Rumbo al T¨ªbet: majestuosos monasterios, paisajes monta?osos y cultura ancestral en un viaje ¨¦pico
?Viajar al T¨ªbet? ?Por qu¨¦ no? M¨¢s all¨¢ del monte Everest, existe un destino fascinante lleno de vida, historia y paisajes sorprendentes
Pocos lugares en el mundo encierran tanto misterio como el T¨ªbet. A menudo imaginamos las ya famosas colas interminables de excursionistas que escalan (o lo intentan) el Everest, en esa ansiedad por llegar al pico m¨¢s alto del mundo. Sin embargo, el T¨ªbet es mucho m¨¢s que el monte Everest; la meseta tibetana cuenta con maravillosos paisajes monta?osos, lugares patrimonio de la humanidad, asentamientos n¨®madas, pueblos y ciudades cuya arquitectura es sencillamente fascinante, cientos de monasterios budistas y una cultura a la que hay que acercarse con el coraz¨®n abierto y sin prejuicios.
Este viaje lo realizamos de la mano de EL PA?S VIAJES y el gu¨ªa, fot¨®grafo, escritor y arque¨®logo ?lvaro Planchuelo. Del 2 al 16 de junio de 2025, un grupo de viajeros (al que, por supuesto, puedes unirte) tendr¨¢n la oportunidad de descubrir los tesoros ocultos del T¨ªbet. A lo largo de esta traves¨ªa, no solo explorar¨¢n los emblem¨¢ticos sitios de Lhasa, como el palacio de Potala y el templo Jokhang, sino que tambi¨¦n se aventurar¨¢n por las carreteras serpenteantes que conectan el T¨ªbet con Nepal, atravesando paisajes sobrecogedores y comunidades locales que brindan una visi¨®n aut¨¦ntica de la vida en esta remota regi¨®n; con el siempre impasible tel¨®n de fondo de los Himalayas.
Primera parada: Lhasa, la capital sagrada
La capital del T¨ªbet, rodeada de las monta?as del Himalaya, es la primera parada de un viaje por la meseta m¨¢s alta del mundo. En Lhasa, la sede de los lamas, se encuentran algunos de los lugares emblem¨¢ticos del T¨ªbet como los palacios de Potala, Norbulingka y el templo de Jokhang, incluidos en la lista de patrimonio de la humanidad por la Unesco.
El primero de ellos, el palacio de Potala, se alza majestuosamente en la colina Marpo Ri, a m¨¢s de 100 metros sobre el valle. Este impresionante edificio, erigido en el siglo XVII por el quinto Dal¨¢i Lama, no solo es un s¨ªmbolo de la arquitectura tibetana, sino que tambi¨¦n ofrece vistas panor¨¢micas de la ciudad. En su interior, se encuentran los aposentos privados del Dal¨¢i Lama, as¨ª como diversas salas de Estado y capillas que reflejan la rica historia del T¨ªbet.
El barrio de Barkhor ofrece una panor¨¢mica formidable para adentrarse en las entra?as del T¨ªbet. El templo de Jokhang, declarado patrimonio de la humanidad, es considerado el m¨¢s sagrado e importante del budismo tibetano. No solo es el coraz¨®n espiritual de Lhasa, sino que tambi¨¦n atrae a un sinf¨ªn de peregrinos y turistas que llegan de todos los rincones del T¨ªbet hist¨®rico. Fundado por Songtsen Gampo, el primer rey budista que unific¨® el imperio tibetano en el siglo VII, es un testimonio vivo de la devoci¨®n y la historia tibetana.
Segunda parada: de Lhasa a Drepung
A unos 5 kil¨®metros de Lhasa, el monasterio de Drepung, el m¨¢s grande del T¨ªbet, lleg¨® a albergar a 7.000 monjes. Junto con los monasterios de Ganden y Sera, Drepung es uno de los tres grandes centros de educaci¨®n del budismo tibetano de la escuela Gelugpa, tambi¨¦n conocida como la ¡°escuela de los sombreros amarillos¡±. Fundado en el siglo XV, fue la residencia anterior del Dal¨¢i Lama antes de la construcci¨®n del majestuoso palacio de Potala. Si est¨¢s aqu¨ª no puedes perderte los famosos debates del monasterio de Sera, donde los monjes participan con gran energ¨ªa en un discurso intelectual desafi¨¢ndose en la comprensi¨®n de la filosof¨ªa budista.
