24 horas en... Ciudad del Cabo
Cosmopolita y en un emplazamiento geogr¨¢fico fascinante, la urbe sudafricana vivi¨® la liberaci¨®n de Mandela en 1990 y se enorgullece de su hedonismo y liberalidad
Con caf¨¦s tan hipsters como los de Berl¨ªn, una oferta gastron¨®mica que emula a la de Nueva York y unos locales con un dise?o que mira a Copenhague, no es de extra?ar que recorriendo las calles de Ciudad del Cabo uno se olvide f¨¢cilmente de que est¨¢ aqu¨ª: en ?frica. Esta ciudad de 3,7 millones de habitantes, al borde del mar y a los pies de la omnipresente Table Mountain, es una de las favoritas de los turistas que eligen el sur de ?frica como destino. Tambi¨¦n es una de las m¨¢s abiertas del continente. La Constituci¨®n posapartheid introdujo la prohibici¨®n de discriminar a los homosexuales, y el matrimonio entre personas del mismo sexo es legal. Y eso es algo que se celebra por todo lo alto con el mayor carnaval gay de ?frica: el Mother City Queer Project. Pero existe otra realidad: la de los guetos del extrarradio en los que se acumula la poblaci¨®n negra y mestiza. Una realidad alejada al centro tur¨ªstico, a la que, curiosamente, se puede acceder con un tour organizado.
8.00 En telef¨¦rico a la monta?a
Subimos a la Table Mountain (1) en telef¨¦rico. Las entradas se pueden adquirir por anticipado en www.tablemountain.net. Desde que se construy¨® en 1929, m¨¢s de 25 millones de visitantes lo han utilizado. Es toda una experiencia. Con las vistas desde lo alto se comprende el aura que rodea a esta monta?a de 1.085 metros. Arriba, un circuito circular pasa por Maclear¡¯s Beacon, el punto m¨¢s alto. Son solo 45 minutos.
10.00 Frutas para los marineros
En Uber ¡ªuna forma r¨¢pida, segura y econ¨®mica para moverse¡ª nos dirigimos a Company¡¯s Gardens (2). Aqu¨ª la Compa?¨ªa Neerlandesa de las Indias Orientales cultivaba las frutas y verduras destinadas a abastecer a los marineros que se dirig¨ªan a Asia (una iniciativa de los primeros expedicionarios holandeses asentados en la zona que se remonta a mediados del siglo XVII). En las proximidades est¨¢ la South African National Gallery (3) (www.iziko.org.za), en la que se disfruta de la diversidad de su colecci¨®n de arte africano.
12.00 Los colores de Long Street
Nos dirigimos a Long Street (4), una de las calles m¨¢s vibrantes de la ciudad. Las casas de colores de estilo victoriano con balcones de hierro forjado albergan caf¨¦s, restaurantes, bares de copas, estudios de tatuajes o peluquer¨ªas afro. Aqu¨ª se encuentra de todo: artesan¨ªa africana ¡ªen el imponente Pan African Market (en el n¨²mero 76)¡ª, antig¨¹edades ¡ªen el Long Street Antique Arcade (n¨²mero 127)¡ª y librer¨ªas con una excelente selecci¨®n de publicaciones sobre ?frica como Select Books (n¨²mero 232). Si le gusta el arte contempor¨¢neo, est¨¢ en la zona perfecta. Gire a la derecha por Church Street. En esta calle (y en el barrio de Woodstock) se acumulan las galer¨ªas. No se pierda la AVA Gallery (5) (ava.co.za), en el n¨²mero 35. Contin¨²e hasta el Slave Lounge (www.iziko.org.za; Adderley Street, 49), el centro de comercio de esclavos m¨¢s antiguo de Sud¨¢frica, ahora convertido en museo.
13.00 Cocina afromalaya
Estamos en Bo-Kaap. Subimos por Wale Street para adentrarnos en uno de los barrios m¨¢s pintorescos por sus vivos colores. Paramos a comer en Biesmiellah (6) (Upper Wale Street, 2), un restaurante de comida halal con platos tradicionales de la cocina afromalaya y bobotie (un plato t¨ªpico sudafricano). El local es sencillo y sin glamour, pero exquisito. Deje la sofisticaci¨®n para la noche.
14.00 Mercadillo en Greenmarket
En Strand Street entramos en el Alexander Theater (7) (n¨²mero 76) para tomar un caf¨¦ y consultar la programaci¨®n de este bar de estilo decimon¨®nico con una peque?a sala de conciertos y performances en el primer piso (alexanderbar.co.za). En Greenmarket Square (8) hay un mercadillo de artesan¨ªa todos los d¨ªas. Por Darling Street llegamos al City Hall (9), el Ayuntamiento desde donde Nelson Mandela pronunci¨®, en febrero de 1990, su primer discurso tras ser liberado (¡°?frica es nuestra¡±), y bordeamos el Castillo de Buena Esperanza (10) (www.castleofgoodhope.co.za), la fortificaci¨®n en forma de estrella construida por los holandeses.
15.00 El pr¨®ximo barrio de moda
Nos adentramos ahora en el distrito Seis. Y entramos en el original District Six Museum (11) (www.districtsix.co.za; Buitenkant Street, 25A). Un antiguo residente nos cuenta la historia del lugar: en 1966, tras ser declarado ¡°zona blanca¡±, 60.000 personas fueron desalojadas y confinadas en los townships (¨¢reas reservadas para los no blancos). Dicen que esta zona ser¨¢ la pr¨®xima de moda. La gentrificaci¨®n es patente. Nos damos una vuelta por Harrington Street para comprobarlo. Y hojeamos libros en la Book Lounge (12) (www.booklounge.co.za; Roeland Street, 71), una librer¨ªa independiente.
17.00 Atardecer en el puerto
El V&A Waterfront (www.waterfront.co.za) es el puerto y uno de los puntos de mayor concentraci¨®n de locales de ocio. Hay tiendas, bares y restaurantes para todos los bolsillos. Entramos en el Food Market (13) (waterfrontfoodmarket.com) para comer unas ostras y saborear el vino. La excursi¨®n a Robben Island, donde Mandela estuvo preso 18 a?os, sale desde aqu¨ª. Dura cuatro horas. Existe la posibilidad de ver atardecer en un minicrucero.
19.00 Tres zonas para cenar
Para cenar e irse de marcha contamos con tres zonas. De Waterkant (14) congrega los bares y clubes de ambiente gay: Crew Bar (Napier Street, 30), Beulah Bar (Somerset Road, 28), y el Amsterdam Action Bar (Cobern Street, 12) para los m¨¢s fiesteros. En Observatory (15) conviven j¨®venes e inmigrantes africanos, y la Lower Main Road est¨¢ repleta de restaurantes y bares. Probamos la comida et¨ªope en el caf¨¦ Timbuktu (Lower Main Road, 16). Y luego nos pasamos por Drawing Room, un peque?o bar frecuentado por artistas que organiza exposiciones y m¨²sica en vivo (Station Road, 87). Para algo m¨¢s sofisticado, vamos a la zona de Kloof Street (16). El Kloof Street House, en el n¨²mero 30, es un aut¨¦ntico oasis. Para la carne y el dise?o minimalista, Ash (Church Street, 81), ubicado en una antigua carnicer¨ªa. Y para cerrar la noche, el Gin Bar (Wale Street, 64A), que promete curar todos los males con las ginebras locales.
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