Las 10 ciudades m¨¢s visitadas de Europa
Del Londres m¨¢s cl¨¢sico a la juvenil Dubl¨ªn, sin olvidar los caf¨¦s de Par¨ªs y el esp¨ªritu musical de Viena
Hay lugares que no est¨¢n expuestos a modas ni a tendencias, destinos que los viajeros tienen siempre en su lista de deseos. Son las ciudades m¨¢s visitadas, las m¨¢s deseadas, las que nadie deber¨ªa dejar de ver, al menos una vez en la vida. En Europa van desde Londres (Reino Unido), que recibe m¨¢s de 20 millones de viajeros cada a?o, hasta Dubl¨ªn, que supera los cinco millones.
?1. Londres, la irresistible
La capital brit¨¢nica sigue siendo la reina entre las ciudades europeas. Con m¨¢s de 20 millones de visitantes al a?o, no hay quien la desbanque del trono. En parte es por sus encantos cl¨¢sicos (el Parlamento, Buckingham Palace, el museo Brit¨¢nico¡); en parte es por las innumerables tiendas de moda, inabarcables y siempre a la ¨²ltima. Tambi¨¦n es la ciudad m¨¢s visitada por la multiculturalidad de sus barrios y porque no deja de evolucionar. Es casi imposible seguirle el ritmo. Entre sus nov¨ªsimos hoteles, se acaban de incorporar algunos dignos de ser vistos, como The Principal, en un edificio de terracota de finales del siglo XIX que antes era el Russell Hotel, un cl¨¢sico cuyo sal¨®n sirvi¨® de modelo para dise?ar el sal¨®n del Titanic. El interiorismo del nuevo establecimiento mezcla las camas con dosel con el dise?o m¨¢s contempor¨¢neo, y est¨¢ en pleno barrio de Bloomsbury, cada vez m¨¢s de moda y recuperado. Al hotel tampoco le faltan un restaurante de moda, el Neptune, y un caf¨¦ c¨¢lido al que apetece ir, el Burr & Co.
Londres no ser¨ªa Londres sin sus clubs, tanto los privados como los nocturnos. Sobre estos ¨²ltimos, el m¨¢s famoso y de moda es el nuevo Annabel`s, extravagante y completamente diferente al otro nuevo local de moda, el 5 Hertford Street, tambi¨¦n muy esnob y exclusivo, ambos en el barrio de Mayfair. El problema es que si uno no tiene un socio amigo, no se puede entrar. Tampoco se puede acceder sin ser socio, en este caso socia, a The AllBright, el primer club de la ciudad solo para mujeres. Pero no pasa nada: la ciudad est¨¢ llena de clubs como el White City House, en el Soho, en el antiguo estudio de la BBC: tiene habitaciones, salones donde tomar el t¨¦ de la tarde y un buen restaurante.
Tambi¨¦n son novedad el Japan House, en Kensington, con galer¨ªa, librer¨ªa, teatro, tienda y restaurante, todo exquisito. La entrada es gratuita y es un sitio que merece la pena ver. En lo art¨ªstico, se ha abierto la ampliaci¨®n de la Royal Academy of Arts, con un puente entre los dos edificios, haciendo que el nuevo y el cl¨¢sico formen un nuevo espacio. Es el entorno perfecto para la gran celebraci¨®n de esta instituci¨®n, que abri¨® sus puertas hace 250 a?os.?
