Entre el funk y Bach: una vacuna musical para Brasil
El ¡®funkeiro¡¯ MC Fioti se convierte con su tema ¡®Bum Bum Tam Tam en un fen¨®meno sociol¨®gico y cultural frente al negacionismo de Bolsonaro. Esta es su historia


Dif¨ªcilmente el panorama pod¨ªa ser m¨¢s sombr¨ªo cuando alguien descubri¨® la feliz coincidencia que ha convertido un remix funk en campa?a a favor de la vacuna del coronavirus en Brasil. Muertos por asfixia en hospitales, inyecciones apalabradas que no llegan, unas redes infestadas de noticias falsas y el hombre al tim¨®n, el presidente Jair Bolsonaro, tan negacionista como el primer d¨ªa, sin mascarilla y con la intenci¨®n declarada de no vacunarse. As¨ª estaba la pandemia cuando el Brasil que adora innovar, que reivindica la ciencia y el arte frente al oscurantismo y la ignorancia se ha anotado un golazo con Bum Bum Tam Tam (culo tam tam, en portugu¨¦s). Deben de quedar pocos brasile?os que no hayan escuchado esa pegadiza canci¨®n que anima a vacunarse. C¨®mo se convirti¨® en himno oficioso es tal enredo que conviene relatarlo por cap¨ªtulos.
Primero, la feliz coincidencia: Bum Bum Tam Tam es el t¨ªtulo y el pegadizo estribillo de uno de los mayores ¨¦xitos brasile?os en YouTube. Y suena como Butantan, un instituto de salud p¨²blica, el mayor fabricante de vacunas de Am¨¦rica Latina. Ah¨ª est¨¢ la clave de este fen¨®meno que ha unido ciencia y cultura popular para concienciar a ritmo de baile hasta al ¨²ltimo de los brasile?os descre¨ªdos.
Segundo, los protagonistas. En una alianza inesperada, los cient¨ªficos del Instituto Butantan abrazan al funkeiro y rapero MC Fioti, que cre¨® la m¨²sica original tras encontrar en Internet un fragmento de un tal J. S. Bach, al que no conoc¨ªa: la flauta travesera de Partita en La menor. Enero de 2021. Acaba de empezar la vacunaci¨®n en Brasil. El maestro de ceremonias no tarda en adaptar las rimas. ¡°La vacuna va a curar nuestro virus, va a salvar a mucha gente¡±, canta el chaval a ritmo de un funk nacido en las favelas de R¨ªo de Janeiro que batalla para quitarse de encima el estigma de ser una cosa de criminales. Nace el remix Vacuna Bum Bum Tam Tam. Triunfa. Los defensores del sistema de salud p¨²blica brasile?o ¡ªuno de los mayores del mundo¡ª impulsan la canci¨®n con entusiasmo. Los divulgadores cient¨ªficos aplauden como locos. Ni en el m¨¢s incre¨ªble de sus sue?os imaginaron semejante campa?a de promoci¨®n. Z¨¦ Gotinha ¡ªla gotita que desde los ochenta encarna las campa?as de inmunizaci¨®n¡ª protagoniza un torrente de memes. Baila a ritmo de funk, agitando el trasero.
Tercero, sin v¨ªdeo no hay hit. Con enorme agilidad, el centenario Instituto Butantan recoge el guante. Es la ocasi¨®n so?ada para reivindicarse tras meses de asedio por parte del presidente Bolsonaro contra la vacuna del Butantan porque la apadrina un adversario pol¨ªtico y porque es china. Inmediatamente el Instituto abre sus puertas al artista, sus laboratorios y su azotea, donde MC Fioti canta junto a decenas de cient¨ªficos que bailan siguiendo los protocolos sanitarios. Funk con mascarilla y distancia de seguridad. Ocho millones de personas vieron el ?v¨ªdeo en ocho d¨ªas. Ya son casi 10 millones.
Cuarto, terreno f¨¦rtil. Los retuits y los likes se cuentan por centenares; los visionados en ?YouTube, por millones. Una tendencia intensificada por la pandemia. Con la primera cuarentena, el Brasil con buena conexi¨®n a Internet se mud¨® en bloque a un YouTube en efervescencia.
Quinto, la concepci¨®n. Todo apunta a que la primera en conectar el Butantan con el exitazo funk fue la Orquesta Sinf¨®nica de Bah¨ªa. El 8 de enero colg¨® en Instagram un v¨ªdeo de un concierto prepandemia en el que la flauta travesera de Bach y un viol¨ªn acompa?an a un MC que recita los versos del Bum Bum Tam Tam original. ¡°Ven con la vacuna, Butantan¡±, se titulaba. De etiqueta, #Conf¨ªaEnLaCiencia. Una conjunci¨®n de talentos hizo el resto.?¡ªeps
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
