Quito, de palacio en palacio

Quito tambi¨¦n tiene su Escorial. La iglesia y convento de San Francisco es el mayor conjunto eclesi¨¢stico urbano de Latinoam¨¦rica. Su construcci¨®n comenz¨® en 1535, tan s¨®lo un a?o despu¨¦s de la fundaci¨®n espa?ola de la ciudad. Para hacerse una idea, sus 30.000 metros cuadrados albergan una iglesia, dos capillas, varios claustros, catacumbas, un campo de f¨²tbol, un huerto, una biblioteca, un museo de arte colonial, las residencias de los franciscanos e incluso una antigua f¨¢brica de cervezas. Sus vastas dimensiones le hicieron ganarse el sobrenombre de El Escorial del Nuevo Mundo.

Los patios son vergeles con palmeras, fuentes y ¨¢rboles frutales. En los bancos de madera de la planta baja es habitual ver a los hermanos franciscanos ¨Ccon su caracter¨ªstico h¨¢bito marr¨®n¨C ofrecer a los fieles el sacramento de la confesi¨®n. En los pasillos, despojados de cualquier atisbo de modernidad, cuelgan cuadros y obras de arte de la famosa Escuela Quite?a. A modo de gui?o a la figura de San Francisco, patr¨®n de los animales, los jardines dan cobijo a loros y aves tropicales. El silencio conventual contrasta con el ruido y frenes¨ª de las calles adyacentes, donde las vendedoras de fruta ofrecen sus productos con un agudo tono, como si fuera declamado.

San Francisco domina la plaza con la que comparte nombre: una estructura rectangular tapizada con adoquines de piedra. En este espacio p¨²blico se revela la efervescencia y sincretismo de su poblaci¨®n: mujeres kiwcha con una trenza de pelo lacio y negro, poncho de lana, sombrero de pa?o y sikinchina, una tela que con la que transportan a sus hijos en la espalda, al tiempo que protege del fr¨ªo y les permite trabajar; tambi¨¦n hay vendedores ambulantes, m¨²sicos callejeros que entonan pasillos ¨Cestilo musical tradicional ecuatoriano de porte melanc¨®lico y amoroso¨C, turistas, lustradores de zapatos, curanderos¡­

Palacio Gangotena

En la misma plaza brilla con luz propia el Palacio Gangotena. La edificaci¨®n se remonta al siglo XVIII, pero un incendio en 1914 oblig¨® a reconstruirlo ¨ªntegramente. La mansi¨®n se?orial ofrece una imponente fachada neorenacentista, pero sobre todo destacan sus jardines y decoraci¨®n interior: cortinas de color granate, esculturas de porcelana art nouveau, ara?as de cristal y una fabulosa colecci¨®n de orqu¨ªdeas que evocan un tiempo pasado de opulencia. Actualmente funciona como un hotel, pero tanto su cafeter¨ªa y su reputado restaurante est¨¢n abiertos al p¨²blico.

Plaza Grande

En menos de cinco minutos a pie llegamos a la plaza de la Independencia, conocida como Plaza Grande, el coraz¨®n del centro hist¨®rico, el Aleph de los quite?os, un espacio donde parece que convergen todos los actos, todos los tiempos y todas las circunstancias posibles. Su distribuci¨®n responde a la t¨ªpica estructura cuadrada colonial, en la que est¨¢n representados los poderes del Estado: el Palacio Presidencial, el Ayuntamiento, la Catedral de Quito y el Palacio Arzobispal.

Este ¨²ltimo es una casa del siglo XVI con un coqueto patio interior, que contiene restaurantes donde deleitarse con platos tradicionales de la sierra ecuatoriana. Un buen ejemplo es el hornado, carne de cerdo al horno ali?ada con especias, servido con tortilla de papas, ensalada y mote; otra opci¨®n es el locro de papa, una crema caliente elaborada con patata y queso acompa?ada de aguacate y salsa de aj¨ª. Igual de deliciosa es la famosa guatita, un estofado de est¨®mago de vaca aderezado con una salsa de cacahuete.

Palacio de Carondelet

El Palacio de Carondelet, de estilo neocl¨¢sico, es la sede del gobierno de Ecuador. En su interior encontramos grandes salas para recepciones, habitaciones se?oriales y obras de arte, entre las que destaca un mural del artista ecuatoriano Oswaldo Guayasam¨ªn, donde se retrata la navegaci¨®n del explorador espa?ol Francisco de Orellana por el r¨ªo Amazonas en 1542. La visita al palacio es gratuita.

Todos los lunes a las 11.00 frente a Carondelet se celebra el cambio de guardia. Se trata de una ceremonia presidida ¨Csiempre que puede¨C por el presidente de la naci¨®n, donde un escuadr¨®n militar con uniformes de ¨¦poca, llamado los Granaderos de Tarqui, entregan con gran solemnidad la posta, luego de haber protegido la silla presidencial.

El centro hist¨®rico de Quito abarca un total de 372 hect¨¢reas y aglutina m¨¢s de 4.000 inmuebles patrimoniales, un hecho que le permiti¨® ser incluido en la primera lista de monumentos declarados patrimonio mundial por la Unesco, en 1978.

Iglesia de la Compa?¨ªa

A unos doscientos metros caminando por la calle Garc¨ªa Moreno se erige la Iglesia de la Compa?¨ªa de Jes¨²s. Su fachada a dos cuerpos rematada con seis columnas salom¨®nicas, esculpidas en piedra volc¨¢nica andina, es tan s¨®lo una antesala del espect¨¢culo que nos espera.

En el interior de esta iglesia iniciada en 1605 el barroco latinoamericano alcanza su m¨¢xima expresi¨®n. El altar mayor ¨Cpara el que se necesitaron 20 a?os de trabajo¨C, las capillas laterales, el techo, nada parece poder escapar al horror vacui. La totalidad del espacio est¨¢ ricamente decorado y recubierto con pan de oro de 23 quilates. Al caminar por su interior, el fulgor del metal dorado resplandece en la pupila, pero tambi¨¦n en el alma.