2. Par¨ªs, la elegancia
Y de cl¨¢sico a cl¨¢sico. La segunda ciudad europea m¨¢s visitada sigue siendo Par¨ªs, que recibe m¨¢s de 16 millones de visitantes al a?o. Tampoco es ninguna sorpresa, siempre ha competido en encantos con Londres aunque la capital francesa es m¨¢s cl¨¢sica. Restaurantes, hoteles y tiendas son tambi¨¦n muy cambiantes, pero algo m¨¢s cl¨¢sicos. Los turistas visitan los rincones parisinos de toda la vida, se animan a conocer los cl¨¢sicos de la gastronom¨ªa francesa y, de vez en cuando, a descubrir los restaurantes que est¨¢n de moda entre los parisinos. Entre los locales cl¨¢sicos est¨¢ la cervecer¨ªa Lipp, una de las m¨¢s cl¨¢sicas de la zona de Saint-Germain-des-Pr¨¦s, con su pared de cer¨¢mica, sus techos pintados y su fachada de caoba. Y por supuesto, con una carta de cocina tradicional francesa. Quienes prefieren descubrir lo ¨²ltimo, pueden probar en Le Caf¨¦ Kitsun¨¦, bajo los arcos de la Galerie Montpensier en el Palais Royal, un peque?o lugar de ambiente ¨ªntimo para disfrutar de un buen caf¨¦ y unos bollos y pasteles fant¨¢sticos. Y entre los lugares de moda del momento, el Girafe, en la Ciudad de la Arquitectura de la plaza del Trocadero, dise?ado con estilo genuinamente franc¨¦s y, sobre todo, con una vista maravillosa de la Torre Eiffel.
Como todas las grandes capitales, la ciudad est¨¢ llena de propuestas con sabor internacional. Los locales peruanos causan furor, como el Manko ¡ªen el n¨²mero 15 de Avenue Montaigne¡ª. Otro de los lugares de moda es el H?tel Costes, visitado por actores, modelos y celebrities de la industria de la moda. Est¨¢ en la rue Saint-Honor¨¦, y su mojito ha sido escogido como el mejor de Par¨ªs. Igualmente de moda est¨¢ The Hoxton, que abri¨® en 2017, instalado en el Hotel Rivi¨¦, en un edificio del siglo XVIII. Es uno de esos lugares de visita obligada para viajeros y parisinos. Entre los nuevos hoteles de moda est¨¢ el Montana, un minipalacio selecto en Saint-Germain-des-Pr¨¦s con un extravagante restaurante donde tomar caviar a la hora del desayuno. O el Grand Hotel Pigalle, en el barrio de Bouse, ahora tan a la ¨²ltima. O Les Bains, que en la d¨¦cada de 1980 fue una discoteca y ahora es un hotel de dise?o.
Para tomar algo, nada como un caf¨¦ parisino. Los hay de toda la vida, como La Coupe d¡¯Or que nos permite ver toda la Rue Sanint-Honor¨¦, car¨ªsima y siempre chic, o en otro estilo el caf¨¦ de The Broken Arm, una concep store.
En cuanto a oferta muse¨ªstica y cultural, el Louvre y el Museo de Orsay siguen siendo de lejos los m¨¢s visitados, pero no est¨¢ de m¨¢s darse una vuelta para descubrir centros culturales casi desconocidos. Por ejemplo el Maxim¡¯s Art Nouveau, un templo de este estilo art¨ªstico por el que pasaron todos los grandes nombres de la ¨¦poca. El dise?ador Pierre Card¨ªn lo compr¨® en los a?os sesenta y fue adquiriendo piezas art¨ªsticas. Decorado por el famoso estilista, hoy es un espacio de 300 metros cuadrados con una colecci¨®n ¨²nica de 550 muebles y objetos de arte. Adem¨¢s, la experiencia se completa con su famoso restaurante, decorado en el mismo estilo.
Otro de estos peque?os museos desconocidos es el Cognacq-Jay, que re¨²ne la colecci¨®n de obras del siglo XVIII reunidas por el propietario de unos grandes almacenes parisinos, La Samaritaine. El museo abri¨® en 1929, pero se instal¨® definitivamente en el Hotel de Donon, una mansi¨®n hist¨®rica del barrio de Le Marais, en 1990. Hoy es un marco ideal para que contemplar obras de De la Tour, de Chardin o de Watteau, pero adem¨¢s ver c¨®mo deb¨ªa ser la vida de la alta sociedad francesa en aquella ¨¦poca.
