De Hell¨ªn al fin del Mundo
Ruinas prehisto?ricas, un volca?n de siete millones de an?os, de marcha hasta donde este ri?o vierte sus aguas en el Segura y, para cenar, arroz con denominacio?n de origen en la localidad albacete?a
El municipio albacete?o de Hell¨ªn es inmenso: de una esquina a la contraria hay 50 kil¨®metros, como de Madrid a Aranjuez. En un d¨ªa intenso, bien aprovechado, lo veremos casi todo: el casco antiguo, las ruinas milenarias del Tolmo de Minateda, las 600 pinturas rupestres del Abrigo Grande, el pit¨®n volc¨¢nico de Cancarix, las casas-cueva de Las Minas¡ Y ya cuando est¨¦ poni¨¦ndose el sol llegaremos al fin del Mundo. Del Mundo con may¨²scula. ?Seguro que solo son 50 kil¨®metros?
9.00 Entre murales y trampantojos
Del castillo almohade que dominaba la ciudad apenas queda nada. Pero las calles y casas que han crecido sobre sus ruinas, en el casco antiguo, da gusto verlas: a cada paso se descubre un mural, un poema, un trampantojo o una fachada pintada de blanco y azulete. En una casa del callej¨®n del Beso pernoct¨® Carlos?I. Desde lo m¨¢s alto, al final de la calle del Castillo, se ve todo Hell¨ªn rodeado de cerros que nos recuerdan que esto ya no es la mon¨®tona llanura manchega, sino las primeras estribaciones de la sierra del Segura, donde Albacete y Murcia se tocan. Tres lugares del casco antiguo a los que vale la pena asomarse son el convento de los Franciscanos (1), la iglesia de la Asunci¨®n (2) y la ermita del Rosario (3). En ellos duermen, en un perfecto y merecido silencio, los santos de la Semana Santa hellinera, que es una de las m¨¢s ruidosas de Espa?a porque a todas horas redoblan miles de tambores. ?M¨¢s de 12.000! Es la Tamborada (no la Tamborrada).
10.30 Tambores y caramelos
Si tenemos antojo de un tambor, podemos comprar uno artesano en Tambores Navarro (Puertas de Madrid, 21) (4) o en Tambores Manzanillo (Benito Toboso, 17) (5). M¨¢s baratas, silenciosas y f¨¢ciles de llevar son las t¨ªpicas patatas fritas Rodas, que se encuentran en todas las tiendas, bares y hogares de la localidad, porque sin ellas no hay aperitivo en Hell¨ªn. Otras compras ricas son los caramelos La?P¨¢jara (6), que se hacen desde 1850 y cuentan con un museo (Asunci¨®n, 8; concertar la visita en el +34 669 41 28 77), y los vinos ecol¨®gicos Ram¨®n Izquierdo (Doctor Tabera y Ar¨¢oz, 17) (7), acogidos a la denominaci¨®n de origen Jumilla. ?Y Jumilla no es Murcia? S¨ª, pero la mitad de sus vinos salen de Hell¨ªn y otros cinco municipios de Albacete.
12.00 Galer¨ªa natural de arte rupestre
A 10 kil¨®metros al sureste de Hell¨ªn se alza el Tolmo de Minateda (8), una meseta caliza de bordes escarpados habitada desde la Edad del Bronce hasta la ¨¦poca isl¨¢mica y sobre la que llegaron a vivir 4.000 personas. Los romanos llamaban a aquella ciudad Ilunum. Los musulmanes la fueron abandonando, nadie sabe por qu¨¦, y en el siglo X ya no era nada. Impresionan los restos de la bas¨ªlica visigoda y las vistas desde la acr¨®polis o castellum, a cuyos pies se amontonan gigantescos pe?ascos desprendidos durante el terremoto de Lisboa (1755). A 1,5 kil¨®metros est¨¢ el Abrigo Grande de Minateda (9), una oquedad rocosa con forma de visera cuya pared de 20 metros acumula 600 pinturas rupestres de cabras, ciervos, caballos, toros y personas con o sin arcos. Entre estas ¨²ltimas, destaca la de una mujer llevando a un ni?o de la mano. Si Altamira es la Capilla Sixtina del arte rupestre en general, el Abrigo Grande lo es del levantino en particular. Para visitarlo, al igual que el Tolmo, conviene informarse en tolmodeminateda.es.
14.00 Atascaburras para comer
A tiro de piedra del Tolmo de Minateda, en la salida 69 de la autov¨ªa de Murcia (A-30), est¨¢ Venta Pascual (10), buen lugar para comer o picar algo. Por ejemplo, atascaburras ¡ªun guiso de patatas y bacalao¡ª, ajo mataero o boquerones en vinagre con patatas fritas (Rodas, por supuesto). Tambi¨¦n podemos comprar bocadillos o pan de masa madre hecho en horno de le?a si preferimos comer durante la siguiente excursi¨®n.
15.30 De Cancarix a la Luna
Ocho kil¨®metros m¨¢s al sureste nos aguarda el pit¨®n volc¨¢nico de Cancarix (11), un cr¨¢ter de hace siete millones de a?os en cuyo interior se solidific¨® la lava formando este cerro de columnas de basalto mezclado con otros curiosos minerales. Uno de ellos es la armalcolita, bautizado en recuerdo de los primeros hombres que llegaron a la Luna (Armstrong, Aldrin y Collins), pues lo descubrieron all¨ª, en el Mar de la Tranquilidad. En muy pocos lugares de la Tierra se ha encontrado despu¨¦s, aparte de en Cancarix. El pit¨®n est¨¢ declarado monumento natural y cuenta con un sendero circular balizado (PR AB-01) de 7,7 kil¨®metros y unas tres horas de duraci¨®n.
18.30 Senderismo vespertino
Con el sol ya bajo nos acercamos a la pedan¨ªa de Las Minas (12), al sur de Hell¨ªn, donde hoy viven 80 personas y en su d¨ªa lo hac¨ªan 2.500. Entonces hab¨ªa minas de azufre, elemento muy demandado para fabricar explosivos durante las grandes guerras de la primera mitad del siglo XX. Desde la antigua estaci¨®n de Las Minas, caminaremos hacia el suroeste por la v¨ªa abandonada del ferrocarril Chinchilla-Cartagena, bordeando cerros yes¨ªferos llenos de casas-cueva, anta?o habitadas por mineros. En 15 minutos se llega a un t¨²nel y, en cinco m¨¢s, por una senda que sale a la derecha, a un mirador que domina la Junta de los R¨ªos, donde el Mundo desemboca en el Segura. El fin del Mundo no puede ser m¨¢s bello, pues muere rodeado de arrozales inundados que el ¨²ltimo sol hace de oro. En estos campos ya crece el arroz bomba de la denominaci¨®n de origen Calasparra, uno de los mejores de Espa?a.
21.30 ?Con trufa negra o caracoles?
Adem¨¢s de verlo, el arroz hay que comerlo. Dos platos ¨®ptimos: el arroz con setas y trufa negra de Don Manuel (13) y el arroz con conejo y caracoles de Emilio (14). Para dormir, ning¨²n hotel en la ciudad como el propio Emilio. Si preferimos algo m¨¢s rural, elegiremos Bella Hell¨ªn (+34 625 09 70 10) (15), un cuatro estrellas ecol¨®gico con placas solares y caldera de biomasa en la cercana pedan¨ªa de Ca?ada de Agra, poblado de colonizaci¨®n creado en 1963 que es Bien de Inter¨¦s Cultural.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.