Canena, el reino de las aceitunas
Ruta entre olivares por la comarca de La Loma, en Ja¨¦n, con paradas en museos, almazaras y restaurantes donde el aceite de oliva es una exquisitez
El sue?o de quienes forman parte del mundo del aceite es que un d¨ªa este tenga el mismo pedigr¨ª que el vino. Que uno vaya a un restaurante y le muestren una carta con sus variedades. Y que siguiendo el modelo del enoturismo, consiga un gran poder de convocatoria. Ese d¨ªa no est¨¢ muy lejano y Ja¨¦n es la avanzadilla. Una incursi¨®n por ?beda y Baeza, ciudades patrimonio mundial, y Canena (un enclave de 15 kil¨®metros a la redonda en la comarca de La Loma) da para conocerlo todo sobre el oro l¨ªquido, que se ha aliado con la gastronom¨ªa de la zona para hacer causa com¨²n y ganar adeptos.
La primera parada es el centro de interpretaci¨®n Olivar y Aceite, en ?beda (corredera de San Fernando, 32), situado en un bello edificio del siglo XVII, La Casa de Tercia, que estaba abandonado. De aqu¨ª se sale siendo casi un entendido: las exposiciones y paneles, a modo de t¨²nel del tiempo, recorren el proceso de elaboraci¨®n del aceite desde la antig¨¹edad hasta hoy, desde el olivo hasta que llega a la bodega. Es muy activo: ofrece visitas a olivares y almazaras, talleres y degustaciones diarias (hay m¨¢s de 300 variedades de aceitunas).Tiene adem¨¢s tienda, una cocina que inaugur¨® el chef Dani Garc¨ªa y hasta una zona infantil para empaparse cuanto antes de esta cultura milenaria. Si se quiere ampliar, el Archivo Hist¨®rico Municipal, en el palacio V¨¢zquez de Molina, obra renacentista como tantas aqu¨ª, es una mina. Y est¨¢ en la plaza del mismo nombre, una de las m¨¢s bellas.
En el centro de interpretaci¨®n del Aceite, en ?beda, se ofrecen visitas, talleres y degustaciones. Adem¨¢s, tiene tienda
Picor o amargor
Por supuesto, en este centro se programan catas, m¨¦todo infalible para desmontar algunos mitos sobre el aceite. Por ejemplo, si pica o amarga, ?est¨¢ malo? Nada m¨¢s lejos; esto depende del tipo de aceituna, incluso el picor y amargor son considerados dos atributos positivos en los an¨¢lisis. De los tipos de aceite tambi¨¦n saben en la Cantina La Estaci¨®n (Cuesta Rodadera, 1), donde siguen la m¨¢xima de que un buen aceite ¡ªsiempre extra virgen, que no tiene ning¨²n defecto¡ª da imagen y es un valor a?adido. Una botella diferente preside cada mesa. Hasta las etiquetas, obra de Isabel Cabello, est¨¢n dise?adas (como dicen aqu¨ª, ¡°vestir la botella¡±). Otros restaurantes para comer o picar: Amaranto (Hortelanos, 6), La Imprenta (plaza del Doctor Quesada, 1) o Antique (Real, 25), en una calle a espaldas del parador (plaza de V¨¢zquez de Molina, s/n), que es un fil¨®n para tapear (por estos lares las tapas son gratis). Y no perderse la Taberna Misa de 12 (plaza del 1 de Mayo), no m¨¢s de 20 metros cuadrados por los que merece la pena hasta madrugar, suele estar petado. Y aunque suene obvio, no se debe salir de ?beda sin contemplar otros monumentos, algunos escenarios de novelas de Mu?oz Molina, como la Casa de Las Torres (plaza de San Lorenzo, 7), gran obra del plateresco, y, en la misma plaza, la iglesia de San Lorenzo, adem¨¢s de Santa Mar¨ªa de los Reales Alc¨¢zares (plaza de V¨¢zquez de Molina). Y para despedirse con las mejores vistas, el mirador de San Lorenzo.
Bodega de aceite de 1848
Baeza, a 10 kil¨®metros de ?beda, tiene la mitad de habitantes (16.000) pero un patrimonio igualmente admirable. Empezando por la plaza del P¨®pulo, la catedral, el palacio de Jabalquinto (fachada g¨®tica, escalera barroca y patio renacentista) o la antigua Universidad de Baeza, con su patio manierista y el aula donde ense?¨® el poeta Antonio Machado.