Tercera parada: Rumbo a Gyantse
Los dzongs (como se conoce a la arquitectura de los monasterios de But¨¢n y el T¨ªbet) forman parte del paisaje de la regi¨®n. La majestuosidad de la fortaleza de Gyantse se aprecia ya a lo lejos. Desde Lhasa hasta este lugar hay varias paradas imprescindibles: el lago Yamdrok (a 4.447 metros de altura), uno de los cuatro grandes lagos sagrados del T¨ªbet; el enorme macizo del monte Nojin Kangsang (a 7.191 metros de altura); el puerto de monta?a del Karo-La (a 5.020 metros de altura), y el monasterio de Pelkor Chode, tambi¨¦n conocido como monasterio de Palcho. En ¨¦l encontraremos una de las grandes obras del arte tibetano: el Kumbum, el mayor chorten del T¨ªbet.
Cuarta parada: Shigatse, la tercera ciudad m¨¢s grande del T¨ªbet
Shigatse, ubicada a m¨¢s de 3.000 metros de altitud, es la segunda ciudad m¨¢s grande del T¨ªbet. Su principal atractivo es el monasterio de Tashilhunpo, fundado en el siglo XV por el primer Dal¨¢i Lama y actual sede del Panchen Lama. Sin lugar a duda, este monasterio es una de las joyas del T¨ªbet; las vistas del valle y del dzong no se olvidan f¨¢cilmente.
Quinta parada: por la ¡°carretera de la Amistad¡± hasta Sakya
De Lhasa a Katmand¨², la conocida como ¡°carretera de la Amistad¡± transcurre a m¨¢s de 4.000 metros sobre el nivel del mar. Muchos viajeros le dedican unos ocho d¨ªas de trayecto, en los que seguro invierten un tiempo para conocer el impresionante monasterio Sakya, la sede principal de la escuela Sakyapa, fundada en 1073, y una de las cuatro principales escuelas del budismo tibetano que se distingue por su estructura de monarqu¨ªa hereditaria. Sin duda, destaca por su biblioteca, donde se halla el libro m¨¢s grande del mundo.
Sexta parada: el monte Everest
Como dec¨ªamos, el T¨ªbet no solo es el Everest, pero obviamente es una parada imprescindible. Un viaje al monasterio a mayor altitud del T¨ªbet, Rongbuk, implica pasar cerca del campo base norte del monte Everest. El paso de Gyatso-La ofrece la oportunidad de contemplar el Everest y el Himalaya por primera vez; y desde la cima del Gawu-La disfrutar¨¢s de una espectacular panor¨¢mica. Solo uno puede entender la atracci¨®n que sienten los alpinistas pisando este lugar. Adrenalina, v¨¦rtigo y fascinaci¨®n son solo algunas de las sensaciones que se pueden sentir aqu¨ª, en la cima del mundo. Si el tiempo lo permite, desde el lugar se pueden ver el Everest, Lhotse (8.516 metros), Makalu (8.481 metros), Cho Oyu (8.201 metros), Shisha Pangma (8.013 metros) y otros tantos sietemiles.
S¨¦ptima parada: Katmand¨²
La aventura culmina con la llegada a Katmand¨², no sin antes despedirse de las exuberantes laderas de Nepal y del inolvidable Everest. La carretera de la Amistad permite llegar hasta Katmand¨², que espera al visitante rodeada por las monta?as del Himalaya. La capital de Nepal, con m¨¢s de un mill¨®n de habitantes, es toda una sorpresa por la cantidad de templos y palacios budistas e hinduistas que posee. En el valle se ubican siete lugares catalogados como patrimonio mundial por la Unesco: las tres plazas Durbar situadas frente a los palacios reales de Hanuman Dhoka, Pat¨¢n y Bhaktapur; las estupas budistas de Swayambhu y Bauddhabath, y los templos hinduistas de Pashupati y Changu Narayan.
La ciudad fue dise?ada originalmente por el emperador Ashoka en el siglo III con la forma del Dharma Chakra budista, rodeada por cuatro estupas y otra en el centro. Hay m¨¢s de 1.200 monumentos budistas de diversas formas y tama?os repartidos por toda la ciudad. El monumento m¨¢s importante de la ciudad es la plaza de Durbar (antigua residencia de los reyes Malla), compuesta por una encantadora mezcla de edificios palaciegos, patios art¨ªsticos y pagodas.
*Si quieres m¨¢s informaci¨®n sobre este y otros viajes similares, consulta nuestra web de EL PA?S VIAJES.
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