La pandemia, el arte y la especulaci¨®n
La negritud y la condici¨®n femenina son indiscutibles valores en alza dentro del mercado
La carrera de un artista es tan fr¨¢gil como un hueso de jilguero. El riesgo de esta vida de escarcha recae en los creadores negros j¨®venes y en las mujeres. El problema es el ¨¦xito. El mejor trabajo de Damien Hirst quiz¨¢ sea su hipocres¨ªa: ¡°El arte habla de la vida, el mercado del arte habla de dinero¡±. Navegar en la treintena y vender cada lienzo por 200.000 euros parece un triunfo, pero oculta una carga. ¡°Cuando Dios te da un don, tambi¨¦n te concede un l¨¢tigo¡±, defend¨ªa Truman Capote. El ¡°don¡± est¨¢ controlado por galeristas, coleccionistas, comisarios, casas de subasta y ferias que exprimen el ¡°momento¡± del artista. Aunque jam¨¢s regrese. La pintora negra de 28 a?os Jad¨¦ Fadojutimi es la artista m¨¢s joven en formar parte de la colecci¨®n de la Tate de Londres. Sus lienzos superan los 350.000 euros. La liquidez ¡ªla crisis ha hecho a¨²n m¨¢s rico al 1% del mundo¡ª y la falta de artistas negros y mujeres en colecciones privadas, subastas y museos han sobrecargado la corriente de la especulaci¨®n. Toyin Ojih Odutola (1985), Amoako Boafo (1984), Vaughn Spann (1992), Jordan Casteel (1989), Adam Pendleton (1984), Titus Kaphar (1976) o Kudzanai-Violet Hwami (1993), entre otros, est¨¢n vendiendo en seis cifras y algunos se encaminan a las siete.
La obra ¡®Past Times¡¯ del artista afroamericano Kerry James Marshall fue vendida en 2018 por 21,1 millones de d¨®lares (unos 17,5 millones de euros)
¡°Es absurdo. Resulta imposible de comprender y va a peor; est¨¢n sordos¡±, se quejaba el alem¨¢n Gerhard Richter (88 a?os), porque sus lienzos se subastaban por 20 millones de euros. Es clamar en tierras bald¨ªas. El dinero jam¨¢s escucha. ¡°Richter tiene toda la raz¨®n, pero quejarse no sirve de nada¡±, asegura Kerry James Marshall (65 a?os), el pintor vivo afroamericano m¨¢s cotizado del mundo (se pagaron 21,1 millones de d¨®lares por su tela Past Times en 2018). ¡°Resulta bastante caro mantener un crecimiento y una productividad significativa a lo largo de una vida¡±. Su estrategia es la relaci¨®n entre la distancia y la velocidad: el tiempo. La Tate esper¨® cinco a?os para conseguir una obra suya. ¡°La sobreproducci¨®n se vuelve enga?osa. Es un peligro para los artistas j¨®venes, viejos, negros, otros¡±, advierte Marshall. ¡°Cada vez vemos en subasta precios m¨¢s altos alcanzados a edades muy tempranas¡±, corroboran en Christie¡¯s.
Un acuerdo comercial para el nuevo arte
Pero discurren caminos para desconectar esta corriente continua de d¨®lares. Destinee Ross-Sutton (25 a?os), comisaria, galerista, abogada, asesora, es una dinamo. Pura energ¨ªa. Ha concebido exposiciones como Black Voices: Friend of My Mind dirigidas a proteger la escarcha de los artistas negros j¨®venes. Y ha creado The Ross-Sutton Agreement, un acuerdo por el cual los coleccionistas no pueden revender la pieza al menos en cinco a?os, el creador tiene un derecho preferente de compra y gana un 15% si se vende a otro coleccionista.
Es una forma de evitar ¡°no solo ser explotados por los compradores, sino tambi¨¦n por ciertas galer¨ªas¡±, avisa la comisaria. ¡°Bastantes artistas, lamentablemente, ven en este reconocimiento una oportunidad con la que ganar dinero. ?Y est¨¢n alimentando a un coleccionista que solo usa el arte como herramienta para lucrarse!¡±, opina. El dinero en la creaci¨®n es como esa brea pegajosa con la que se calafateaban los barcos. ¡°Porque la negritud contin¨²a siendo un objeto de especulaci¨®n importante, especialmente dentro de la historia de Estados Unidos¡±, admite Adam Pendleton, quien en septiembre inaugurar¨¢, con 37 a?os, exposici¨®n individual en el MOMA. Quiz¨¢ en la vida de un artista joven lo m¨¢s dif¨ªcil sea reconocer el ¨¦xito y no saber tratarlo como el impostor que es.
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