Ocho aventureras imparables
Recorren desiertos, oc¨¦anos, junglas y monta?as en bicicleta, moto, kayak, a caballo o a pie. Grandes mujeres trotamundos cuyas historias inspiran emocionantes viajes
Ya lo dijo la gran aventurera suiza Ella Maillart (1903-1997): ¡°Viajas para descubrir lo desconocido que hay en ti¡±. Seguramente les suced¨ªa a muchas de las grandes viajeras del pasado. Y tambi¨¦n a las del presente, que siguen despertando curiosidad a su paso. Cuando la canaria Cristina Sp¨ªnola decidi¨® dar la vuelta al mundo en bici, dijo a su familia que se iba a trabajar a Sud¨¢frica para que no la frenaran. La suiza Sarah Marquis, que camin¨® de Siberia a Australia, coincide: ¡°Hace 20 a?os, cuando le preguntaban a mi madre qu¨¦ hac¨ªa su hija, ella solo dec¨ªa: ¡®Camina por todas partes¡¯. Durante diez a?os fui la rara¡±. La francesa Alienor Le Gouvello, que recorri¨® Australia con la ¨²nica compa?¨ªa de tres caballos, piensa que todav¨ªa se ve diferente a una mujer aventurera: ¡°La gente te muestra continuamente sus preocupaciones, te dicen que est¨¢s loca¡±.
Ellas no est¨¢n solas. Alrededor del 60% de los viajeros solitarios por el mundo son mujeres, seg¨²n diferentes estudios. Mujeres como C¨¢ndida Garc¨ªa Santos, que se gan¨® el apodo de La abuelita mochilera cuando decidi¨® emprender la vuelta al mundo con 66 a?os (hoy tiene 84 y sigue viajando), o Mariel Gal¨¢n, bloguera y youtuber mexicana de 32 a?os. Adem¨¢s, han nacido proyectos creados por y para ellas espec¨ªficamente. En 2007 Pilar Tejera fundaba el portal Mujeres Viajeras para narrar expediciones y aventuras, algunas de las cuales convierten en libro con su editorial Casiopea. Otro ejemplo: hace 10 a?os Alice Fauveau dej¨® su carrera de economista y cantante de ¨®pera y fund¨® Focus on Women, una agencia de viajes organizados en clave femenina. Celebramos el D¨ªa Internacional de la Mujer contando las historias de ocho grandes aventureras y recordando las palabras de Virginia Woolf: ¡°Como mujer no tengo pa¨ªs. Como mujer no quiero un pa¨ªs. Como mujer mi pa¨ªs es el mundo entero¡±.
Por Australia a caballo
Alienor Le Gouvello, aventurera y amazona
Alienor Le Gouvello (Par¨ªs, 1985) estuvo un a?o y medio preparando su aventura, seis meses de ese tiempo entrenando a Roxanne, Cooper y River, los tres brumbies ¡ªcomo se llama a los caballos salvajes australianos¡ª que la acompa?ar¨ªan. Fue en 2015 cuando se decidi¨® a recorrer en solitario los 5.330 kil¨®metros del Camino Nacional del Bicentenario, la ruta de senderismo m¨¢s larga de Australia y completada solo por una treintena de personas. La realiz¨® de Healesville a Cooktown, cruzando el pa¨ªs de sur a norte, y le llev¨® un a?o terminarla. ¡°Fue una expedici¨®n muy larga y dura, tanto f¨ªsica como mentalmente¡±, recuerda. Llena de momentos inolvidables, tanto buenos como malos, como cuando sufri¨® la fiebre del r¨ªo Ross: ¡°Durante los dos ¨²ltimos meses y medio estuve sometida a extraordinarios dolores y tuve que tomar muchos calmantes. Eso fue muy duro y para nada divertido¡±. De hecho, la enfermedad la llev¨® dos veces al hospital, regresando despu¨¦s al mismo punto en el que hab¨ªa dejado la ruta. ¡°Ten¨ªa claro que quer¨ªa empezar y terminar¡±, dice, demostrando su determinaci¨®n, esa que la condujo a hacer realidad una idea que un d¨ªa se le pas¨® por la cabeza y no pudo olvidar hasta que la llev¨® a cabo. ¡°Me gustaba ese desaf¨ªo, estar sola en compa?¨ªa de animales en medio de la naturaleza¡±.
