere subir 248 escalones. Arriba, eso s¨ª, las vistas merecen el esfuerzo. Fue precisamente aqu¨ª donde nacieron los ba?os de mar y la pr¨¢ctica del surf en la regi¨®n. Seg¨²n una leyenda al estilo de Romeo y Julieta, este lugar habr¨ªa escondido los amores imposibles de un pastor con una burguesa local... Se puede merendar (a todo lujo) en el Salon Imp¨¦rial del H?tel du Palais, antigua residencia de los monarcas Napole¨®n III y Eugenia de Montijo, con vistas al mar.

3 Entre olas y corsarios
San Juan de Luz
Todav¨ªa en territorio franc¨¦s, San Juan de Luz fue tres siglos atr¨¢s uno de los puertos pesqueros m¨¢s relevantes de la regi¨®n, hasta que se convirti¨® en centro de operaciones de los corsarios. Parte de la riqueza acumulada en aquella ¨¦poca todav¨ªa se ve en sus calles. Hoy es uno de los puertos con m¨¢s encanto del Labort franc¨¦s y uno de los destinos m¨¢s conocidos del mundillo del surf internacional, ya que muy cerca se produce un fen¨®meno rar¨ªsimo: la ola gigante Belharra, clasificada entre las m¨¢s altas y peligrosas del mundo, que se ha formado menos de 20 veces en 10 a?os. En la ensenada de San Juan de Luz, no obstante, los surfistas cuentan con un peque?o para¨ªso: Sainte-Barbe, Erromardie, Lafit¨¦nia, Mayarco, La Bougie¡
Si evitamos la temporada alta, podremos disfrutar a gusto del casco hist¨®rico de San Juan de Luz: tranquilo, de calles peatonales y casas se?oriales del siglo XVII que pertenecieron a ricos armadores, as¨ª como la animada plaza de Place Henri XIV, con terrazas, restaurantes y tiendas. En el puerto encontraremos la postal perfecta, con barquitos de colores amarrados en los muelles, casas blancas y rojas api?adas en torno a la iglesia de Saint-Jean Baptiste, dos curiosos sem¨¢foros de estilo neovasco y el monte de la Rhune como tel¨®n de fondo. Se recomienda sentarse en el comedor acristalado de La Grillerie du Port (+33 5 59 51 18 29), famoso por la calidad de sus pescados asados, tra¨ªdos directamente desde la lonja, y observar la actividad diaria de los pescadores. Hay m¨¢s referencias gastron¨®micas interesantes, como la escondida marisquer¨ªa Arrantzaleak (Avenue Jean Poulou 18) y su famosa merlu de ligne (merluza pescada con ca?a),, o como La Bo?te (Rue Jean Bague, 3), alegre bistr¨® marinero de madera donde dos j¨®venes cocineros normandos proponen platos sencillos pero sabrosos, con mariscos y pescados tra¨ªdos directamente de las lonjas de Ciboure y Pasaia.

4 Nostalgia de la ¡®Belle ?poque¡¯
San Sebasti¨¢n
A los m¨¦ritos de la playa de la Concha, cuya barandilla ornamental, sus cien farolas modernistas, las terrazas y el Hotel Londres, testimonio de la belle ¨¦poque que han sobrevivido a la modernizaci¨®n, se suma la estampa del bello paisaje de Pasaia, un puerto de los de antes, con vida marinera a ambos lados de su bocana y un pueblo que evoca otro siglo. Entre lo imprescindible en cualquier visita a San Sebasti¨¢n figura como el antiguo barrio de pescadores, con el ambiente m¨¢s animado de la ciudad. Sus fachadas, iglesias y plazas se entrecruzan en callejuelas estrechas impregnadas de historia. Y tambi¨¦n indispensable es la plaza de la Constituci¨®n, tambi¨¦n llamada la Consti, una antigua plaza de toros que a¨²n conserva los n¨²meros de los tendidos en los balcones de las viviendas que la rodean. Pero lo suyo es deambular por lugares como la calle 31 de agosto, una de las m¨¢s frecuentadas por donostiarras y turistas, desde el atardecer hasta la madrugada, en sus rondas de poteo y txikiteo. O la calle Ferm¨ªn Calbet¨®n, por la que los paseantes van en busca del pintxo supremo. Las cuadrillas de amigos tambi¨¦n suelen abarrotar San Jer¨®nimo, la Calle Mayor y los bares en torno a la plaza de la Constituci¨®n. La nota cultural la encontramos en San Telmo, un museo dedicado a la historia y cultura vascas que ocupa un bello convento dominico g¨®tico y renacentista del siglo XVI, reformado como una extraordinaria obra de arquitectura de vanguardia.
El paseo de la Concha a Zurriola recorre lugares emblem¨¢ticos, como la playa de Ondarreta, en el barrio de Gros, que cobija el Peine del viento, la obra m¨¢s famosa de Chillida y uno de los iconos de la ciudad, frente al oleaje. Otro s¨ªmbolo son los Jardines del Palacio de Miramar, morada de la familia real en sus veraneos donostiarras, con un estilo de cottage ingl¨¦s y rodeado por uno de los espacios verdes con mejores vistas de la bah¨ªa y senderos que descienden en pendiente hasta el mar.

