Seis playas nudistas en Catalu?a para estrenar la primavera
Refrescantes propuestas de arenales v¨ªrgenes, como Bassa de l'Arena en Tarragona, o urbanos, como la Mar Bella de Barcelona
La costa catalana conserva abundantes rincones de tradici¨®n nudista donde los cuerpos desnudos armonizan con el paisaje. Playas v¨ªrgenes o urbanas, escuchando a veces el estr¨¦pito de los trenes. Estas son seis propuestas de arenales naturistas en Catalu?a desde los que dar,?a cuerpo gentil, la bienvenida a la primavera.
Burbuja de naturaleza
Playa Llarga, Vilanova i la Geltr¨² (Barcelona)
Las fronteras entre municipios ¡ªen este caso, entre Vilanova i la Geltr¨² y Cubelles¡ª suelen deparar espacios apacibles. Playa Llarga, delante de los restos de una laguna mar¨ªtima, representa el compendio de una costa del Garraf en estado de gracia por un kil¨®metro arenoso que se resiste a perder su pureza en una ¨¦poca en la que ya casi nada se mantiene virgen. En las peque?as dunas, acotadas por cuerdas y estacas, nidifica el chorlitejo patinegro, raz¨®n de prohibirse la presencia de perros.
Hasta el 1 de mayo no se cobra por estacionar en la calle de la Nansa. Despu¨¦s, se activar¨¢ la zona azul los fines de semana hasta el 15 de junio y, luego, a diario. Una vez en la orilla giramos a la izquierda y en cuanto desaparecen los espigones, a unos 200 metros, es m¨¢s factible ver a quienes hacen dejaci¨®n de ese disfraz que supone la ropa.
En la localidad de Cubelles, a unos 700 metros, dejan una honda huella la Vermuteria Canalla, con 130 verm¨²s en su carta, y, en el mismo edificio, los arroces del restaurante El Peixet. Los que busquen mayor m¨²sculo culinario solo tienen que andar hacia Vilanova i la Geltr¨² para disfrutar, en una punta rocosa, del?restaurante La Cucanya. Dada la proximidad, se puede (y se deber¨ªa) andar despu¨¦s hasta otra playa nudista, la de Aiguadol?, con m¨¢s servicios y ambiente, merced a la asociaci¨®n naturista de la Platja de l'Aiguadol? que la mima.
De cumplea?os
Mar Bella (Barcelona)
Un mirlo blanco. As¨ª podr¨ªa calificarse este arenal del paseo mar¨ªtimo de la ciudad de Barcelona, que este a?o cumple 25 a?os de disfrute nudista. Lo que hace diferente a la playa de la Mar Bella es la peque?a duna con ca?averal apantallando la zona de ba?o. Detr¨¢s cuenta con un polideportivo con skatepark, as¨ª como el arbolado del parque del Poblenou. De la base n¨¢utica suelen verse zarpar navegantes en paddle surf y vela ligera.
La limpieza es la norma y el mejor ambiente naturista se respira las semanas previas a la apertura de los chiringuitos. Y siempre es mejor acudir por las ma?anas, cuando menor es la presencia de ba?adores. No se registran m¨¢s mirones que en otras playas, quiz¨¢ porque aqu¨ª todos se conocen, incluido el marroqu¨ª Habibi, vendedor de pareos y latas de bebida desde hace dos d¨¦cadas. Muchos de los usuarios pertenecen a la Associaci¨® Naturista de la Mar Bella. La parada de metro Poblenou (l¨ªnea 4) se encuentra a un kil¨®metro de las olas, y a la ida o a la vuelta es una gran idea desviarse?hasta El T¨ªo Che para degustar su sabrosa horchata.
Adanes y cormoranes
Roques Blanques, Sant Pol de Mar (Barcelona)
Por su configuraci¨®n rectil¨ªnea, su asfixiante edificaci¨®n y su escasa distancia a la red de transportes es dif¨ªcil encontrar rincones nudistas en la costa del Maresme. Una estribaci¨®n del macizo del Montnegre, horadada por la v¨ªa del tren, obra el milagro aislando un trozo de costa junto con unos pe?ascos situados en la misma orilla, posadero de cormoranes.
