Este es el pa¨ªs que hay que descubrir en 2018, seg¨²n Lonely Planet
10 razones por las que hay que viajar hasta este rinc¨®n del mundo, entre paisajes lunares, joyas geol¨®gicas y buceo con tiburones ballena
Hay pocos pa¨ªses que re¨²nan en tan poco espacio paisajes tan surrealistas como los de Yibuti: lagos salados, llanuras hundidas por debajo del nivel del mar, chimeneas calc¨¢reas que expulsan fumarolas, mesetas bas¨¢lticas y volcanes extintos. Un pa¨ªs realmente aut¨¦ntico, lleno de sorpresas (y fuera de los circuitos tur¨ªsticos convencionales), donde tener experiencias alucinantes al aire libre y practicar ecoturismo de verdad, como dormir en alojamientos sostenibles que ofrecen una inmersi¨®n fascinante en la vida de las tribus n¨®madas.
Yibuti es un territorio donde se separan las placas tect¨®nicas y el magma se asoma bajo una corteza terrestre cada vez m¨¢s fina, en forma de fumarolas. Geol¨®gicamente es un espect¨¢culo ¨²nico, pero como los humanos solo tenemos capacidad de ver la superficie, Yibuti regala playas muy atractivas, fondos extraordinarios para el submarinismo y una cultura muy original e inalterada.
1. Las visitas imprescindibles
Un viaje por Yibuti debe pasar por escenarios tan extraordinarios como los cristales de sal del lago Assal, un cr¨¢ter rodeado de cerros negros a 155 metros por debajo del nivel del mar. Tambi¨¦n por el macizo de Goda, que alcanza los 1.750 metros de altitud, donde realizar una excursi¨®n para conocer el encanto de los pueblos afar. O descubrir otra joya geol¨®gica, el lago Abbe, un paisaje extraterrestre de fumarolas puntiagudas que lanzan gases desde las profundidades terrestres.
Igual de sorprendentes resultan los grabados neol¨ªticos sobre las rocas de Abourma o la ex¨®tica bah¨ªa de Goubbet, agazapada en el extremo oeste del golfo de Tadjoura, uno de los lugares del mundo donde se puede bucear con tiburones ballena muy cerca de la costa. Tan cerca, que es posible observarlos solo con tubo y gafas.
2. Chimeneas extraterrestres en el lago Abb¨¦
No hay nada en el mundo parecido al lago Abb¨¦, un paisaje salpicado de fuentes termales y fumarolas fruto de milenios de actividad volc¨¢nica y de la erosi¨®n del viento. Un trozo de luna en la Tierra trufado de cientos de surrealistas chimeneas (algunas hasta de 50 metros de altura) que expulsan nubes de vapor. Es un sitio inh¨®spito a primera vista pero no deshabitado: los numerosos manantiales termales, ricos en minerales, permiten regar las granjas de n¨®madas locales, cuyos camellos y cabras pastan en la zona. El mejor momento para visitarlo es al amanecer, cuando las chimeneas parecen calentar el aire matutino y los flamencos se congregan a orillas del lago. Todav¨ªa mejor es llegar a ¨²ltima hora de la tarde, pernoctar y marcharse a la ma?ana siguiente, ya que al atardecer, cuando el sol se pone por detr¨¢s de las chimeneas, el paisaje parece casi m¨¢gico.
Para visitar el lago Abb¨¦ (a 140 kil¨®metros al suroeste de la capital) es imprescindible un gu¨ªa, no solo para llegar, sino tambi¨¦n para mantenerse alejado de las arenas movedizas que hay en ciertas zonas de la orilla. Tambi¨¦n con gu¨ªa se puede hacer un circuito por los manantiales humeantes o subir (con cuidado) por algunas chimeneas: desde La Grande Chemin¨¦e hay geniales vistas del lago y la llanura circundante.
3. Assal, el punto m¨¢s bajo de ?frica
La versi¨®n yibutiana del mar Muerto, el lago Assal, es el tercer punto m¨¢s bajo del planeta, a 155 metros por debajo del nivel del mar. Como la mayor¨ªa de los lagos de Yibuti, que son salinos y albergan fabulosas formaciones cristalinas, las orillas del Assal est¨¢n recubiertas de sal gema. Rodeado de espectaculares monta?as volc¨¢nicas, no hay nada como dar un paseo por la costra salada o zambullirse en sus aguas salobres.
El lago est¨¢ a poco m¨¢s de 100 kil¨®metros al oeste de la capital (desde la que se llega en circuitos guiados por una aceptable carretera asfaltada; no hay transporte p¨²blico hasta all¨ª) y est¨¢ considerado uno de los fen¨®menos naturales m¨¢s espectaculares de ?frica. Esta enorme depresi¨®n es el punto m¨¢s bajo del continente y ofrece una visi¨®n impresionante rodeada de oscuros volcanes inactivos. Sus aguas de color aguamarina est¨¢n bordeadas por un enorme campo de sal con un espesor de 60 metros. Los bancos de sal y aljez rodean el lago en un radio de m¨¢s de 10 kil¨®metros y el cegador color blanco crea un fuerte contraste con los negros campos de lava circundantes. El agua est¨¢ totalmente saturada de sal.
