Dentro de un bosque de cobre
Un formidable casta?ar, pueblos blancos conectados por senderos y una sabrosa gastronom¨ªa aguardan en el Valle del Genal, al suroeste de la provincia de M¨¢laga
Al norte de la Costa del Sol, en el Valle del Genal, se esconden 15 municipios que apenas suman 6.900 habitantes. Las estrechas carreteras repletas de curvas que los conectan al resto del mundo hacen que cualquier desplazamiento lleve siempre m¨¢s tiempo del previsto mapa en mano. Los domingos el hormigueo tur¨ªstico es constante, pero entre semana los visitantes recorren la zona con la calma necesaria para descubrir su magia. Especialmente entre finales del oto?o y comienzos del invierno, cuando esta comarca de casi 500 kil¨®metros cuadrados de extensi¨®n, ubicada en las serran¨ªas del suroeste de M¨¢laga, estalla de colorido.
All¨ª aguarda el Bosque de Cobre, un formidable casta?ar cuyas hojas pintan las laderas de tonos amarillos, rojos y ocres. Es el momento m¨¢s especial del a?o para adentrarse en una zona que lucha contra la despoblaci¨®n y que tiene en los paisajes uno de sus principales atractivos.
Las casas de J¨²zcar est¨¢n pintadas de azul pitufo desde que en 2011 se presentara aqu¨ª esta pel¨ªcula de dibujos animados
Bosques, arroyos y setas
La mejor manera de conocer la esencia del Valle del Genal es a pie, aprovechando que sus pueblos est¨¢n unidos por viejos senderos que atraviesan enormes casta?ares, salvan arroyos y regalan atractivas panor¨¢micas.
Uno de los caminos m¨¢s completos, triangular, es el que une los pueblos de Igualeja, Parauta y Cartajima, en una caminata de unas seis horas. El primero de ellos, de 762 habitantes, es el lugar donde nace el r¨ªo Genal, que da nombre a la comarca, y el punto de partida de esta ruta que baja hasta el arroyo de los Granados para ascender despu¨¦s, entre alcornoques, casta?os, madro?os y quejigos, hacia Parauta. De apenas 253 vecinos, sus preciosas callejuelas acogen silenciosas al visitante, mostrando la ropa tendida junto a las ventanas. El camino contin¨²a hasta Cartajima (247 habitantes) para regresar de nuevo a Igualeja. All¨ª aguarda un segundo sendero: Las Caleras, apto para toda la familia, permite contemplar durante la marcha algunas de las peque?as infraestructuras con las que tradicionalmente se obten¨ªa la cal.
Hacia el coraz¨®n del valle, justo entre los municipios de Genalguacil y Jubrique, hay una preciosa ruta que pasea junto a la orilla del r¨ªo Genal y, a ratos, por unas pasarelas met¨¢licas sobre el agua. Si en verano es zona de ba?o, ahora ofrece algunas de las estampas oto?ales m¨¢s bonitas de la provincia. Entre Genalguacil y Benalaur¨ªa discurre adem¨¢s una de las etapas de la Gran Senda de M¨¢laga.
Del casta?o al plato
Cuenta el chef abulense Iv¨¢n Sastre que cuando visit¨® por primera vez el Valle del Genal vio gastronom¨ªa en sus casta?os: ¡°Me fij¨¦ en los erizos donde crece el fruto y supe que este producto podr¨ªa ofrecer muchas posibilidades¡±. Tantas que hoy se le conoce como el Chef de la Casta?a. Con este ingrediente elabora numerosos platos en su restaurante La Bodega del Bandolero, en el hotel Bandolero. Sus fachadas est¨¢n pintadas de azul pitufo, como el resto del pueblo de J¨²zcar, desde que en 2011 se presentara aqu¨ª la pel¨ªcula sobre estos peque?os seres animados. Su carta es una de las m¨¢s recomendables para conocer la gastronom¨ªa local (potaje de casta?as, arroz con casta?as, crema tostada de casta?as), pero no la ¨²nica. En Alpandeire, la pareja de ingenieros gaditanos Roc¨ªo Garc¨ªa y Jos¨¦ For?nell cambi¨® su Peugeot 307 por una vieja almazara y levant¨® la Bodeguita Cueva de la Higuera (+34 606 10 34 38), cuyos platos se basan en ideas gaditanas y productos locales. Y desde su puerta se ve la iglesia de San Antonio de Padua ¡ªde los siglos XVII y XVIII¡ª, conocida como la catedral de la Serran¨ªa por su enorme tama?o respecto al pueblo y en cuyas catacumbas se conserva una misteriosa pareja de momias.
M¨¢s al norte, a las afueras de Algatoc¨ªn, el restaurante Valdivia (+34 952 11 70 67) se asienta sobre las acequias que mov¨ªan un molino de harina y en las que hoy nadan las carpas. Carnes, verduras y setas de temporada conforman su men¨². Audal¨¢zar, en Atajate, y la Venta San Juan, en Jubrique, son otras alternativas que nunca fallan.
Vistas a la costa africana
Gauc¨ªn es el ¨²nico municipio del Valle del Genal que supera el millar de habitantes (1.573 vecinos). Sus calles se desparraman sobre una alta loma defendida por el castillo del ?guila, fortaleza ¨¢rabe con cimientos romanos en cuyo asedio falleci¨® Guzm¨¢n el Bueno tras su exitosa toma de Gibraltar. Desde sus murallas hay una panor¨¢mica en la que, precisamente, destaca puntiagudo el Pe?¨®n, con el tel¨®n de fondo de la costa africana. Un lugar ideal para disfrutar de una vista similar es La Fructuosa, hotel boutique reci¨¦n reformado por Daniel Beavouir y Catherine Hunted, pareja belga que adquiri¨® el establecimiento en 2017 ¡°para empezar una nueva vida¡±. Con una preciosa terraza, su restaurante cuenta con el chef local Mariano Ruiz en la cocina. A unos ocho kil¨®metros, en Benarrab¨¢, el hotel Banu Rabbah est¨¢ en una de las zonas m¨¢s tranquilas de la comarca, desde donde parte un bonito camino hasta el Arroyo Hondo y Genalguacil, conocido como el pueblo museo por albergar un centenar de obras de arte en sus calles. Tambi¨¦n all¨ª se despliega el complejo rural Jardines del Visir, con casas y apartamentos, adem¨¢s de una posada. En el coraz¨®n de Cartajima, junto a la iglesia y el Ayuntamiento, Los Casta?os ofrece seis estancias de estilo andalus¨ª donde terminar de entender, al acabar el d¨ªa, que en el Valle del Genal es mejor ser viajero que turista.
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