Qu¨¦ hacer 24 horas en Fr¨¢ncfort: de Mainhattan a la casa de Goethe y ¡®apfelwein¡¯ para cenar
Una ruta por el casco antiguo de la ciudad alemana con paradas en museos, la Alte Oper, las orillas del r¨ªo Meno y la colegiata de San Bartolom¨¦
Desde el punto de vista financiero, Fr¨¢ncfort es una de las ciudades m¨¢s importantes de Europa, sede del Banco Central Europeo desde 1998 y con un aeropuerto que mueve m¨¢s de 70 millones de pasajeros al a?o, siendo as¨ª, uno de los primeros del mundo.
Esto invita al viajero a hacer en la ciudad alemana una escala o tambi¨¦n puede servir de base para estancias m¨¢s largas y desplazarse de forma c¨®moda a otros puntos de inter¨¦s. Pero no todo aqu¨ª son rascacielos y gente trajeada. Fr¨¢ncfort tambi¨¦n es su casco antiguo, reconstruido en su totalidad tras la Segunda Guerra Mundial, el r¨ªo Meno (Main, en alem¨¢n), m¨¢s de treinta museos o la casa del gran escritor rom¨¢ntico Goethe, natural de la ciudad alemana.
8.00 Despierta Mainhattan
En muchas ocasiones se compara el distrito financiero de Fr¨¢ncfort con Manhattan, debido a la gran cantidad de rascacielos que se levantan en la ciudad. Por eso ha recibido el apodo de Mainhattan (acr¨®nimo de Meno, el r¨ªo que atraviesa Fr¨¢ncfort, y Manhattan), y es que no existe en Europa un skyline igual. Es conocido como el distrito bancario, ya que alberga las sedes de los principales bancos extranjeros y alemanes, como las conocidas torres gemelas del Deutsche Bank (1) o el Commerzbank (2), dise?ado por Norman Foster. Tambi¨¦n en el centro de la ciudad se encuentran otros ic¨®nicos edificios como la Main Tower (3) (se puede subir hasta un mirador para disfrutar de la panor¨¢mica desde su planta n¨²mero 54) o el One (4), llamado as¨ª por su parecido con el n¨²mero uno.
Paseando entre sus rascacielos nos encontramos la obra del artista pop Claes Oldenburg, que representa una corbata invertida de 12 metros de altura (5). Simboliza perfectamente el ambiente que se respira en esta parte de la ciudad. Refleja con una mezcla de humor e iron¨ªa el fren¨¦tico mundo de los negocios.
En esta zona, tambi¨¦n est¨¢ la escultura del euro (6) que tantas veces hemos visto ilustrando la historia de la moneda europea en los medios de comunicaci¨®n. Con una altura de 14 metros y 50 toneladas de peso se ha convertido en uno de los s¨ªmbolos de la ciudad. Esta divisa acompa?aba a la sede del Banco Central Europeo, que desde 2015 se ha trasladado a la zona este de la ciudad.
11.00 De paseo y compras
Fr¨¢ncfort es una de ciudad de algo m¨¢s de 750.000 mil habitantes que se recorre c¨®modamente a pie. De todas formas, como muchas ciudades centroeuropeas, cuenta con tranv¨ªa y metro. Dando un agradable paseo, nos dirigimos hacia la zona comercial, no sin antes detenernos en la plaza de la ?pera para admirar el edificio clasicista Alte Oper (7), inaugurado el 20 de octubre de 1880. Hoy est¨¢ destinado a conciertos y todo tipo de eventos culturales, ya que las ¨®peras se representan en un nuevo teatro construido para tal fin.
Llegamos a Zeil (8), una larga y c¨¦ntrica calle peatonal, considerada una de las v¨ªas comerciales m¨¢s importantes de Alemania. En ella se pueden encontrar desde primeras firmas hasta gangas de todo tipo. Adem¨¢s, la oferta culinaria es muy variada.