5 Ritos de veraneo
Zarautz
Uno de los grandes destinos veraniegos del Pa¨ªs Vasco es Zarautz, cuyos kil¨®metros de playa han convertido a esta villa en un enclave surfista de fama internacional; sus olas, constantes y de hasta 10 metros de altura, han formado a grandes especialistas de la tabla, como Hodei Collazo y Axi Muniain. Pero antes que a los surfers, su playa, entre las mejores del Cant¨¢brico, ya enamoraron a la reina Isabel II, que se hizo construir en ella un palacio para sus vacaciones, y tambi¨¦n al pintor Joaqu¨ªn Sorolla, que la retrat¨® junto a su prole. Las casetas de rayas azules y blancas alineadas en la playa dan color al verano, aunque su atractivo se puede disfrutar durante todo el a?o, y con menos gente en el paseo mar¨ªtimo.
El otro gran reclamo de Zarautz es la gastronom¨ªa, con esa mezcla entre tascas y restaurantes de alcurnia. Por ejemplo, el restaurante y hotel de Karlos Argui?ano, con una ubicaci¨®n dif¨ªcil de mejorar: en un palacete a pie de playa. Para bajar la comida, se puede hacer el camino desde Getaria, pueblo marinero y cuna del txakoli, bordeando la costa y culebreando al pie de los acantilados, a escasos metros sobre el nivel del mar. Hay m¨¢s caminatas interesantes cerca por la sierra del Aralar, cuya piedra angular es el monte Txindoki (1.331 metros), el m¨¢s alto de la regi¨®n, con senderos que ascienden desde los valles y penetran en la meseta megal¨ªtica.

6 La ruta del Flysch
Zumaia
Una ermita escorada en los acantilados, con el Cant¨¢brico de fondo, dibuja una de las panor¨¢micas m¨¢s emblem¨¢ticas del Golfo de Bizkaia. Junto a las vecinas Deba y Mutriku, alberga la formaci¨®n geol¨®gica del Flysch, paredes de piedra que contienen en su topograf¨ªa la historia de la Tierra. Estos acantilados que se adentran hasta 300 metros en el mar encierran informaci¨®n para comprender los secretos geol¨®gicos del planeta desde hace millones de a?os. De Zumaia a Mutriku, el Flysch imprime a las playas las marcas de sus estratos modelados por el mar. Esta ruta tem¨¢tica, de 13 kil¨®metros, combina acantilados, calas rec¨®nditas, f¨®siles, cascos hist¨®ricos y senderos. Tierra adentro, el mar dej¨® otras huellas en forma de paisajes c¨¢rsticos, cuevas, y extra?as formaciones rocosas.

7 Un puerto pesquero
Lekeitio
Desde hace ocho siglos, la villa de Lekeitio reivindica su condici¨®n de ciudad portuaria, con tradiciones a¨²n vigentes. De aqu¨ª sal¨ªan hacia otros confines pescadores y navegantes ayudados por el faro de Santa Catalina, el primero visitable en Euskadi, una atalaya que se alza frente al horizonte desde 1862, vigilando el arribo de embarcaciones enemigas. Sus dos playas son muy concurridas en temporada. Con calles empedradas que desembocan en la ribera, el casco hist¨®rico combina palacios y casas marineras, as¨ª como un paseo mar¨ªtimo, centro neur¨¢lgico de Lekeitio, que regala fotos fant¨¢sticas para triunfar en Instagram. La bas¨ªlica de la Asunci¨®n de Santa Mar¨ªa, g¨®tica, tambi¨¦n merece una visita, as¨ª como las marismas de la desembocadura del r¨ªo Lea, la isla de San Nicol¨¢s (a la que se puede llegar caminando en marea baja) o la ancestral Fiesta de los Gansos. Y para terminar, pintxos, raciones, bocatas y platos tradicionales (rabo de toro o manitas de cerdo) en la Taberna Lumentza, un cl¨¢sico local.
M¨¢s informaci¨®n en la nueva gu¨ªa Lo mejor del Golfo de Bizcaia y en www.lonelyplanet.es
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