Su esp¨ªritu viajero le viene de familia. Su inspiraci¨®n es su t¨ªa Rapha?la Le Gouvello, quien cruz¨® haciendo windsurf los oc¨¦anos Atl¨¢ntico, Pac¨ªfico e ?ndico, y el mar Mediterr¨¢neo. ¡°Cuando ten¨ªa 15 a?os me llev¨® en una traves¨ªa en barco hasta Dakar (Senegal) y estuvimos casi todo el invierno en el oc¨¦ano. Eso marca tu memoria¡±, explica. Con 18 a?os se fue unos meses a India; tambi¨¦n ha vivido algo m¨¢s de un a?o en Bah¨ªa (Brasil), se ha embarcado en un viaje de 900 kil¨®metros a caballo por Mongolia y en una ruta en moto que la llev¨® de Siberia a Par¨ªs. ¡°No puedo recomendar uno de los lugares en los que he estado, simplemente recomiendo viajar¡±. Aunque est¨¢ claro que si a ella le ha marcado un lugar es Australia, pa¨ªs al que esta parisiense lleg¨® hace m¨¢s de una d¨¦cada para pasar unos d¨ªas de vacaciones y del que ya nunca se fue. ¡°Hay que visitarlo no por sus ciudades, sino por su naturaleza, salvaje y preciosa, sus incre¨ªbles parques nacionales y sus paisajes, con monta?as, cascadas y bosques tropicales¡±.
Nada es imposible
Sarah Marquis, exploradora de National Geographic
"No decid¨ª que iba a ser exploradora, simplemente nac¨ª para eso. A los siete a?os me escap¨¦ con mi perro al bosque, y esa fue mi primera expedici¨®n¡±, dice Sarah Marquis (Del¨¦mont, Suiza, 1972). Su curr¨ªculo es de infarto: en el a?o 2000 tard¨® cuatro meses en cruzar a pie, de norte a sur, Estados Unidos (4.260 kil¨®metros); en 2002 caminar¨ªa 14.000 kil¨®metros por el interior de Australia; en 2006 hizo 7.000 kil¨®metros de Chile a Per¨², y de 2010 a 2013 fue a pie, y tambi¨¦n sola, desde Siberia hasta Australia, pasando por Asia Central, China y Mongolia. Y ni siquiera eso ha sido lo m¨¢s dif¨ªcil.
Su aventura m¨¢s complicada fue en 2015, cuando un helic¨®ptero la dej¨® en una zona salvaje de Kimberley (Australia) en una expedici¨®n de supervivencia de tres meses para la que no se llev¨® ni comida. ¡°Para m¨ª ser capaz de ir a lugares salvajes y sobrevivir es un viaje de lo m¨¢s humano. Siempre me he preguntado si seguimos teniendo instintos para sobrevivir. Y resulta que s¨ª, pero hay que trabajarlos¡±, dice por tel¨¦fono desde Suiza, donde termina un libro sobre su reciente aventura caminando tres meses por bosques de Tasmania. Ha sufrido el dengue en la jungla de Laos y cargado con su mochila con el hombro fracturado: ¡°No se trata solo de la parte f¨ªsica, la parte m¨¢s dif¨ªcil es la mental. Hay que estar preparada y conocerse a una misma lo suficiente¡±.
