En el pueblo de Stalin
La poeta Yolanda Casta?o nos descubre sus lugares favoritos de Georgia, un pa¨ªs al que volver¨ªa sin dudarlo
La poeta Yolanda Casta?o ha llevado las letras gallegas por todo el mundo, de ah¨ª que haya visitado pa¨ªses que a¨²n est¨¢n fuera de las rutas tur¨ªsticas m¨¢s concurridas. Uno de ellos es Georgia, en el que ha estado en dos ocasiones y al que volver¨ªa sin ninguna duda.
Resuma Georgia en pocas palabras.
Es un pa¨ªs vibrante, que est¨¢ deseando abrirse al mundo, a veces con cierta inocencia. Los georgianos son como los sure?os del C¨¢ucaso, con un car¨¢cter similar al latino.
?C¨®mo es el ambiente de la capital, Tiflis?
Conserva mucho el sabor local y su patrimonio. Se pueden ver vestigios del pasado sovi¨¦tico en la arquitectura y en la decoraci¨®n de edificios y puentes. Incluso tienen un mercadillo al aire libre donde se vende memorabilia de la URSS. Se instala junto a un puente al que llaman Puente Seco, que cruza el r¨ªo Kur¨¢. Adem¨¢s, en todo momento te sientes muy segura: por ejemplo, en pleno casco antiguo la gente deja abierta tranquilamente la puerta de su casa.
?Tiene un lugar favorito en Tiflis?
Tengo varios. Uno es el caf¨¦ Purpur, instalado en unos viejos apartamentos gigantescos de la ¨¦poca zarista, con una elegancia decadente. Tiene piano, mesitas en los balcones y se puede comer o tomar un c¨®ctel a precios asequibles. El otro es la Casa de los Escritores (writershouse.ge), fundada por un benefactor que quer¨ªa acoger tertulias literarias en su gran casona. En sus jardines se encuentra un restaurante famoso, el caf¨¦ Littera, mencionado en muchas gu¨ªas. Y muy cerca, en un plan m¨¢s para todos los bolsillos, est¨¢ el restaurante Ezo. Tiene un patio enorme y sirven comida vegana.
?Pudo recorrer otras regiones?
S¨ª, y vi cosas incre¨ªbles. Por ejemplo, recomiendo mucho la excursi¨®n a los vestigios prehist¨®ricos de ?Uplistsikhe. Y a 15 kil¨®metros est¨¢ Gori, lugar de nacimiento de Stalin. Es un pueblo controvertido e ins¨®lito, porque all¨ª se encuentra el mausoleo erigido en su memoria y un museo en su honor. Todo eso se cerr¨® tras el fin de la Uni¨®n Sovi¨¦tica y recientemente se ha vuelto a abrir a los visitantes.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.