Qu¨¦ hacer 24 horas en Sevilla, un paseo guiado por el arte y la literatura
Un recorrido por la ciudad andaluza que se detiene en las huellas de poetas sevillanos como B¨¦cquer y en las casas de pintores cl¨¢sicos como Vel¨¢zquez, visita el Museo de Bellas Artes y termina en el que fue un lugar ideal para Alfonso XIII
Pocas ciudades en el mundo a¨²nan tanto encanto, arte e historia como Sevilla, inmortalizada por algunos de los mejores escritores de todos los tiempos: el Cervantes de las Novelas ejemplares, el Quevedo de El Busc¨®n. Es la Sevilla de Machado y Cernuda, de Garc¨ªa Lorca, que se hosped¨® en 1935 en los Alc¨¢zares y ley¨® por vez primera Llanto por Ignacio S¨¢nchez Mej¨ªas, del Mateo Alem¨¢n del Guzm¨¢n de Alfarache, que naci¨® en la calle Redes en el a?o 1547, de P¨¦rez Gald¨®s, que en Fortunata y Jacinta describe a la ¡°rom¨¢ntica y alegre ciudad¡±. Es la que pis¨® Lord Byron, Washington Irving, Rub¨¦n Dar¨ªo; la que Thomas Mann visit¨® en 1923: ¡°Recordar¨¦ siempre el d¨ªa de la Ascensi¨®n en Sevilla, con la misa en la Catedral, la magn¨ªfica m¨²sica de ¨®rgano y la corrida de fiesta por la tarde¡±.
A esa Sevilla art¨ªstica nos referiremos en esta ruta, evocando lo que Th¨¦ophile Gautier dijo tras alojarse en la calle Sierpes en 1840: ¡°Es una ciudad grande, difusa, moderna, alegre, riente, animada. (...) El ayer no le preocupa, el ma?ana menos todav¨ªa; ella es s¨®lo presente¡±.
9.00 B¨¦cquer en el parque de Mar¨ªa Luisa
En el periodo del descubrimiento de Am¨¦rica, Sevilla fue el capital del mundo, econ¨®mica y pol¨ªtica. Esa centralidad global la repiti¨® la ciudad por medio de la Exposici¨®n Iberoamericana de 1929 ¡ªa lo que se a?adir¨ªa la Exposici¨®n Universal de 1992¡ª, concebida para hermanar Espa?a con Hispanoam¨¦rica, Estados Unidos, Portugal y Brasil. A tal efecto se construyeron 117 edificios, de los que se conservan 25 (reconvertidos hoy en instituciones pol¨ªticas o acad¨¦micas, centros de danza o consulados), que se ubicaron en el entorno del parque de Mar¨ªa Luisa (1). All¨ª se construy¨® la famosa plaza de Espa?a, y justo enfrente, escondidos entre las frondosidades del parque se muestran 48 bustos de grandes personalidades de la historia espa?ola, como Quevedo o Vel¨¢zquez. El monumento a Gustavo Adolfo B¨¦cquer, el poeta de las Rimas y leyendas, fue idea de Seraf¨ªn y Joaqu¨ªn ?lvarez Quintero, que costearon el proyecto por medio de su obra teatral de 1910 La rima eterna, inspirada en la rima IV, El amor que pasa. Se compone de un busto del poeta y tres figuras femeninas.
La casa natal de B¨¦cquer puede localizarse en el barrio de San Lorenzo, concretamente en el n¨²mero 28 de la calle Barajas. Hay all¨ª una placa conmemorativa del nacimiento del escritor, el 17 de febrero de 1836, y adem¨¢s, puede visitarse su tumba en el Pante¨®n de los Sevillanos Ilustres (acceso por la Facultad de Bellas Artes), junto a la de su hermano, el pintor Valeriano B¨¦cquer.
