La Fiesta de los Rondeles: el fuego de origen pagano que inicia la Navidad en Casarabonela
Esta peque?a localidad de M¨¢laga de 2.500 habitantes celebra cada 12 de diciembre una procesi¨®n con capachos de aceite prendidos en llamas para acompa?ar a la Virgen. La tradici¨®n termina ya de madrugada en una fiesta popular con tostones, bu?uelos y chocolate
En 1582 el papa Gregorio XIII orden¨® el cambio del calendario. Hab¨ªa un desajuste y, aconsejado por los astr¨®nomos, decidi¨® modificarlo. Quienes se fueron a dormir el 4 de octubre de aquel a?o se levantaron a la ma?ana siguiente en el d¨ªa 15. No todos los habitantes de lo que hoy es Espa?a se lo tomaron igual. Entre ellos los moriscos, como se conoc¨ªa y hoy sigue siendo el gentilicio de los vecinos de Casarabonela, una peque?a localidad de la provincia de M¨¢laga de 2.524 habitantes. Su memoria sigue siendo honrada en una fiesta local cada 13 de diciembre, d¨ªa de Santa Luc¨ªa, justo 11 d¨ªas antes ¡ªaquellos 11 que desaparecieron de un plumazo¡ª del d¨ªa en el que arranca la Navidad. La noche antes, el 12 de diciembre, celebran una espectacular procesi¨®n marcada por el fuego y ligada tambi¨¦n con la recogida de la aceituna. Es la Fiesta de los Rondeles, que se realiza con el municipio totalmente a oscuras, solo iluminado por los capachos de esparto prendidos en llamas que portan unas 40 personas mientras acompa?an a la conocida como Virgen de los Rondeles.
A este pueblo blanco se llega tras superar un pu?ado de curvas camino de la comarca de la Sierra de las Nieves, declarada parque nacional en 2021 por sus valores naturales, pero tambi¨¦n por su patrimonio hist¨®rico y etnogr¨¢fico. Uno de los elementos m¨¢s llamativos es precisamente esta festividad que cada 12 de diciembre llena de fuego las callejuelas de Casarabonela, heredadas del urbanismo ¨¢rabe, en un rito que mezcla lo religioso y lo pagano. ¡°Es una fiesta muy relevante para el pueblo. Est¨¢ tan arraigada que, siglos despu¨¦s, la poblaci¨®n actual a¨²n sigue honrando a sus antepasados¡±, subraya Kisko Llorente, profesor de Antropolog¨ªa Social de la Universidad de M¨¢laga, quien residi¨® durante a?os en el municipio y conoce bien la comarca. La jornada acaba de madrugada, ya d¨ªa 13, que aqu¨ª significa el inicio de la Navidad, 11 d¨ªas antes de lo habitual en recuerdo a las jornadas perdidas hace siglos. Adem¨¢s, como buena parte de las fiestas rituales, esta est¨¢ ligada igualmente a la producci¨®n agraria: recuerda al agradecimiento que los antiguos molineros realizaban a la Virgen por la cosecha de aceitunas, tradici¨®n que naci¨® en el siglo XVIII, cuando lleg¨® a haber una docena de molinos de aceite en Casarabonela.
Francisco Flores es el presidente de la Asociaci¨®n de Amigos de los Rondeles. Con 352 personas asociadas, la mayor¨ªa de las familias del municipio est¨¢n representadas en la entidad, encargada de mantener viva una tradici¨®n que en el pueblo se vive con gran intensidad. ¡°Es el momento m¨¢s importante de todo el a?o, es nuestra noche m¨¢gica¡±, subraya Flores, que forma parte de la agrupaci¨®n desde 1996, tres a?os despu¨¦s de su fundaci¨®n. Quienes la conforman se encargan tambi¨¦n de preparar la procesi¨®n en la que cada a?o participan unas 150 personas, con una comitiva formada por dos pastorales ¡ªuna infantil y otra de adultos¡ª, adem¨¢s de las quienes portan a la Virgen y los propios rondeleros, que transportan los capachos prendidos en llamas.