4. Otra forma de hacer monta?ismo en Goda
Al noroeste del golfo de Tadjoura, las monta?as Goda son una rareza que alcanza los 1.750 metros de altitud. Es una de las pocas zonas verdes de Yibuti, entre los secos paisajes des¨¦rticos. En los alrededores hay unas diversas aldeas afar en las que merece la pena pasar un par de d¨ªas para empaparse de su encanto. Es muy f¨¢cil quedarse r¨¢pidamente enamorado de la tranquilidad y el pausado estilo de vida de la regi¨®n.
Las monta?as Goda son muy apreciadas por los excursionistas, ya que varios emprendedores afar han instalado campamentos tur¨ªsticos respetuosos con el medioambiente en aldeas como Dittilou y Day, que consisten en daboytas (caba?as tradicionales) con duchas y ba?os compartidos. En las monta?as encontraremos lugares como el oasis de Bankoual¨¦, verde y f¨¦rtil, que tiene uno de los entornos m¨¢s espectaculares de Yibuti, con asombrosos paisajes de monta?a, ca?ones, jardines en bancales y pintorescas cascadas. Otra atractiva ruta es la que conduce hasta la Grotte de la Chauve-Souris (cueva del Murci¨¦lago), cuatro horas de camino que requieren de un gu¨ªa, ya que los senderos no est¨¢n se?alizados y es f¨¢cil perderse. Dittilou, a 700 metros sobre el nivel del mar, sorprende tambi¨¦n con un paisaje de bosques y miradores envueltos en la niebla, una ins¨®lita explosi¨®n de vegetaci¨®n en medio de una zona des¨¦rtica.
Pero el ¨²ltimo gran im¨¢n tur¨ªstico de la zona es el For¨ºt du Day, una peque?a reserva natural a 1.500 metros de altura donde la gran condensaci¨®n de agua crea un entorno singular de ¨¢rboles y plantas y las temperaturas nocturnas pueden bajar hasta los 0?C. Adem¨¢s acoge a la ¨²nica especie de ave end¨¦mica del pa¨ªs, el francol¨ªn somal¨ª. Hasta aqu¨ª se llega solo en todoterreno con conductor y se puede dormir en el ¨²nico alojamiento del bosque: un campamento tur¨ªstico con caba?as tradicionales pero muy acogedoras.
5. Geolog¨ªa ins¨®lita en Les Allols
No se le da el mismo bombo que a los emblem¨¢ticos lagos Assal y Abb¨¦, pero la depresi¨®n de Les Allolses uno de los lugares naturales m¨¢s espectaculares del Cuerno de ?frica. El paisaje es una extraordinaria exhibici¨®n geol¨®gica de fallas, pliegues, lava antigua, campos de sal y rocas ¨ªgneas. Es posible ir en todoterreno hasta un gran oasis habitado a la entrada de este paraje, pero la mejor manera de explorar la maravilla geol¨®gica de Les Allolses es atravesar la depresi¨®n a pie, en un viaje de entre dos y cuatro d¨ªas que organizan agencias locales y que puede combinarse con la visita al lago Assal.
6 Submarinismo en Tadjoura
Aunque no resulte tan popular como Egipto como destino para submarinistas, en el golfo de Tadjoura hay unos fabulosos pecios y amplias posibilidades para inmersiones de poca y gran profundidad para principiantes y buceadores m¨¢s experimentados, respectivamente. Aunque se puede hacer submarinismo todo el a?o, la mejor ¨¦poca es de noviembre a marzo. Muchas de las zonas de buceo est¨¢n frente a las islas de Maskali y Moucha, en el golfo de Tadjoura, pero lo mejor es dirigirse al enorme Le Faon, un carguero de 120 metros de eslora y a 27 de profundidad sobre un lecho de arena. Otros pecios que vale la pena explorar son el Arthur RimbaudW2, un remolcador, y el cercano ¡°Nagfa¡±, un peque?o barco et¨ªope a unos 32 metros de profundidad.
Quienes prefieran ver fauna marina puede nadar entre arrecifes en Rombant Point, donde se pueden ver infinidad de peces, as¨ª como en Le Canyon, un lugar relajante apto para principiantes. Tambi¨¦n hay espectaculares puntos de inmersi¨®n desperdigados a lo largo de la orilla sur del golfo de Tadjoura y la bah¨ªa de Goubbet, m¨¢s al oeste.
7. Nadar con tiburones ballena
Tadjoura es un peque?o y pintoresco lugar a la sombra de las verdes monta?as Goda y con el resplandeciente mar azul a sus puertas. Con sus palmeras, sus casas encaladas y sus numerosas mezquitas, tiene un cierto aire ¨¢rabe. Aqu¨ª hay poco que hacer aparte de pasear y empaparse del ambiente, pero es un lugar genial para pasar unas cuantas horas antes de visitar la Plage des Sables Blancs y Obock.