10.00 Historia archivada
Desde el parque, al cabo de unos 20 minutos andando, podr¨ªamos plantarnos frente al Archivo General de Indias (2), levantado a mitades del siglo XVII bajo el reinado de Felipe II, para que fuera una lonja de mercaderes. Con Carlos III se adapt¨® para guardar la documentaci¨®n relacionada con las posesiones de Espa?a en ultramar entre los siglos XV y XIX. Ah¨ª se conserva el Almanaque perpetuo de Abraham Zacuto, que permiti¨® a los navegantes el c¨¢lculo de latitudes: el mismo ejemplar que consult¨® y anot¨® Col¨®n. Muy cerca, est¨¢ el Archivo Municipal (3), que conserva documentaci¨®n desde el siglo XIII, cuando la ciudad se incorpor¨® a la Corona de Castilla. La Biblioteca Capitular Colombina (4), en el Patio de los Naranjos de la catedral y constituida en 1539 merced al impresionante legado bibliogr¨¢fico del erudito Hernando Col¨®n, hijo del descubridor, completar¨ªa una visita de m¨¢ximo inter¨¦s para la historia local y universal.
11.00 En el Museo de Bellas Artes
A un tiro de piedra se encuentra el Museo de Bellas Artes (5), fundado en septiembre de 1835 en el antiguo convento de la Merced Calzada, del siglo XVII. Por su imponente edificio y su cantidad y variedad de arte medieval y barroco, de esculturas y paisajes, o de pinturas del siglo XIX (como el retrato c¨¦lebre de Valeriano a su hermano Gustavo Adolfo), es uno de los museos espa?oles m¨¢s atractivos. Obras maestras como otros retratos, de Jorge Manuel Theotocopouli, de El Greco, o el de Crist¨®bal Su¨¢rez de Ribera, de Vel¨¢zquez, m¨¢s La apoteosis de santo Tom¨¢s de Aquino, de Zurbar¨¢n, o el conjunto pict¨®rico que Murillo pint¨® para la iglesia del Convento de los Capuchinos, son solo algunos ejemplos de lo que puede encontrarse all¨ª.
Siguiendo con arte, es posible visitar la casa natal de Vel¨¢zquez, en pleno barrio morisco sevillano; en los a?os setenta fue una galer¨ªa de arte y en los ochenta el taller de los modistos Victorio y Lucchino. Fue en 2018 cuando se abri¨® al p¨²blico como Casa Natal de Vel¨¢zquez (Padre Luis Mar¨ªa Llop, 4) (6). Tambi¨¦n, podemos acudir a la Casa de Murillo (Santa Teresa, 8) (7), que ofrece un recorrido por lo que fue la Sevilla del siglo XVII siguiendo los pasos del artista.
14.00 Almuerzo y tradici¨®n andaluza
Desde el Museo de Bellas Artes podemos acercarnos a la calle Acetres (8), en el barrio de Santa Cruz. En el n¨²mero seis hay una placa dedicada al poeta y cr¨ªtico literario Luis Cernuda, que vivi¨® all¨ª en los a?os veinte del siglo pasado y de la que habl¨® en su libro Ocnos (1942). Luego, a pocos minutos, hay dos lugares muy recomendables para comer, el restaurante Casa Robles (?lvarez Quintero, 58) (9) presume de alta gastronom¨ªa andaluza desde 1954, tiene una de las cartas de vinos m¨¢s completas de la ciudad y ha recibido numerosos galardones. Otro lugar cl¨¢sico es el restaurante Donald (Canalejas, 3) (10), fundado en 1973 y famoso por preparar la que se dice es la mejor ensaladilla rusa de Espa?a. Y famoso es tambi¨¦n el restaurante San Fernando, del hotel Alfonso XIII (11), con un estilo inequ¨ªvocamente andaluz gracias a su mosaico ornamental y ambiente rom¨¢ntico, y que propone platos deliciosos como el at¨²n de Almadraba con verduritas mediterr¨¢neas y ajo blanco, o el carr¨¦ de cordero con costr¨®n de hierbas con caviar de berenjena.