A esta exploradora de National Geographic cada aventura le lleva dos a?os de preparaci¨®n. ¡°Me cost¨® 25 a?os ser reconocida, y no tanto como aventurera, sino como mujer exploradora. Esa es la historia de todas las mujeres, y es importante ense?ar a las generaciones j¨®venes que todo es posible¡±.?A las futuras aventureras les da varios consejos: ¡°Simplemente cree en ti y hazlo, pero hazlo bien. Estudia el lugar al que vas, aprende su cultura, prepara el viaje¡ y as¨ª nada puede salir mal, porque si pasa estar¨¢s preparada para solucionarlo¡±. Su clave es ir paso a paso, y sumando los suyos ha dado la vuelta al mundo a pie. ?Y si solo pudiera regresar a un lugar? Tras pensarlo mucho, se decanta por vivir de nuevo la magia del desierto del Gobi. All¨ª escuch¨® lobos en la oscuridad de la noche y se despert¨® rodeada de dromedarios.
El impacto de la fotograf¨ªa
Cristina Mittermeier, bi¨®loga marina y fot¨®grafa
"Hubo una ¨¦poca en la que los hombres me explicaban las cosas sin pedirlo. Pero con mi trabajo de los ¨²ltimos 25 a?os creo que he abierto una brecha para las mujeres en el mundo de la fotograf¨ªa y me he ganado el respeto de mis colegas¡±, asegura Cristina Mittermeier (Ciudad de M¨¦xico, 1966). Esta bi¨®loga marina empez¨® a recorrer el mundo con su primer marido y se centr¨® en retratar comunidades ind¨ªgenas del Amazonas y Pap¨²a Nueva Guinea, ¡°son el puente entre la naturaleza y el ser humano¡±. Tras poner fin a 22 a?os de matrimonio, se cruz¨® en su vida su actual pareja, Paul Nicklen, bi¨®logo marino como ella, y desde hace a?os fotograf¨ªa mares y oc¨¦anos. Una pasi¨®n que les llev¨® en 2014 a fundar SeaLegacy, ONG en la que usan sus fotos para despertar conciencias sobre su protecci¨®n.
¡°Nac¨ª y crec¨ª en M¨¦xico, y de peque?a nunca viaj¨¦ mucho. Nada en mi infancia me podr¨ªa haber preparado para esta vida de aventuras¡±, dice. Y han sido muchas: ha nadado junto a orcas, tiburones, cocodrilos, ballenas o ping¨¹inos y visitado m¨¢s de 100 pa¨ªses. ¡°Viajar es algo que se aprende. Aprendes a pasar fr¨ªo, calor, hambre¡¡±, afirma quien se ha ganado el t¨ªtulo, junto con Nicklen, de aventurera del a?o 2018 de National Geograhic, entre otros motivos por sus sobrecogedoras im¨¢genes de un oso polar hambriento en el ?rtico canadiense(se hizo viral y la vieron millones de personas)."Ah¨ª nos dimos cuenta de c¨®mo las redes sociales pueden dar un valor ic¨®nico a una fotograf¨ªa y hacer que la gente se detenga un momento a pensar¡±, explica quien se define como aventurera, conservacionista, escritora y fot¨®grafa.
Su experiencia m¨¢s significativa ha sido una reciente expedici¨®n a la Ant¨¢rtida, fue la ¨²nica mujer en un equipo de 13 personas, y recomienda conocer Brasil. Mittermeier ha estado all¨ª m¨¢s de 50 veces y lo conoce bien, incluido c¨®mo es vivir un carnaval en el samb¨®dromo de R¨ªo de Janeiro. De hecho, siempre tiene el deseo de volver al Amazonas y su viaje ideal es visitar el pantanal Mato Grosso, uno de los humedales m¨¢s grandes del mundo (340.000 kil¨®metros cuadrados). ¡°Tiene una vida silvestre espectacular, ves caimanes, jaguares, monos¡ Un lugar de f¨¢bula¡±.
