Pujanza La Paul 2017, conquista al primer sorbo

La bodega de Carlos San Pedro va como una moto. Tal vez porque ¨¦l la maneja con pericia. Lo cierto es que se ha convertido en uno de los mejores referentes de la singularidad vitivin¨ªcola riojana, felizmente rescatada de una tradici¨®n de mezclas (zonas, vi?edos, varietales), y hoy tipificada por la denominaci¨®n de origen como vi?edo singular. Una referencia de paraje, pero no de calidad, lo que puede reducir su impacto. Tal vez esto explique por qu¨¦ Pujanza no se ha acogido a la nueva indicaci¨®n, pese a que casi todos sus vinos proceden de una sola vi?a.

En el caso que nos ocupa, una peque?a parcela de 1,4 hect¨¢reas, con cepas que superan los 60 a?os, y que da nombre al vino. Carlos San Pedro lo f¨ªa todo a la calidad y expresividad de las uvas, de ah¨ª que realice una vendimia de orfebrer¨ªa, con selecci¨®n manual rigurosa de los racimos. Tras la fermentaci¨®n, realiza una crianza de 12 meses que combina magistralmente la madera de roble franc¨¦s y el hormig¨®n. El vino te conquista al primer sorbo por la frescura de su amplia frutosidad madura (moras, grosellas), sus perfumadas notas florales, el olor de la planta bals¨¢mica, los leves tostados y las especias de la medida crianza. De paladar suculento pero esbelto, este tinto fluye en la boca con su persistente expresividad.