14 playas tentadoras muy cerca de Lisboa
A una distancia de entre 30 minutos y dos horas, arenales perfectos para escapadas surfistas y familiares desde la capital portuguesa
Dicen que Lisboa no tiene playa; quiz¨¢s sea verdad, pero sus residentes, aut¨®ctonos y extranjeros nunca lo dir¨ªan. Agarran su tabla y su toalla y en unos minutos en tren se plantan en Carcavelos o en cualquier playa de la costa que lleva hasta Cascais; en ferri cruzan a Trafaria, que les aproxima a la id¨ªlica Caparica; y ya en coche se necesita menos de una hora para perderse en las playas de Tr¨®ia y Comporta; en menos de tres se puede tocar el punto m¨¢s sure?o del pa¨ªs, las islas semidesiertas de Formosa. La elecci¨®n para un d¨ªa de playa perfecto depende, por ejemplo, de la actividad que se quiera practicar. La temperatura del agua tambi¨¦n puede ser un argumento clave, pues no es igual en la norte?a playa de Caminha (15 grados) que en la sure?a Manta Rota (22 grados). La costa portuguesa lo ofrece todo a menos de tres horas de Lisboa.
A MEDIA HORA
01 Adraga, para sibaritas
Bajando desde la m¨¢gica monta?a de Sintra, entre bosques y carreteras estrechas, se llega a la playa de Adraga, un encanto entre rocas y el mirador del restaurante del mismo nombre, que es, fuera de estaci¨®n, el principal motivo para llegar hasta aqu¨ª. La playa perfecta para un d¨ªa de coche, con paradas en rincones ¨²nicos.
02 El Guincho, para¨ªso kitesurfero
Al norte de Cascais, en el parque natural de El Guincho, en el extremo m¨¢s lejano se encuentra la playa del mismo nombre. La carretera y la ciclov¨ªa se llenan de la arena de las dunas, que van y vienen por la fuerza del viento. La playa es el sue?o de los kitesurfistas y de los que quieren contemplar el paisaje. M¨¢s complicado es estirar la toalla; eso solo se puede hacer en d¨ªas apacibles y en El Guincho son escasos.
03 Ribeira y Rebelo de Sousa
Siempre que puede, el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, se ba?a en la playa de la Ribeira, en el centro urbano de la se?orial Cascais. Es la playa urbana perfecta para salir, darse un chapuz¨®n, secarse y ducharse de vuelta en casa. O en el hotel. Por ejemplo, el Baia, que mira la playa desde su terraza. Unos metros m¨¢s all¨¢, otra opci¨®n es alojarse en el Albatroz, frente a otro arenal urbano de Cascais.
04 Carcavelos, para marchosos
Antes y despu¨¦s de los festivales de m¨²sica que se celebran en las cercan¨ªas de Lisboa, sus amantes descansan en Carcavelos. La vecina parada del tren Lisboa-Cascais la convierte en la playa m¨¢s popular y animada de esta costa. Perfecta para la juventud danzarina y con ganas de marcha, presente o futura.
05 Con bici a Cova do Vapor
Suba la bici al ferri de la estaci¨®n lisboeta de Bel¨¦m, b¨¢jese en Trafaria, pedalee un kil¨®metro hasta Cova do Vapor. Es la punta de la inmensa costa de Caparica, unos 15 kil¨®metros de arenal plano que da para hacer el d¨ªa a pie, sin agobios de caravanas de coches y aparcamientos ardientes. El transporte p¨²blico es en este caso adem¨¢s de barato tambi¨¦n c¨®modo, pues los barcos que cruzan el Tajo salen cada media hora desde y de vuelta al centro de Lisboa.
06 Bela Vista, con y sin textil
En la costa de Caparica, m¨¢s que una playa, Bela Vista es una zona entre los 15 kil¨®metros de un arenal perfecto. En las dunas semisalvajes por donde discurre el trenecito Transpraia (bajarse en la parada 17) predomina el nudismo masculino, pero en la playa conviven pl¨¢cidamente el nudismo diverso, incluso familiar, y el textil, que busca lugares con m¨¢s espacio.
A UNA HORA?