3. Estambul, el toque ex¨®tico
Al otro extremo del Mediterr¨¢neo, Estambul se mantiene como una de las ciudades m¨¢s tur¨ªsticas de Europa, con casi 10 millones de visitantes anuales, resistiendo a las modas, percances pol¨ªticos, sobresaltos¡ El Gran Bazar, Santa Sof¨ªa, el paseo por el B¨®sforo, el puente que une Europa y Asia, el gran palacio de Topkapi y su har¨¦n¡ los cl¨¢sicos nunca fallan entre los turistas.
Los que tengan un poco m¨¢s de curiosidad deber¨ªan descubrir la otra cara de esta ciudad que a veces nos parecer¨¢ de las mil y una noches y otras competir¨¢ con las m¨¢s modernas capitales del mundo. Por ejemplo, se puede recorrer uno de los nuevos barrios de moda, el de Kad?k?y, en el lado asi¨¢tico de Estambul y en el extremo sur del B¨®sforo, que hasta hace muy pocos a?os pasaba desapercibido. Ahora hay caf¨¦s muy agradables, locales de m¨²sica, bares de vanguardia y centros culturales.
Otra forma de conectar con la vida real de la ciudad es probar el tapeo turco. Por ejemplo en el Ko?o, con muy buenas vistas sobre el Mar de M¨¢rmara y especializado en pescados frescos. Entre las claves para disfrutar de este barrio est¨¢ su mercado abierto (frutas, t¨¦s, especies¡), sus paredes cubiertas por arte urbano (cada a?o se celebra un festival de grafitti) y sus cervecer¨ªas: es la zona con m¨¢s cervecer¨ªas de Estambul.
Y, por supuesto, tomar el t¨¦ o el caf¨¦ tan t¨ªpicos de Turqu¨ªa. En la zona de Kadik?y podremos tomarlo por ejemplo en el ?ay Bah?esi, un jard¨ªn de t¨¦ con vistas al Mar de M¨¢rmara donde ver una agradable puesta de sol. Aqu¨ª tambi¨¦n est¨¢ la ¨®pera de S¨¹reyya, un palacio que se construy¨® en los a?os veinte y que fue toda una novedad en su ¨¦poca. Durante muchas d¨¦cadas funcion¨® como cine, pero desde 2007 es de nuevo un espacio. Para los que prefieran la m¨²sica m¨¢s moderna, pueden probar en Arka Oda, uno de los pioneros de la transformaci¨®n de la zona, con todo tipo de festivales y conciertos.
Y para la noche proponemos pasar por el MIkla, con un bar en la azotea con las mejores vistas de Estambul, o eal 360, el m¨¢s famoso de la ciudad, tambi¨¦n con una terraza impresionante.
4. Barcelona, el encanto mediterr¨¢neo que no falla
La ciudad recibe casi nueve millones de viajeros al a?o (en 2016 incluso super¨® es barrera). Las compras, elegantes o alternativas, el arte modernista que se asoma en las fachadas del Eixample, la historia que sale al encuentro en el barrio G¨®tico o en el Borne y algunos iconos como la Sagrada Familia, se unen a los grandes hoteles y a los restaurantes que presumen de su cocina mediterr¨¢nea. Tres visitas nadie deber¨ªa perderse en Barcelona. La primera, la Boquer¨ªa, uno de los mercados m¨¢s bellos y m¨¢s aut¨¦nticos. Luego est¨¢ la Barcelona modernista, con edificios del genial Antoni Gaud¨ª, como la Pedrera, la Casa Batll¨®, el parque G¨¹ell o la inacabada Sagrada Familia. Pero no es el ¨²nico arquitecto modernista que marc¨® la ciudad. Miremos d¨®nde miremos encontraremos portales se?oriales de l¨ªneas curvas, adornos sorprendentes con formas florales¡ Y la tercera experiencia es la Barceloneta y las playas de la ciudad, que aprovechan el privilegio que supone pasar un d¨ªa en el mar sin salir de la ciudad. Es aqu¨ª donde m¨¢s se nota la esencia mar¨ªtima de Barcelona, cuya raz¨®n de ser siempre fue el puerto.