16.00 Recuerdos de un patio ¡®machadiano¡¯
Tras la comida, ser¨ªa buena idea acercarse al lugar machadiano por excelencia: el Palacio de las Due?as (12), donde el poeta Antonio Machado naci¨® en 1875. Se construy¨® entre los siglos XV y XVI y al comienzo era un monasterio. Uno de los inquilinos y administrador fue el padre del autor de estos celeb¨¦rrimos versos: ¡°Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla / y un huerto claro donde madura el limonero¡±. Y en efecto, tiene unos preciosos patios y jardines, cuidados por los jardineros de la Casa de Alba, en donde se pueden admirar floraciones en forma de buganvillas, jazmines, bignonias, plumbagos, glicinias o hibiscos.
18.00 Antigua universidad y cultura moderna
Toda esta mezcla de historia, arquitectura y literatura pueden seguirse explorando en el edificio donde se encuentran las facultades de Filolog¨ªa y Geograf¨ªa e Historia (13): la Universidad de Sevilla, construida en el siglo XVIII, que al inicio fue la sede de la primera f¨¢brica de tabacos establecida en Europa. Es un recinto inmenso con una portada principal barroca y que incluye dos patios centrales, un paraninfo y una capilla.
Dentro se ubica el Centro de Iniciativas Culturales (CICUS), que desarrolla una enorme actividad relativa a las letras, exposiciones de arte, representaciones teatrales, musicales o audiovisuales. Esta instituci¨®n, junto con el Ateneo de Sevilla (14), fundado en 1887 con el objeto de impulsar el pensamiento y la vanguardia literaria, y donde se realiz¨® la celebraci¨®n del tercer centenario de la muerte de G¨®ngora, que fructificar¨ªa en la Generaci¨®n del 27, mantienen una actividad incesante por medio de un sinf¨ªn de actos: conferencias, mesas redondas o presentaciones de libros.
20.00 Cenar y dormir como reyes
Muy pr¨®ximo a la universidad se halla uno de los hoteles m¨¢s lujosos y de historia m¨¢s relevante de toda Europa: el hotel Alfonso XIII (15), dise?ado por el arquitecto Jos¨¦ Espiau Mu?oz para que fuera la residencia de los dignatarios internacionales que visitaron la Exposici¨®n de 1929. La idea del monarca era convertirlo en el alojamiento m¨¢s fabuloso del continente. Mantiene su extraordinaria elegancia de anta?o ¡ªhay tours para conocerlo a fondo y hasta tiene un peque?o museo¡ª y est¨¢ preparado para el viajero con todo lo imaginable. Son 148 habitaciones, de entre ellas 22 suites, m¨¢s salones para banquetes, por donde han pasado infinidad de celebridades del mundo de la pol¨ªtica o el espect¨¢culo y se han rodado pel¨ªculas como Lawrence de Arabia, adem¨¢s de haber servido de escenario para la serie televisiva Juego de tronos.
Pero, m¨¢s all¨¢ de hospedarse en semejante lugar, comandado por Carlo Suffredini, habituado a un trabajo que implica relaciones diplom¨¢ticas del m¨¢s alto nivel, es posible disfrutar del maravilloso Bar Americano. Con un estilo lleno de glamur y una barra de 10 metros que parece sacada de una pel¨ªcula antigua, en ¨¦l se pueden degustar diferentes combinados frente a fotograf¨ªas de personajes conocid¨ªsimos que se alojaron aqu¨ª. Y para rematarlo, qu¨¦ mejor que cenar en la terraza del restaurante Ena (homenaje a la reina Victoria Eugenia Julia de Battenberg), con tapas cl¨¢sicas y embutidos ib¨¦ricos como centro de su cocina, y, adem¨¢s, hacerlo con algo impagable: unas vistas al centro de la ciudad para decir, como Gautier, que Sevilla es solo presente.
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