La historia recuerda que los capachos utilizados en la procesi¨®n hab¨ªan sido elaborados por los propios vecinos del pueblo ¡ªcon una larga tradici¨®n de artesan¨ªa de esparto¡ª y utilizados en los molinos para prensar la aceituna y extraer el aceite. Hoy son adquiridos fuera ¡ªen la localidad sevillana de Herrera¡ª y rara vez han sido usados en alg¨²n lagar. Eso s¨ª, para que est¨¦n bien impregnados de aceite, se preparan a la antigua: se colocan entre capas de aceitunas y se van regando peri¨®dicamente de aceite turbio ¡ªel que no sirve¡ª a lo largo de un a?o para que el l¨ªquido impregne bien las fibras vegetales. Antiguamente, estas piezas de esparto iban abiertas ¡ªde ah¨ª su nombre, que pas¨® de redondeles a rondeles¡ª pero hoy se llevan enrolladas para que ardan durante m¨¢s tiempo.
Zambombas, sonajas y casta?uelas moriscas
La procesi¨®n arranca en la ermita de la Veracruz, en la parte baja de Casarabonela. La hora de salida es siempre la misma y se cumple pr¨¢cticamente a rajatabla: las diez de la noche. Media hora antes se realiza el toque de honor ¡ªuna especie de preg¨®n, que este a?o corre a cargo de la vecina Carmen Garc¨ªa¡ª y, en ese momento, el alumbrado p¨²blico se apaga. El p¨¢rroco del municipio bendice entonces el fuego de una hoguera y los rondeleros prenden all¨ª sus rondeles. Conforman la parte m¨¢s vistosa y llamativa de la comitiva. A lo largo de hora y media, la procesi¨®n se convierte en un espect¨¢culo que llena las calles de una luz fantasmag¨®rica. La imagen es hipn¨®tica y atrae cada a?o a decenas de fot¨®grafos que buscan lograr la imagen m¨¢s impactante.
Sobre las 23.30 el recorrido acaba en la iglesia de Santiago Ap¨®stol, en la parte m¨¢s alta del municipio, donde las pastorales cantan villancicos. Utilizan zambombas ¡ªaqu¨ª llamadas bombos¡ª y sonajas elaboradas a mano por los artesanos del pueblo. Tambi¨¦n unas casta?uelas conocidas como moriscas y diferentes a las flamencas, formadas por dos tablas de caoba fabricadas a mano. Una salve pone punto final a la procesi¨®n, pero tambi¨¦n da el pistoletazo de salida al festejo popular que sigue en la plaza del pueblo. Incluye una degustaci¨®n de chocolate, bu?uelos y tostones, es decir, pan cateto con ajo y aceite. ¡°Todo se cocina y calienta en una hoguera de le?a que hacemos en la plaza, como manda la tradici¨®n¡±, explica el alcalde Antonio Campos, que se?ala que todo el programa de festejos es muy puntual y anima a los visitantes a acercarse a vivirlos, aunque sea jornada laboral y al d¨ªa siguiente tambi¨¦n haya que trabajar.
La fiesta ¡ªdeclarada de Inter¨¦s Tur¨ªstico Nacional de Andaluc¨ªa en 2001 y de Singularidad Tur¨ªstica Provincial desde 2006¡ª no acaba ah¨ª, porque desde el viernes 13 hasta el domingo 15 se celebra tambi¨¦n una ruta de la tapa denominada El Rondel en la que participan los bares y restaurantes de Casarabonela, animada por las pastorales que cantan villancicos por las calles. De forma paralela, las asociaciones del pueblo ofrecen en sus sedes degustaciones de distintos platos locales, como potaje de garbanzos con acelgas, costillas en salsa, empanadillas de batata o chacinas y dulces de la zona. Tambi¨¦n hay otras actividades, como una exposici¨®n de fotograf¨ªa antigua sobre los rondeles, que se puede ver en el Centro de Interpretaci¨®n de Casarabonela (Calle Real, 3), el antiguo matadero municipal. La celebraci¨®n acaba el d¨ªa 22, cuando la Virgen vuelve a la ermita de la Veracruz, donde ya se acondiciona un edificio para ejercer de Centro Etnogr¨¢fico de Los Rondeles.