Contar historias remotas
Ofelia de Pablo, periodista y fot¨®grafa
A Ofelia de Pablo (Madrid, 1972), la pasi¨®n por viajar le naci¨® mucho antes que por la fotograf¨ªa. ¡°Esa nace en la carrera de Periodismo, cuando descubr¨ª que con una c¨¢mara se pueden contar cosas incre¨ªbles¡±. Su profesi¨®n la ha llevado a m¨¢s de 60 pa¨ªses. Junto a Javier Zurita, en Jap¨®n retrat¨® la intimidad de las ?geishas o visit¨® la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo para hablar de la violaci¨®n como arma de guerra. Ha trabajado en Botsuana, M¨¦xico, EE UU, Sud¨¢frica, Cuba o Nepal, su cuenta de Instagram es solo una muestra de ello. ¡°Cuando viajas con un hombre, a veces solo le hablan a ¨¦l o cosas por el estilo. Pero hay ocasiones que por ser mujer tienes acceso a historias que de otra manera no tendr¨ªas. Sobre todo en temas de derechos humanos o cuando entrevistas a quienes han sufrido violaciones¡±. Si hay un lugar que le ha marcado es Guatemala y sus conversaciones con mujeres que fueron violadas durante los 36 a?os de guerra civil: ¡°Ver c¨®mo conf¨ªan en ti y se enfrentan al mundo es algo que te cambia¡±, recuerda. Su objetivo es que sus historias, que cuentan en distintos formatos, cambien las cosas, como concienciar por la protecci¨®n del medio ambiente con un corto sobre Do?ana. ¡°El concepto de aventurera ha cambiado mucho. Ahora no es tanto llegar a rincones desconocidos, sino contar historias desconocidas de esos rincones alejados¡±.
Solo recomienda un destino cuando conoce a la persona, aunque da algunas ideas: ¡°A los aventureros les animo a ir al Amazonas peruano de la mano de los indios essejas para descubrir su fauna y flora. Y a los menos atrevidos, Namibia, un pa¨ªs precioso que se puede visitar sin tener una gran experiencia viajera donde se encuentran el parque nacional de Etosha o las grandes dunas del desierto rojo¡±.
Trotamundos ¡®millennial¡¯
Mariel Roc¨ªo Gal¨¢n, bloguera y youtuber
Con 20 a?os se subi¨® por primera vez en un avi¨®n destino Mazatl¨¢n (M¨¦xico), y eso cambi¨® su vida. ¡°Descubr¨ª que quer¨ªa dedicarme al periodismo de viajes, motivar a la gente a salir de su zona de confort e ir a conocer mundo¡±, cuenta esta bloguera (Ciudad de M¨¦xico, 1986). Mariel Gal¨¢n es una trotamundos millennial. Tras varios a?os trabajando en medios de comunicaci¨®n tradicionales, hace cuatro lanz¨® su blog, Mariel de Viaje, y canal de YouTube. Hoy medio mill¨®n de personas siguen sus viajes por Jordania, Jap¨®n, Espa?a, Francia, Ecuador, Guatemala, Marruecos¡ No sabe la cifra de pa¨ªses que ha visitado. "La gente se sorprende por ello. Pero es que no me gusta contarlos¡±, dice. Ella anima a descubrir Eslovenia, sobre todo los alrededores de la isla de Bled. ¡°Hay sitios incre¨ªbles como el lago Jasna, al pie de la monta?a Triglav, y el valle del r¨ªo Soca, escenario de la pel¨ªcula Las cr¨®nicas de Narnia. Otros sitios impactantes son Vintgar Gorge, una garganta de enormes paredes rocosas, y la hermosa cascada de Kozjak¡±.
La mayor¨ªa de sus viajes los realiza en solitario, y eso, seg¨²n dice, en su pa¨ªs natal a¨²n no est¨¢ muy bien visto. ¡°La sociedad mexicana sigue se?alando a la mujer como la culpable si le pasa algo viajando sola. Pero el peligro est¨¢ en todas partes, y lo que hay que hacer es seguir la propia intuici¨®n e ir con precauci¨®n¡±, reflexiona. ¡°No puedo detenerme para ver si alguien me acompa?a, es mi pasi¨®n y mi trabajo¡±. Coincidiendo con el D¨ªa de la Mujer, el a?o pasado lanz¨® la campa?a No est¨¢s sola. Y este 8 de marzo la repite. ¡°Surge para desmitificar la idea de que somos m¨¢s d¨¦biles o que nos encontramos con m¨¢s peligros por viajar solas. Somos muchas las que estamos all¨ª fuera, apoy¨¢ndonos¡±.