La estaci¨®n de Rodalies (Cercan¨ªas) de Canet de Mar est¨¢ a 1,5 kil¨®metros de esta playa. La rambla de Oms hace de l¨ªnea divisoria entre Sant Pol de Mar y Canet de Mar, en cuyo aparcamiento (gratuito) podremos olvidarnos del coche. Luego embocaremos el canal de drenaje que pasa por debajo de la carretera N-II y la l¨ªnea f¨¦rrea. Caminamos despu¨¦s 300 metros por esta l¨ªnea de costa que vibra luminosa por la arena de grano grueso de origen mineral, gran¨ªtico. La proporci¨®n entre desnudos y textiles oscila seg¨²n donde uno se coloque, siendo mayoritariamente nudista hacia el norte de la playa, donde existe una zona frecuentada por el colectivo LGTBIQ.
Horizonte de arrozales
Bassa de l'Arena, Deltebre (Tarragona)
La comuni¨®n con la naturaleza es incompatible con las aglomeraciones. Y es por eso de la importancia de los enclaves rec¨®nditos de la costa mediterr¨¢nea. Por ejemplo, Bassa de l'Arena, uno de los playones tirados a cordel que dibujan el delta del Ebro, al que se accede dejando el coche en el aparcamiento disuasorio pr¨®ximo al restaurante Vascos. Tras bordear la playa de La Marquesa, pasamos por la gola del Pal, y ya estamos en Bassa de l'Arena, en medio de la nada, para gozar de la desnudez. Aparte de los grandes espacios (tiene unos tres kil¨®metros de longitud), sorprende aqu¨ª el incesante apetito del Mediterr¨¢neo devorando casas ¡ª?los primeros desplazados clim¨¢ticos de Espa?a! ¡ª y engullendo la playa a raz¨®n de entre 5 y 10 metros anuales de arena. A la espalda, arrozales, juncos, carrizos... Si alzamos la vista, gaviotas de Audouin, patos de variado pelaje, charranes comunes, inquilinos todos de este parque natural del Delta del Ebro. Quien desee familiarizarse con estas y otras aves, durante cuatro horas, solo tiene que contactar con Cristian Jensen, gu¨ªa de Audouin Birding Tours.
Buceo entre pinares
Torrent del Pi, L'Ametlla de Mar (Tarragona)
Esta preciosa caleta de piedrecillas (por lo que aqu¨ª es aconsejable llevar cangrejeras), oficialmente nudista, hace honor a su nombre al tratarse de la desembocadura de un barranco tachonado de pinos, en cuya laguna se mezcla una surgencia con agua del mar. Es m¨¢s, para muchos, este enclave reviste las caracter¨ªsticas de un delta en miniatura. Incluso la urbanizaci¨®n contigua queda oculta y la experiencia es caracter¨ªstica del m¨¢s evocador paisaje mediterr¨¢neo.
Los restos de plantas faner¨®gamas en la orilla de la playa de Torrent del Pi son un bioindicador de la calidad del agua, por lo que es una gran idea llevar gafas de buceo. En la avenida del Mig hay una peque?a bolsa de aparcamiento, desde donde se llega en tres minutos a pie al arenal. ?Que est¨¢ lleno y no se puede hacer la entrada triunfal por la pinada? Pues buscamos el aparcamiento de la calle del Torrent del Pi, en la urbanizaci¨®n Les Tres Cales.?
Junto al parque natural
Cala Tamariua, El Port de la Selva (Girona)
El parque natural del Cabo de Creus se manifiesta al final de un barranco salvaje a la vista de los ¨²ltimos edificios de la localidad gerundense de El Port de la Selva. Si no hay sitio para aparcar cerca de la Cala Tamariua, siempre tenemos a mano las 70 plazas del aparcamiento gratuito de La Pedrera.
Los apenas 65 metros de extensi¨®n de esta playa animan la cohabitaci¨®n entre textiles y cuerpos al sol, mientras en su parte trasera crecen tamariscos (arbustos que son la raz¨®n de su nombre) por donde se oculta una cantera de gneis, roca metam¨®rfica similar al granito. Aqu¨ª es mejor no acudir cuando sopla la tramontana, due?a y se?ora de este cabo con forma de pen¨ªnsula, responsable de la ausencia de arbolado. Una sugerencia senderista: seguir el camino de ronda desde la Tamariua hasta la cala Fornells. Es una hora de caminata ¡ªpara la que se necesita llevar calzado de suela r¨ªgida¡ª, se?alizada y accesible para familias.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.