Esta roca es una ermita
Iglesias y cuevas rupestres en una seductora ruta por Valderredible, entre Quintanilla de las Torres y Orbaneja del Castillo
Al sur de Cantabria, donde el Ebro se precipita despu¨¦s de remansarse en el pantano que lleva su nombre, se extiende el municipio de Valderredible (etimol¨®gicamente, valle de las riberas del Ebro), tambi¨¦n conocido como el valle del Rupestre. A lo largo de los 50 kil¨®metros que discurren entre las carreteras A-67 y N-623, que unen la zona con la meseta (entre las poblaciones de Quintanilla de las Torres y Orbaneja del Castillo, m¨¢s o menos), se desparrama toda suerte de ejemplos de arquitectura rupestre en los que la mano del hombre transform¨® la roca para convertirla en iglesias, necr¨®polis o cuevas.
Estos horadados rupestres se remontan a la baja Edad Media, cuando el valle fue refugio de anacoretas frente al dominio ¨¢rabe. La llegada de los primeros monjes a Valderredible es confusa. En principio se dat¨® entre los siglos VIII y X, con la aparici¨®n de poblaciones moz¨¢rabes al valle. Otra tesis, quiz¨¢ m¨¢s cabal, determina esa arribada entre los siglos VI y VII, coincidiendo con el m¨¢ximo esplendor de San Mill¨¢n de la Cogolla y el dominio de los visigodos en la zona.
Santa Mar¨ªa de Valverde
La mejor opci¨®n para conocer el arte rupestre del valle es recorrerlo desde el oeste. Despu¨¦s de visitar las cuevas de El Cuevat¨®n y Pe?a Horadada, en San Andr¨¦s de Valdelomar y San Mart¨ªn de Valdelomar, respectivamente, donde presumiblemente se instalaron comunidades de eremitas, se alcanza Santa Mar¨ªa de Valverde (y el centro de interpretaci¨®n de la arquitectura rupestre). Conocida como la catedral de las iglesias rupestres, incorpora una espada?a rom¨¢nica y una necr¨®polis medieval. El templo, donde se celebran oficios de forma regular, tiene dos naves y conserva una talla de Mar¨ªa amamantando a su hijo, una de las pocas que sorte¨® la destrucci¨®n decretada por el Concilio de Trento en 1564.
Dos necr¨®polis
El camino contin¨²a direcci¨®n a Polientes, la capital del municipio, hoy bastante despoblado despu¨¦s de sufrir una fuerte emigraci¨®n desde la explosi¨®n industrial de la d¨¦cada de 1960 (cuenta con escasos 1.000 habitantes censados en sus 54 pueblos). Muy cerca se encuentran la necr¨®polis de Santa Leocadia y la cueva de Pe?a Castrej¨®n (en Castrillo de Valdelomar) y la necr¨®polis de Santa Mar¨ªa de Pe?ota (en Susilla), uno de los mejores testimonios de los enterramientos excavados en roca, junto a la de San Pantale¨®n (en La Puente del Valle). Demuestran que el valle estuvo mucho m¨¢s poblado que en la actualidad. Las tumbas se labraban a la medida del difunto y con frecuencia tienen contorno antropomorfo.
Camino a Cadalso
Antes de llegar a Polientes se encuentra la iglesia de Santa Eulalia en Campo de Ebro, normalmente cerrada, pero que se puede contemplar a trav¨¦s de la puerta y ventana enrejadas. La siguiente parada est¨¢ en Cadalso, que se puede visitar despu¨¦s de tomar un aperitivo en la capital del municipio junto al r¨ªo, que ya se abalanza hacia sus ca?ones, o de comer en la cercana Ruerrero. Excavada en roca arenisca, la iglesia de San Cipriano de Cadalso muestra una puerta rematada por un arco de medio punto y dos vanos, uno, circular, y otro, rectangular, con un arco de medio punto enmarcado sobre la roca.
Arroyuelos y Presillas
De aqu¨ª hay que subir a Arroyuelos, y si no se va con gu¨ªa conviene pedir en la primera casa del pueblo las llaves para visitar la cueva-ermita. Es junto a la de Presillas la ¨²nica ermita del valle con dos alturas. Est¨¢ incrustada en una enorme mole rocosa, con distintos espacios, un arco de herradura y una gran columna, todo labrado en piedra. Tambi¨¦n cuenta con cuatro tumbas antropomorfas en el exterior.
El templo muestra signos de sucesivas ampliaciones y posibles anclajes que pudieron sustentar un segundo piso de madera. Dispone de un banco perimetral en la planta baja y en el lateral, a la altura del segundo piso, se alza una impresionante tribuna con escalera de acceso, todo ello labrado en la roca. La iglesia est¨¢ cerrada y abandonada al culto desde tiempos remotos.
Tres kil¨®metros m¨¢s adelante se llega a la iglesia rupestre de San Miguel de Presillas. Est¨¢ ubicada en un bosque, en un lugar recogido y m¨¢gico. Los restos de cer¨¢mica encontrada la sit¨²an entre los siglos VIII y X. La planta baja est¨¢ repartida en tres peque?as naves, separadas por dos pilares impresionantes.
Hasta los ca?ones del Ebro
El remate final, tras pasar por la cueva del Tobazo (en Villaescusa de Ebro), llega en San Mart¨ªn de Elines, donde sorprende una preciosa colegiata rom¨¢nica del siglo XII, que perteneci¨® a un monasterio moz¨¢rabe del siglo X. Pero Valderredible no es solo rupestre y rom¨¢nico. El valle y el curso del Ebro hacen que merezca mucho la pena expandirse tambi¨¦n en los cercanos ca?ones del r¨ªo, ya en la provincia de Burgos. Y muy cerca est¨¢ Sargentes de la Lora, donde se encuentra la explotaci¨®n petrol¨ªfera que revolucion¨® la comarca en los a?os sesenta con m¨¢s ruido que nueces.
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