Volviendo a la ruta, la Casa del Aceite (plaza de la Constituci¨®n, 9) ofrece catar y comprar cualquier cosa que huela a grasa (vegetal, buena). Y si hay tiempo, a 10 kil¨®metros se encuentra el entorno de La Laguna, declarado paraje natural, que merece la pena para un receso. Conviene visitar asimismo la escuela de formaci¨®n Hacienda La Laguna (Puente del Obispo, s/n), de donde ha salido la nueva generaci¨®n de cocineros y que incluye una granja escuela para que peque?os y mayores se empapen de naturaleza, y el Museo de la Cultura del Olivo, donde ense?an hasta a hacer jab¨®n (de aceite, claro). Atenci¨®n a su bodega, de 1848, arquitectura industrial con reminiscencias centroeuropeas. Y como aqu¨ª tambi¨¦n se come, un cl¨¢sico que no falla, El P¨¢jaro (paseo de Portales Tundidores, 5); Taberna El Arcediano (Barbacanas, 4) o Palacio de Gallego (Santa Catalina, 5).
Un balneario y un castillo
Para cambiar de aires, a 10 kil¨®metros por una carretera con un paisaje cautivador se llega a Canena, con castillo, balneario y una cooperativa fundada en 1927 que hacen que este pueblo de 1.900 habitantes disfrute de una econom¨ªa boyante. Jos¨¦ Manuel G¨¢mez, de la cooperativa Tierras de Canena (Manuel Reyes, 21), cuenta que esta poblaci¨®n ¡°es la mayor productora mundial de aceite virgen por hect¨¢rea¡±. Solo su cooperativa produce de media 3,9 millones de litros anuales, de los cuales el 90% se destina a granel a grandes marcas y se exporta tambi¨¦n a Italia y Portugal (el 10% se embotella y se vende aqu¨ª). A pocos metros sobresale el castillo de Canena (Castillo, 7), un edificio del XVI, de Andr¨¦s de Vandelvira, que tambi¨¦n ofrece sus aceites. Y como colof¨®n, el balneario de San Andr¨¦s (carretera de C¨®rdoba-Valencia, kil¨®metro 137), donde lo mejor es zambullirse en sus aguas minero-medicinales y relajarse. ?Nos queremos despedir con mesa y mantel de la zona? En Linares, a 16 kil¨®metros de Canena, son buenas opciones el restaurante Los Sentidos (Doctor, 13) o la Taberna Canela en Rama (Rep¨²blica Argentina, 12), en los que el hilo conductor es, una vez m¨¢s en esta tierra, el aceite.
Artesan¨ªa en alza
De vuelta en ?beda, descubrimos la artesan¨ªa local, que hasta tiene un barrio. Generaciones de ceramistas y alfareros contin¨²an una tradici¨®n que ahora se est¨¢ revalorizando. A Paco Tito, despu¨¦s de tantos a?os ¡ªy de recibir el Premio Nacional de Dise?o 1972 y el de Alfarer¨ªa en 1973¡ª, es f¨¢cil verle sentado decorando una de sus obras, y a la vez, acompa?ado de su hijo, custodiando el Museo Alfarer¨ªa Paco Tito (Valencia, 2) en la primera planta. En esta misma calle, otras dos alfarer¨ªas, Alonso G¨®ngora (en el n¨²mero 2) y Almarza (en el 36). Otro Tito de la misma familia (y tambi¨¦n su hijo, esto se hereda) regenta Alfarer¨ªa Tito (plaza del Ayuntamiento, 12), un lugar donde perderse entre miles de piezas que han decorado pel¨ªculas como Alatriste o la serie ?guila roja. Fue galardonado con el Premio Nacional de Artesan¨ªa en 2006 y 2012. Otro oficio artesano, el del esparto, encuentra su lugar en Ubedies Artesan¨ªa (Real, 47), donde adem¨¢s de realizar objetos de fibras naturales, recuperan desde hace 75 a?os las alfombras Ubed¨ªes, hechas en ?beda desde el siglo XI.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.