5. Mil¨¢n, moda, dise?o y mucho arte
No es la ciudad m¨¢s tur¨ªstica de Italia, pero s¨ª la que m¨¢s visitantes recibe: m¨¢s de ocho millones de personas al a?o. Su aeropuerto, el m¨¢s din¨¢mico del pa¨ªs, es tambi¨¦n el punto de llegada y salida para quienes se dirigen al norte de Italia y a los Alpes. Mil¨¢n atrae tambi¨¦n a muchos visitantes por su creatividad art¨ªstica y por sus escaparates: nos encontramos en la capital del lujo, la moda y el dise?o, y basta darse una vuelta por el Quadrilatero d¡¯Oro para apreciarlo, con tiendas que no est¨¢n al alcance de la mayor¨ªa.
Junto a estas calles se encuentra el conocido teatro de La Scala, el Duomo, la Pinacotteca de Brera o la galer¨ªa Vittorio Emmanuele II. Pero conviene alejarse del centro si queremos ver otros aspectos interesantes de la ciudad, como el Naviglio, un barrio de canales en la zona sur que hoy acoge los bares m¨¢s animados y un interesante mercadillo mensual de antig¨¹edades.
6. ?msterdam, los canales a tope
La principal ciudad holandesa comparte con Barcelona su saturaci¨®n tur¨ªstica (se acerca a los ocho millones de visitantes anuales). Entre los turistas y las bicicletas, la ciudad se ve cada vez m¨¢s desbordada, pero no deja de recibir visitantes. Los canales son el mayor atractivo de ?msterdam, articulados en forma de anillos en torno a la plaza Dam, coraz¨®n de la localidad hist¨®rica. Estas v¨ªas acu¨¢ticas nos llevan hasta museos imprescindibles, como el renovado Rikjsmuseum o el demandado museo de Rembrant (en el conviene reservar la entrada con cierta antelaci¨®n), pero tambi¨¦n a redescubrir rincones llenos de encanto.
La ciudad est¨¢ hecha para pasear o circular en bicicleta, y as¨ª es como hay que perderse por el barrio de Jordaan, cuyas calles del siglo XVII fueron refugio para gremios de emigrantes y posteriormente ¡ªdesde la d¨¦cada de 1940¡ª acogi¨® a estudiantes y artistas. Ese es el ambiente que mantiene en la actualidad, con sus tradicionales patios interiores (hofs), algo as¨ª como pubs a la holandesa, y con otro de los hitos tur¨ªsticos de la ciudad: la casa de Ana Frank.
7. Roma, 2.500 a?os de historia
Es imprescindible visitarla una vez en la vida. Son m¨¢s de 2.500 a?os de historia y arte acumulados en sus monumentos: el foro romano, grandes iglesias cristianas, fuentes, palacios e incluso un Estado independiente dentro de ella: el Vaticano. 7,3 millones de viajeros recorrieron la llamada ciudad eterna durante el ¨²ltimo a?o, desde la Antigua Roma del Coliseo, el Pante¨®n y el Museo Nazionale Romano, hasta la Roma m¨¢s barroca, por iglesias repartidas por toda la ciudad, tesoros art¨ªsticos o la famosa Fontana de Trevi.
No hay que dejar de visitar dos barrios al margen de los hitos tur¨ªsticos: el adorable Trast¨¦vere, muy trasegado ya pero todav¨ªa con ese aire bohemio entre sus calles adoquinadas y las fachadas del siglo XVII, y otro menos tur¨ªstico y desenfadado, el Pigneto, refugio de los modernos, con su arte callejero y sus tiendas de dise?o alternativo.
