Payasos tomando el t¨¦

Hasta el 10 de marzo estar¨¢ Pepe Viyuela en el teatro Infanta Isabel de Madrid con El silencio de Elvis, una obra agridulce que reflexiona sobre la enfermedad mental. Su inter¨¦s por la cooperaci¨®n le llev¨® a sumarse a la ONG Payasos sin Fronteras, con la que el actor y c¨®mico ha viajado por todo el mundo alegrando tanto a ni?os como a adultos. En esta ocasi¨®n nos cuenta su viaje a Gaza.

?Recuerda su primera sensaci¨®n?

Fue como viajar en el tiempo. Hay que atravesar un t¨²nel largu¨ªsimo y al final de ¨¦l apareces en un lugar con un tr¨¢fico ca¨®tico, edificios derruidos y sin luz el¨¦ctrica.

?C¨®mo eran sus d¨ªas all¨ª?

Estuve 10 d¨ªas con la ONG actuando en colegios, en hospitales y en la calle, y viviendo de cerca la realidad de la gente. Despu¨¦s de actuar ten¨ªamos encuentros para compartir impresiones.

?Es posible hacer re¨ªr sin un idioma com¨²n?

Al escenario llevamos espect¨¢culos donde hay gestos, acciones, acrobacia, pero pocas palabras. Llegar al p¨²blico no depende tanto del pa¨ªs que visites, sino de las circunstancias de la gente con la que vas a trabajar. Por ejemplo, en Irak fuimos a un campamento de refugiados kurdos, y, al bajar de la furgoneta con monociclos y objetos para hacer malabares, los ni?os salieron corriendo. No interpretaron que era un espect¨¢culo: para ellos eran elementos desconocidos.

?En Gaza fue m¨¢s f¨¢cil?

S¨ª, mucho m¨¢s. Est¨¢n m¨¢s acostumbrado a ver teatro y otro tipo de espect¨¢culos.

?Se sinti¨® cerca culturalmente?

Desde luego, porque son totalmente mediterr¨¢neos. Y aprend¨ª algo esencial: que tanto all¨ª como en el S¨¢hara, el t¨¦ es un ritual, es mucho m¨¢s que lo que implica tomarse un caf¨¦ aqu¨ª. El t¨¦ es el hilo que hilvana las relaciones y posibilita las conversaciones. Y la hospitalidad es algo b¨¢sico en la cultura ¨¢rabe. Rechazar un t¨¦ es una descortes¨ªa.

H¨¢bleme de los paisajes.

Eran ¨¢ridos, paisajes muy rotos.