Pero Tadjoura es realmente famoso por sus Rhincodon typus, el tibur¨®n ballena,?una de las criaturas m¨¢s impresionantes de la naturaleza. Son muchos los ejemplares que cada a?o, de noviembre a enero, cruzan el golfo y contemplarlos en el agua es una experiencia inolvidable.
8. D¨ªas de playa en Yibuti
Nadie viajar¨ªa a Yibuti solo para ir a la playa, pero una vez all¨ª, hay que aprovechar la oportunidad. A la playa de Sables Blancs, a siete kil¨®metros al este de Tadjoura, acuden los expatriados a pasar el fin de semana. Es un lugar tranquilo, para tomar el sol sobre la arena resplandeciente y buenas instalaciones. La ¨²nica dificultad reside en elegir entre hacer buceo con tubo, practicar kayak o echarse una siesta.
La otra propuesta playera es Obock, una peque?a ciudad olvidada que tiene cierto ambiente de ¨²ltima frontera, muy diferente al jaleo de la capital. Sobrevive gracias a su peque?a industria pesquera y los visitantes pueden disfrutar casi en solitario de tranquilas playas doradas y algunos de los mejores arrecifes de coral del pa¨ªs Tres curiosidades en Obock: el cementerio Mart¨ªn, que alberga las tumbas de los soldados franceses que murieron de camino a Indochina entre 1885 y 1889; el aislado Faro de Ras Bir, a unos seis kil¨®metros hacia el este, de ambiente sobrecogedor, y por ¨²ltimo, la Casa del Gobernador. Fue aqu¨ª donde empez¨® el colonialismo franc¨¦s en 1862, cuando los sultanes afar vendieron sus tierras a los franceses, que iniciaron la construcci¨®n de la ciudad, pronto eclipsada por Yibuti capital. De su glorioso pasado solo queda esta mansi¨®n, el primer edificio oficial construido en Obock.
9. Admirar petroglifos en Abourma
En 2008 un equipo de arque¨®logos franceses descubr¨ªeron un yacimiento de arte rupestre al norte de Randa, en un lugar accesible solo a pie. Representaciones humanas y de jirafas, vacas, ant¨ªlopes, ¨®rices o avestruces, animales que ya no se encuentran en la zona. Este fabuloso lugar alberga todo un muestrario de petroglifos bien conservados que datan del Neol¨ªtico y que resultan impresionantes tanto por su gran complejidad como por su incre¨ªble variedad.
El punto de partida para visitarlo es el peque?o asentamiento afar de Giba Gebiley (22 kil¨®metros al norte de Randa) y solo se puede llegar alquilando un todoterreno con conductor, o en una excursi¨®n a pie de unas dos horas (ida y vuelta). La recompensa son espectaculares paisajes de onduladas colinas pedregosas, peque?as gargantas, ¨¢ridas crestas y enormes extensiones de grandes y ca¨®ticas rocas. No es un camino para todos los p¨²blicos: es necesario ir con un gu¨ªa que est¨¦ muy bien informado, y con varios litros de agua, sombrero y mucho protector solar porque no hay ning¨²n tipo de sombra durante el trayecto.
10. Ambiente local en Ciudad de Yibuti
La capital de Yibuti ha cambiado mucho desde su condici¨®n de destartalado puesto militar franc¨¦s en los a?os 80 y 90. Gracias a su importancia geoestrat¨¦gica y a su activo puerto comercial ha despertado de su letargo y se ha convertido en una ciudad pr¨®spera. Sin embargo, en el fondo sigue siendo un lugar sencillo donde los afar vestidos con ropas tradicionales conviven con soldados estadounidenses, mujeres somal¨ªes y hombres de negocios occidentales.
El centro se divide en dos barrios. Al norte, el europeo, en forma de cuadr¨ªcula, cuyo centro neur¨¢lgico es la Plaza del 27 Juin 1977 (o plaza M¨¦n¨¦lik), una extra?a mezcla de influencias ¨¢rabes y europeas con casas encaladas y arcadas ¨¢rabes, caf¨¦s, bares, restaurantes y tiendas. Al sur queda el barrio africano, la parte m¨¢s aut¨¦ntica, en torno a una enorme plaza dominada por el minarete de la gran mezquita Hamoudi, el edificio m¨¢s emblem¨¢tico de la ciudad. Hacia el este, el ca¨®tico Quartier 1 es un laberinto de callejones llenos de puestos y tiendas que resulta ideal para empaparse del ambiente local.
A ¨²ltima hora de la tarde se puede dar un agradable paseo por la calzada elevada que hay al noroeste del centro, desde el Palacio Presidencial, de inspiraci¨®n ¨¢rabe, hasta el puerto deportivo de L¡¯Escale, donde contemplar la gran variedad de barcos atracados: desde los tradicionales dhows ¨¢rabes hasta sencillos esquifes pesqueros y ferris que van hacia Tadjoura y Obock.
M¨¢s informaci¨®n en la nueva Gu¨ªa Lonely Planet de Etiop¨ªa y Yibuti y en www.lonelyplanet.es
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