Puerta de Bilbao, dise?o funcional a un paso de Bilbao

Tras 12 a?os de funcionamiento con la marca Novotel, el hotel emblem¨¢tico del Megapark barakaldarra resurge con una gesti¨®n independiente y un acicalado interior que pretende significar algo m¨¢s que un simple lavado de cara. Este nuevo Puerta de Bilbao convence porque el enlucido reticular del paralelep¨ªpedo que lo contiene, en hormig¨®n aplacado y cristal, no resta un ¨¢pice de humanidad a los servicios que presta un equipo profesional de lujo bajo la direcci¨®n de Roberto Delgado. Convence y seduce al traspasar el umbral desde la calle, frente al recinto ferial BEC y el jard¨ªn bot¨¢nico, porque lo que aparece ante los ojos del viajero es un enorme vest¨ªbulo, di¨¢fano y polivalente, que re¨²ne la zona de estar, la cafeter¨ªa, el restaurante, una galer¨ªa comercial, los salones de convenciones y el mostrador de recepci¨®n. Todo dise?o y artificio de Jes¨²s Gonzalo Aristondo, creador del estudio de arquitectura Deurbe, que remat¨® esta vasta superficie de acogida con amplias cristaleras y unas paredes revestidas de cobre envejecido. Al fondo da la nota festiva una estrecha piscina exterior.

En ocasiones, el lobby comunal exhibe un Ford A de 1927, en coincidencia con la feria del veh¨ªculo de ¨¦poca Retro Cl¨¢sica Bilbao. Su escultural silueta crea ambiente y sugiere la posibilidad de conocer el garaje gratuito del hotel, con capacidad para 100 coches. Mayor comodidad, imposible. El centro de Bilbao queda a solo 15 minutos en la l¨ªnea 2 del metro.

Quien persiga desayunos restauradores quedar¨¢ satisfecho ante la variedad y colorido del buf¨¦, pero tambi¨¦n esperar¨¢ algo m¨¢s de sus elaboraciones, m¨¢xime cuando la zona comercial que rodea el establecimiento asegura la log¨ªstica y mucha clientela de paso. Las cenas ofrecen una buena opci¨®n para el pasajero al m¨®dico precio de 16,50 euros.

Arriba, las 203 habitaciones resumen el car¨¢cter pr¨¢ctico de este hotel. En la limpieza de su decoraci¨®n y amueblamiento se significa la pulcritud de los espacios, la lencer¨ªa de cama, el ajuar del ba?o. Y el generoso porte de las camas, de categor¨ªa queen incluso en los dormitorios est¨¢ndar, cuya luminosidad alimenta el buen orden de los espacios. Signos indiscutibles de un funcionalismo apropiado tanto para estancias de ocio como de negocio.