8. Viena, encantos imperiales
Grandes palacios imperiales, como los de Sch?nbrunn y Belvedere, elegantes interiores barrocos, museos en torno a magn¨ªficas plazas, caf¨¦s hist¨®ricos¡ Pocas ciudades del mundo pueden presumir tanto de su pasado como Viena, que, al mismo tiempo, es una capital din¨¢mica y moderna, como demuestra el Museumsquartier, las antiguas caballerizas imperiales que albergan exposiciones vanguardistas y en verano es una de las zonas m¨¢s animadas de la ciudad. Y por supuesto, una dulce visita al Hotel Sacher, donde se sigue haciendo, con la misma receta, la tarta de chocolate que adoraba el emperador Francisco Jos¨¦.
En Viena la m¨²sica lo envuelve todo, comenzando por sus famosos conciertos navide?os que dan inicio a la temporada de bailes. Los turistas (m¨¢s de 6,5 millones al a?o) deambulan entre las joyas del imperio austroh¨²ngaro y los encantos de la nueva Viena, escap¨¢ndose adem¨¢s a los famosos bosques de la capital austriaca, inmortalizados en el vals de Johann Strauss. Colinas cubiertas de ¨¢rboles que bordean la ciudad, con m¨¢s de 45 senderos se?alizados para pasear o montar en bici, y salpicadas de huriger (taberna) donde retomar fuerzas.
9. Praga, inspiraci¨®n barroca
M¨¢s de seis millones de personas viajan cada a?o para conocer una de las ciudades barrocas m¨¢s bellas de Europa, esa en la que vivi¨® Kafka e inspir¨® a Mozart. Presidida por cien agujas, es un laberinto de callejuelas empedradas salpicado de iglesias g¨®ticas, tabernas y caf¨¦s modernistas. Y sobre todos ellos, uno de los castillos m¨¢s grandes del mundo, que es en realidad un barrio entero. Intramuros, los visitantes se amontonan ante la catedral de San Vito o el palacio Lobkowicz, mientras el aire m¨¢s fresco y juvenil se respira en Mal¨¢ Strana, el barrio chico. Praga es tambi¨¦n ciudad cervecera, cuna del estilo Pilsner; pocos lugares tienen m¨¢s tabernas por metro cuadrado que el barrio de Zizkov. Y si preferimos un caf¨¦, hallaremos en Praga un para¨ªso, con joyas estilo art nouveau como el legendario Kav¨¢rna Obecni o el Caf¨¦ Savoy.
Praga no ser¨ªa Praga sin el antiguo barrio jud¨ªo: queda muy poco, pero se pueden ver las antiguas sinagogas y unas enormes colecciones de arte de origen jud¨ªo, as¨ª como el cementerio jud¨ªo, donde se echa en falta al praguense m¨¢s ilustre, Franz Kafka.
10. Dubl¨ªn, pintas, estudiantes y literatura
Con m¨¢s de 5,5 millones de visitantes al a?o, Dubl¨ªn se cuela entre las ciudades europeas m¨¢s visitadas. En parte se lo debe a los estudiantes y j¨®venes europeos que acuden a ella atra¨ªdos por los cursos de ingl¨¦s, sus acogedoras cervecer¨ªas y los vuelos de bajo coste. Los turistas se mueven entre magn¨ªficas galer¨ªas y museos, pasean por sus elegantes calles georgianas o buscan entre las muchas referencias literarias de las que presume la capital de Irlanda, como el famoso Ulises de Joyce, al que los dublineses veneran como referencia de la ciudad. Pero tambi¨¦n es famosa por sus pubs y la cerveza. Estamos en la patria de Guinness, especialmente el d¨ªa de San Patricio (17 de marzo), una fiesta grandiosa a la que acuden m¨¢s de 600.000 personas. La Guiness Storehouse puede ser el inicio de una ruta por t¨ªpicos pubs en Temple Bar, zona de marcha por excelencia. Frente a este templo pagano, tenemos otro religioso, la Catedral de St. Patrick¡¯s, y un tercero m¨¢s cultural: el Trinity College.
En verano los alojamientos de los campus universitarios son una opci¨®n muy pr¨¢ctica y m¨¢s barata para alojarse.
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