Cena con los inuits
El escritor y aventurero Ignacio Dean recuerda su traves¨ªa por el estrecho de Bering y sus d¨ªas en una de las islas Di¨®medes
Ignacio Dean dio la vuelta al mundo caminando y lo cont¨® en las p¨¢ginas de Libre y salvaje. Ahora, para concienciarnos sobre la importancia de cuidar los mares, ha publicado el libro de viajes La llamada del oc¨¦ano (Zenith), donde relata sus traves¨ªas a nado por todos los oc¨¦anos del planeta. Aqu¨ª recuerda una de las m¨¢s ins¨®litas.
?Qu¨¦ traves¨ªa fue m¨¢s compleja?
Una que recuerdo muy bien por su dificultad fue la del cruce del estrecho de Bering, porque el mar en esa zona, los 80 kil¨®metros que separan Rusia de Alaska, tiene muchas corrientes.
O sea, comenz¨® en Asia y acab¨® en Am¨¦rica.
As¨ª es. Y en la mitad del trayecto est¨¢n las islas Di¨®medes. La mayor pertenece a Rusia, y la menor, a Estados Unidos. Se encuentran en la l¨ªnea internacional de cambio de fecha, as¨ª que aunque est¨¢n a pocos kil¨®metros de distancia viven en d¨ªas distintos.
??Estas islas est¨¢n pobladas?
En la estadounidense residen nativos inuits. En la rusa hay puestos de control militares.
Descr¨ªbanos lo que se ve por all¨ª.
Es espectacular: miras hacia el Norte y est¨¢ el oc¨¦ano Glacial ?rtico. Y es f¨¢cil avistar osos polares, morsas, focas¡ Tambi¨¦n vimos auroras boreales en la escuelita de Di¨®medes Menor donde nos alojamos, y que es donde estudian los hijos de los inuits.
As¨ª que convivi¨® con la poblaci¨®n.
S¨ª, tanto yo como el equipo de apoyo que iba conmigo. Vi el contraste entre dos mundos: el estadounidense y el inuit. En la escuela los ni?os tienen toda la tecnolog¨ªa a su alcance y escuchan m¨²sica en ingl¨¦s. En cambio, sus casas son muy austeras: no tienen luz el¨¦ctrica ni un sistema de gesti¨®n de residuos, as¨ª que tiran la basura al mar.
?Compartieron alguna comida?
Nos invitaron a probar la carne de los animales que pueden cazar por all¨ª: morsa, foca o ballena. La conservan de distintos modos: la hierven, la curan al aire libre o la fermentan. La carne de foca fermentada deja un olor terrible por toda la habitaci¨®n, aunque a ellos les parece una delicia.
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