07 Foz do Arelho, muy familiar
Lagoa de ?bidos es una maravilla para las familias. Su laguna con salida al oc¨¦ano permite elegir el mejor lugar donde instalarse en funci¨®n de la compa?¨ªa o de lo que se quiera hacer. La laguna es perfecta para los practicantes del remo, por sus aguas tranquilas, y para los que gusten de avistar pajarillos y descubrir florecillas; ya en la desembocadura se encuentra la playa de la Foz do Arelho, de aguas poco profundas, m¨¢s calientes que las del mar abierto, y con todas las comodidades para un p¨ªcnic familiar, pues alquilan casetas de toldos que protegen de los cuatro vientos.
08 Supertubos, la de los surferos
En esta playa de Peniche se celebra la ¨²nica prueba ib¨¦rica del circuito mundial de surf. Por la fama de sus olas tubulares, el sue?o de cualquier surfista, la playa ha cambiado el nombre cl¨¢sico de Med?o Grande. Su ¨¦poca alta es en octubre, cuando se disputa la prueba de estos jinetes de las olas, especializados en la cabriola. Quien busque, simplemente, bajar olas gigantes, v¨¢yase m¨¢s al norte, a Nazar¨¦.
09 Galapinhos y sus galardones
Situada en el parque natural de Arr¨¢bida, los votantes de European Best Destinations la eligieron como la mejor playa de Europa de 2017. Aguas transparentes y pl¨¢cidas rodeadas de verde; fondos marinos interesantes para los buceadores. Una playa ¨ªntima como hay muchas en la costa atl¨¢ntica portuguesa, pero ninguna cuenta con un galard¨®n para exhibir como el de Galapinhos.
10 Eco-chic en Pego
En la enorme lengua de arena y dunas que es Comporta y sus arrozales se encuentra la playa de Pego. Nada hay que la separe de otras anteriores (Aberta Nova) o posteriores (Carvalhal). Sus arenas parecen una pasarela de modelos, socorristas incluidos. Hasta hace dos a?os era la playa del clan Esp¨ªrito Santo, ahora no se les ve, aunque siguen siendo los due?os de casi todo lo de alrededor, pero embargado. El restaurante Sal es el lugar donde dejarse ver, pero si se quiere comer igual con precios un 30% m¨¢s baratos, el Carvalhal es la elecci¨®n perfecta.
A DOS HORAS
11 La playa de Am¨¢lia Rodrigues
La leyenda de Am¨¢lia Rodrigues tiene un halo de misterio. Si hay quien besa por donde pas¨® Elvis, otros hay que beben los vientos por la gran fadista portuguesa. Ella ten¨ªa una discreta casa en Brej?o, ya casi en la Costa Vicentina, junto a una playa a¨²n m¨¢s rec¨®ndita, que ahora se conoce por la de Am¨¢lia, pues de tan discreta ni nombre ten¨ªa. Despu¨¦s de muchos a?os cerrada la casa, ya es posible hospedarse en ella, incluso en su habitaci¨®n, y disfrutar de las plantas que ella misma cuid¨®. Tambi¨¦n se puede acceder a la playa entre senderos robados a los pinares y a la maleza, pero no hay se?ales que faciliten el camino.
12 Brejo Largo, la salvaje
En plena Costa Vicentina, la costa m¨¢s virgen del litoral continental del pa¨ªs ¡ªdonde se llega a la mayor¨ªa de sus playas por pasarelas de madera¡ª, se esconde la playa de Brejo Largo, totalmente inaccesible. Hay que abrirse camino a pie entre maleza y riscos hasta llegar a un lugar maravilloso y solitario de verdad, incluso en verano.
13 Carrapateira, dulce y salado
Los j¨®venes con tabla, se suban a ella o no, prefieren la vecina playa de Amado, pero si se busca un arenal para todos, este es sin duda Carrapateira. Espacio suficiente, olas, un pueblo vecino con servicios y vidilla nocturna y, sobre todo, la lengua de agua dulce de la r¨ªa de Bordeira, que desemboca en la playa, convirti¨¦ndola en un doble espacio de placer: ni?os y familias prefieren las lagunas calentitas de la r¨ªa mientras que los m¨¢s lanzados deciden saltar olazas saladas.
14 Isla Deserta, para ermita?os
Se llama as¨ª porque no hay nada m¨¢s que arena y agua salada. Est¨¢ en una de las islas que forman el estuario de la r¨ªa Formosa, y solo se puede llegar en un barco que sale de Faro. Una vez en la isla, la ¨²nica edificaci¨®n es un restaurante, que hace buenos pescados a la parrilla. Ning¨²n otro artificio en sus 15 kil¨®metros de arena. Flora y fauna est¨¢n protegidas.
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