Una motera incansable
Alicia Sornosa, periodista y motera
En 2011, Alicia Sornosa (Madrid, 1973) emprendi¨® su vuelta al mundo. Las cifras: un a?o y medio y 120.000 kil¨®metros en una moto de 650cc. ¡°Empec¨¦ por ?frica e hice camino hacia India, Singapur, Australia, EE UU y Canad¨¢. Cruc¨¦ el c¨ªrculo polar, baj¨¦ de nuevo a EE UU para ir a Nueva York, recorrer la Costa Este hasta M¨¦xico, cruzar Centroam¨¦rica y llegar a Ushuaia (Argentina). El regreso lo hice por Montevideo (Uruguay)¡±. Descans¨® tres meses en Espa?a y se lanz¨® a la carretera de nuevo: ¡°Recorr¨ª el norte de Argentina, Bolivia, todo el Altiplano y parte de Per¨²¡±. ¡°La gente suele esperar a que llegue mi acompa?ante, y me han pasado cosas muy divertidas. En Colombia me par¨® la polic¨ªa y, cuando entendieron que iba sola, me escoltaron unos 100 kil¨®metros¡±. Aventuras que transform¨® en una novela con tintes biogr¨¢ficos, 360 grados: una mujer, una moto y el mundo.
En 2014 se centr¨® en Asia: 20.000 kil¨®metros de Espa?a a Tokio (Jap¨®n). Y Sornosa es capaz de aprovechar la boda de un amigo en Polonia para recorrer Europa del Este en moto, como hizo en 2015. "Al final, viajo en moto porque es mucho m¨¢s permeable que hacerlo en coche, porque en el camino vas oliendo, viendo, y cuando paras la gente te rodea¡ Y porque recorro las distancias m¨¢s r¨¢pido que si lo hiciera en bici, para lo que necesitar¨ªa mucha m¨¢s fuerza f¨ªsica¡±. Eso s¨ª, a las cinco de la tarde, sobre todo cuando viaja sola, empieza a pensar en d¨®nde pasar la noche: ¡°Y procuro dejar la moto escondida para no llamar mucho la atenci¨®n. Son cosas que al final haces sin darte cuenta para protegerte¡±.
En sus viajes recauda dinero para una ONG del destino, por ejemplo para ayudar a construir pozos en su reciente viaje de Etiop¨ªa a Sud¨¢frica (15.000 kil¨®metros). ¡°Me sirve para conocer los pa¨ªses, m¨¢s all¨¢ de recorrerlos¡±. Hoy se anima a guiar a moteros. ¡°Me gusta mucho la carretera austral chilena, por eso hago all¨ª uno de mis viajes. Tiene fiordos, campos de hielo, bosques milenarios¡¡±. Todos los a?os tambi¨¦n se lleva a moteros a Marruecos y en Semana Santa organiza una ruta con B The Travel Brand: 600 kil¨®metros de Bombay a Goa (India) siguiendo la costa del mar Ar¨¢bigo.
Pedaleando y remando
Cristina Sp¨ªnola, periodista, deportista y escritora
"Decid¨ª venderlo todo, les dije a mis padres que iba a trabajar a Sud¨¢frica cuando en realidad me hab¨ªa comprado un billete solo de ida, y cog¨ª mi bici. Siempre hab¨ªa querido dar la vuelta al mundo en bicicleta y, aunque me parec¨ªa una locura, era el momento¡±, recuerda Cristina Sp¨ªnola (Las Palmas, 1976). Ella es la primera espa?ola que ha completado el desaf¨ªo de recorrer 28.000 kil¨®metros en bici, pasando por 27 pa¨ªses, durante tres a?os y un mes. Empez¨® en marzo de 2014, pedale¨® de Sud¨¢frica al sur de M¨¦xico sola y de all¨ª hasta Ushuaia (Argentina) con Marika Latsone, una letona con la misma pasi¨®n. ¡°La bici tiene la ventaja de que vas a la velocidad perfecta para conocer un pa¨ªs, su cultura y su gente¡±.