13.00 Una ¡®frankfurter¡¯ para reponer fuerzas
Podemos aprovechar para hacer una parada y probar por fin las famosas frankfurter. Su caracter¨ªstica principal es que est¨¢n elaboradas ¨²nicamente con carne de cerdo, a diferencia de la variante vienesa, que mezcla ternera y cerdo. As¨ª que una salchicha, con pomes y una buena cerveza local, es algo que no se debe dejar de probar en una visita a la ciudad del Meno.
15.00 T¨¦ con Goethe
Frankfurt es una ciudad llena de museos, pero si hay uno que atrae al mayor n¨²mero de visitantes es la casa museo de Goethe (9). Johann Wolfgang von Goethe (1749-1832) fue uno de los nombres m¨¢s destacados de las letras alemanas de todos los tiempos. Fausto (1808) o Las desventuras del joven Werther (1774), que escribi¨® en esta casa, son obras cumbre de la literatura mundial. Aqu¨ª pas¨® su infancia y la mayor parte de su juventud. La casa qued¨® totalmente destruida durante la Segunda Guerra Mundial, reconstruy¨¦ndose a?os m¨¢s tarde manteniendo la estructura original.
La mansi¨®n, a la que se accede por un patio, tiene tres plantas, con m¨²ltiples salas decoradas al detalle y que dan muestra del nivel social y cultural de la familia. Entre ellas destaca el sal¨®n de m¨²sica, la biblioteca de su padre, la sala de las pinturas o un bonito teatro de marionetas en la buhardilla.
17.00 El Fr¨¢ncfort reconstruido
Desde la casa de Goethe la visita puede continuar hacia la plaza R?merberg (10), no sin antes hacer una parada en la colegiata de San Bartolom¨¦ (11), considerada como la catedral de Fr¨¢ncfort. De estilo g¨®tico, fue sede imperial, ya que en ella ten¨ªan lugar las coronaciones de los emperadores de Alemania desde el siglo XV al XVIII. Fue destruida dos veces, la primera por un incendio y m¨¢s tarde por los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. Durante la contienda, la zona hist¨®rica fue arrasada desapareciendo m¨¢s de mil casas, entre ellas las de la citada plaza. Estas se reconstruyeron siguiendo la estructura original, algunas con entramados de madera. En la actualidad, R?merberg es uno de los centros neur¨¢lgicos de la ciudad, donde turistas y locales se re¨²nen para tomar un helado o disfrutar del buen tiempo. Aqu¨ª se celebran diferentes eventos como la feria del libro, mercadillos navide?os y conciertos.
18.30 Paseo rom¨¢ntico
Por uno de los laterales de la plaza podemos salir directamente a la ribera del Meno. Este r¨ªo es el principal afluente del Rin y, con buen tiempo, es un buen lugar para dar un paseo, hacer deporte o bien sentarse en una de sus animadas terrazas. Otra opci¨®n es hacer un crucero de una hora, con lo que tendremos una perspectiva diferente de la ciudad.
Desde aqu¨ª cruzaremos a la parte sur de Fr¨¢ncfort, conocida como Sachsenhausen (12), atravesando el r¨ªo por el famoso puente de hierro peatonal. Este es perfecto para ver el skyline de la ciudad y tomar algunas fotograf¨ªas. El puente est¨¢ recubierto de candados que dejan las parejas como s¨ªmbolo de su amor.
20.00 ?A cenaaaaar!
Sachsenhausen, uno de los barrios m¨¢s aut¨¦nticos, pues conserva sus casas bajas y sus calles adoquinadas, fue la zona que menos sufri¨® los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. Adem¨¢s, aqu¨ª se concentran un buen n¨²mero de museos.
El barrio tiene mucha vida, ya que hay gran cantidad de tabernas en las que se sirve sidra de manzana, apfelwein. Esta bebida de bajo precio y gradaci¨®n es t¨ªpica de la ciudad y perfecta para acompa?ar la cena. Apfelwein Wagner o Zum Gemalten Haus son dos tabernas muy recomendables para degustar alg¨²n plato de la cocina local. Schnitzel (filete empanado) o codillo acompa?ados de chucrut (col fermentada) o patatas al horno y de postre apfelstrudel. Este es un buen momento para relajarse, disfrutar de la cena y el ambiente y brindar con una buena jarra de apfelwein. ?Prost!
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