Hotel Quinta Nova, un sue?o entre vides junto al Duero portugu¨¦s

Ahora que se habla tanto de experiencias, eso de visitar una bodega para hacer tu propio vino, ensamblarlo, embotellarlo y llev¨¢rtelo a casa es una de las experiencias tur¨ªsticas por antonomasia. Y si el marco incomparable es el valle portugu¨¦s del Douro, se nos puede quedar muy escu¨¢lido el diccionario para encontrar el vocablo definitivamente definitorio.

Pero esa experiencia existe. Se ofrece en la Quinta Nova de Nossa Senhora do Carmo, muy cerca de la localidad de Pinh?o, donde el r¨ªo describe un meandro pr¨®digo en terrazas de vi?edos geom¨¦tricos y mansiones con capillas y cruceiros tradicionales. Fue fundada en origen por la familia real lusa hasta que, dos siglos despu¨¦s, pas¨® a manos de la familia Amorim, los reyes del corcho, que determin¨® la conversi¨®n de la finca en un emporio vinatero bajo la etiqueta Douro y un hotel de 11 ¨²nicas habitaciones en el centro geod¨¦sico de sus 120 hect¨¢reas en verde charol orientadas hacia el r¨ªo, laderas abajo.

Con seis habitaciones se?oriales, la casa madre, construida en 1756 y redise?ada por la interiorista Ana Isabel Vale, mantiene su mobiliario de madera noble, con sillones tapizados en tart¨¢n, armarios de estilo remordimiento y t¨¢lamos decorados con encajes de bolillos. Para meterse en la cama hay que subir unas escaleras, que aqu¨ª dorm¨ªa el rey. Nobleza obliga a subir.

Anexas a ellas, las estancias con terrazas invitan a respirar el aire de sus arriates, los cipreses y otros ¨¢rboles centenarios. O zambullirse sin pedir permiso en la piscina con vistas al vi?edo. Aunque nada m¨¢s inolvidable que un paseo fluvial a bordo de un arrastrero ingl¨¦s de los a?os setenta, propiamente bautizado como el Nossa Senhora do Carmo.

La cena tiene lugar a hora temprana en el restaurante Terra?u ¡ªotro homenaje al vi?edo aterrazado¡ª bajo un imponente techo de vigas de madera y frente a dos rom¨¢nticas chimeneas que ennoblecen las dos propuestas de men¨² (tres o cinco platos) elaboradas por el chef Andr¨¦ Carvalho. Muy de inspiraci¨®n francesa, claro est¨¢, pues el hotel est¨¢ adscrito a la marca Relais & Ch?teaux.

Quiz¨¢ el desayuno, a la ma?ana siguiente, podr¨ªa complementar sus ricos platos con un ritual de desperezo que fuera m¨¢s all¨¢ del autoservicio. Qu¨¦ mejor homenaje a una casa hist¨®rica que ha permanecido vol¨¢til sobre el gran valle portugu¨¦s del vino, como lo atestigua la capilla anexa a la casa principal, donde todav¨ªa se concelebran misas de vendimia, y la otra capilla pr¨®xima a las riberas del Duero, donde la talla gran¨ªtica de Nossa Senhora do Carmo exhibe su escapulario de la orden carmelita.