Tras alcanzar su objetivo, y escribir Sola en bici.So?¨¦ en grande y toqu¨¦ el cielo,plane¨® su segunda aventura: recorrer en un kayak ¡ªal que bautiz¨® como Julieta Venegas¡ª el Mar de Cort¨¦s (M¨¦xico). ¡°Unos 800 kil¨®metros de San Felipe a la ciudad de La Paz. Fui la primera hispana en hacerlo sola¡±, se enorgullece.?All¨ª aprendi¨® a desarrollar sus habilidades de supervivencia, como cuando se parti¨® un dedo y se tuvo que amarrar la mano a la pala para seguir camino. Ahora surfea la costa mexicana de Baja California mientras escribe su cuarto libro. De hecho, M¨¦xico es el pa¨ªs que m¨¢s le gusta: ¡°Es perfecto para un n¨®mada digital como yo, te lo pasas muy bien, la gente es amable y respetuosa, no es tan peligroso como dicen y la comida es riqu¨ªsima¡±. Eso s¨ª, para una primera aventura en bici recomienda la chilena carretera austral (¡°es espectacular¡±) o recorrer Nueva Zelanda, muy preparado para el cicloturismo.
¡°El hecho de viajar sola y reivindicar tu espacio es una llamada a las mujeres para que se empoderen y se liberen. Siempre digo lo mismo: que las ¨²nicas cadenas sean las de la bici¡±.
Ense?ando a viajar
C¨¢ndida Garc¨ªa Santos, abogada y mochilera
La conocen como Kandy, La Abuelita Mochilera. Un apodo que se explica con la historia vital de C¨¢ndida Garc¨ªa Santos (?scar, 1935). Con 20 a?os trabajaba con sus padres en un campin en San Sebasti¨¢n, y all¨ª empez¨® a so?ar con dar la vuelta al mundo. La vida la llev¨® a estudiar Derecho, as¨ª que no fue hasta que se jubil¨® que se anim¨® a hacerlo: ¡°Cambi¨¦ la toga por la mochila¡±. Ten¨ªa 65 a?os. ¡°Descubr¨ª los bonos de avi¨®n que te permiten dar la vuelta al mundo, y lo hice en nueve meses. Me fui sola porque, si se lo hubiera pedido a alguien, me hubieran tratado de loca, y adem¨¢s tienes unas experiencias diarias que no tienes en compa?¨ªa¡±. Anotaba sus vivencias en libretas a modo de recuerdo para su nieta. Al regresar a Espa?a quiso ordenarlas, y eso se convirti¨® en el libro Abuelita mochilera: vuelta al mundo en solitario. Ya ha visitado m¨¢s de 80 pa¨ªses con su mochila a cuestas ¡ªnunca factura maleta¡ª.
Cuenta su historia camino de Madrid, donde la espera un grupo de mujeres para ir a Birmania. ¡°Hace unos a?os empec¨¦ a viajar con personas mayores que sue?an con ver sitios pero no se atreven solas. Y mi hijo ahora est¨¢ m¨¢s tranquilo si voy con gente¡±. Y aunque sus viajes no son solo para ellas, los hombres se animan poco: ¡°?Qu¨¦ gallinas son! Alguna vez ha venido alguno, pero acompa?ado de su esposa. Solos nunca¡±. Dice que para ella ser una mujer mayor ha sido una ventaja porque siempre la han ayudado, y que en sus dos d¨¦cadas de trotamundos las cosas han cambiado: Internet ayuda a planear mejor las rutas ¡ªle parece incre¨ªble estar en Wikipedia¡ª, viaja con m¨®vil y se encuentra con m¨¢s viajeras solitarias.
India es uno de sus destinos favoritos. ¡°Sobre todo el sur. Por ejemplo, el Estado de Kerala. Todos los a?os voy dos o tres veces, ahora con gente que quiere descubrirlo¡±. Tambi¨¦n le gusta visitar Auroville, en el Estado de Tamil Nadu, un asentamiento ut¨®pico que se cre¨® en 1968 con la idea de que todos los hombres y mujeres somos iguales y donde se vive sin religi¨®n ni dinero. ¡°Es impresionante meditar en el interior de Matrimandir, una gran esfera dorada¡±. A punto de cumplir 84 a?os, sue?a con conocer Malasia.
Espa?olas de mundo
Bajo la losa que silencia la huella de algunas mujeres por el mundo asoma la vivaracha Egeria, pues en tiempos en los que las mujeres carec¨ªan de historia ella atraviesa media Europa para redactar una cr¨®nica a sus amigas sobre los lugares santos, y eso era el siglo IV. Casi nunca se la cita como fruto temprano de la literatura de viajes en Espa?a, pero su aventura, punteada por la curiosidad, la precisi¨®n y buen humor, es ¨²nica. Egeria deber¨ªa ser la patrona de las cronistas de viaje espa?olas.
Quince siglos despu¨¦s asoman otras cabezas y, entre ellas, la de Carmen de Burgos (1867-1932). Fue una de las primeras cronistas profesionales y corresponsal de guerra que viaj¨® por media Europa escribiendo para la prensa; de hecho, dir¨ªa su compa?ero y amante Ram¨®n G¨®mez que de los veinte a?os que estuvieron juntos, en la mitad de ellos, la direcci¨®n de Carmen era la lista de correos. Vital, inteligente y feminista, no fue la ¨²nica.
Casi de su misma edad, Sof¨ªa Casanova (1861-1958) tambi¨¦n recorr¨ªa Europa. Como De Burgos, se convirti¨® en pionera de la cr¨®nica y ejerci¨® de corresponsal en Polonia y Rusia. Se hab¨ªa casado con un diplom¨¢tico polaco, as¨ª que de sus viajes y estancias por varios pa¨ªses le nacieron un mont¨®n de cr¨®nicas y seis idiomas que le vinieron muy bien para dedicarse a la escritura y la traducci¨®n cuando se separ¨® de su marido. Menos conservadora que ella era otra dama, gallega tambi¨¦n, y a quien bien se hubiera podido encontrar en alg¨²n boulevard de Par¨ªs o en alguna fontana de Italia. Emilia Pardo Baz¨¢n (1851-1921) cultiv¨® el arte de pasear maletas, primero por Espa?a y Europa con su marido, luego tan sola como lo hicieron, una vez separadas, todas las viajeras que citamos. Como ellas, tambi¨¦n escribi¨® para la prensa, pero no tanto por encargo de temas pol¨ªticos sino por el placer de contar los placeres flaneuristas de una dama con ganas de ver mundo y opinar por s¨ª misma.
M¨¢s lejos se fueron otras mujeres a las que se les encogieron los mapas de Europa, de pura gana de atravesar mares y vivir aventuras de esas sobre las que escrib¨ªan los hombres. Emilia Serrano (1843-1922) ya hab¨ªa dirigido dos peri¨®dicos cuando naci¨® Carmen de Burgos y cruzado el oc¨¦ano para estrenar su aventura americana, que dur¨® la mitad de su vida y a la que consagr¨® sus escritos. Para De Burgos fue una maestra: ¡°Y esos viajes no han sido de turista, han sido de mujer estudiosa, laboriosa, que ha trabajado incansablemente¡±, al igual que Eva Canel, amiga y compa?era de correr¨ªas por Am¨¦rica.
El diario de viaje, la realidad de una subjetividad libre en un espacio a¨²n vetado para mujeres viajando solas, se abr¨ªa como g¨¦nero a damas tan extraordinarias como ellas y como lo fue tambi¨¦n la original Aurora Bertrana, en la Polinesia y Marruecos. No son las ¨²nicas, pero s¨ª las que m¨¢s brillaron. Construyeron una genealog¨ªa silenciada en la literatura de viajes de autor¨ªa femenina en Espa?a y lo m¨¢s importante es que dejaron abierta la puerta de salida para otras mujeres.
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