Arrepentimiento simult¨¢neo
Quiz¨¢ falle el martes, porque mi conciencia se opone a meter en la urna la papeleta de ning¨²n contendiente
Como si no nos hubiera puesto suficientemente en peligro, Isabel D¨ªaz Ayuso nos convoca a elecciones innecesarias en plena pandemia y en d¨ªa laborable. Los madrile?os que vayamos a votar nos aumentaremos el riesgo al mezclarnos, y los de las mesas electorales pasar¨¢n expuestos la jornada entera. Digo mal ¡°los que vayamos¡±, pues a¨²n no estoy seguro de incluirme. Ser¨ªa la primera vez que me abstuviera; pertenezco a una de las generaciones que durante el franquismo deseaban poder votar entre diferentes partidos. A quien se le ha privado de un derecho fundamental, lo ejerce sin falta cuando lo recupera, en todas las ocasiones. Y sin embargo me planteo fallar el martes, porque mi conciencia se opone a depositar en la urna la papeleta de ning¨²n contendiente.
Empecemos por los absolutamente descartados. Al PP no lo votar¨¦ jam¨¢s, y la culpa no la tienen s¨®lo sus pol¨ªticas corruptas y privatizadoras, sino el Gobierno de Aznar, que minti¨® a sabiendas sobre la Guerra de Irak y los atentados del 11-M, sin haberse nunca retractado ni disculpado (ni el PP de entonces ni el de ahora). Encima, su candidata ha gestionado la pandemia como si quisiera hacer una selecci¨®n darwiniana (a ver qui¨¦n es fuerte para salvarse del covid por su cuenta) o bien conducirnos a todos al matadero. En vista de que Madrid es la comunidad con m¨¢s fallecidos, y la segunda con mayor incidencia y n¨²mero de hospitalizados, ha decidido convertir la ciudad en el bar de Europa, atrayendo a millares de franceses e italianos (cuyos pa¨ªses sufren un alt¨ªsimo porcentaje de infectados) que no vienen precisamente a visitar los museos. Hemos visto las im¨¢genes de sus fiestas y borracheras, sin respeto por el toque de queda ni por las mascarillas. El centro, donde vivo, est¨¢ plagado de estos contaminantes turistas que acuden en manada desde Par¨ªs, Roma y ciudades secundarias como Lille, Poitiers, M¨®dena o Vasto, una oleada. Imposible consentir que nos siga gobernando alguien con tentaci¨®n homicida.
Vox es un partido neofranquista, a?orante de las procesiones y los se?oritos de derechas (bueno, est¨¢n muy vigentes ambos, y aun as¨ª los a?oran mandando). En lo relativo a la epidemia, nos ha salido negacionista, como Bolsonaro y Trump, y ya ven la desorbitada cantidad de muertos del Brasil y los Estados Unidos. Una amenaza en todos los terrenos. En cuanto a Podemos, sim¨¦trica con Vox, es una formaci¨®n de esp¨ªritu totalitario que agasaja a los herederos pol¨ªticos de ETA y a los otros totalitarios del momento, los independentistas catalanes. La exigencia de Puigdemont de que por encima del Govern elegido est¨¦ un Consell por ¨¦l nombrado a dedo y controlado, es tan ins¨®lita en democracia que no se entiende que tanto los catalanes como los podemitas como incluso sus aliados cuasi fascistas de Flandes no lo hayan declarado ya persona non grata. La opini¨®n que me merece su candidato, Iglesias, la expres¨¦ en mi columna ¡°Mala ¨ªndole¡±, de hace un par de meses, y en otras varias.
M¨¢s Madrid se dir¨ªa m¨¢s sensata y presentable que Podemos, pero no se me olvida que es un partido fundado y comandado por un peronista, Errej¨®n, que, seg¨²n cont¨® su tronco Iglesias (hablo de ¨¢rboles), tiene o ten¨ªa en su despacho un retrato de la demagoga Evita Per¨®n, lo cual, salvando las no abismales distancias, viene a ser como tener uno de su comadre Carmen Polo. Es seguro, adem¨¢s, que sumar¨ªan sus esca?os a los de Podemos, por lo que, vot¨¢ndolos, estar¨ªa uno votando tambi¨¦n al esp¨ªritu totalitario.
Otro tanto sucede con el PSOE, y es un error que todos vayan anunciando con qui¨¦nes pactar¨¢n y se unir¨¢n, porque as¨ª imposibilitan que se los elija s¨®lo a ellos: caminan con lastres y fardos. Claro que peor es mentir con descaro y sin explicaciones, como hizo S¨¢nchez al jurar por sus insomnios. El da?o infligido al PSOE con aquel enga?o es inmenso, porque nadie cree ya en su palabra. Cierto que Gabilondo tiene un talante moderado y aspecto de honrado, pero obedecer¨¢ a su jefe, y sus promesas personales valen, por tanto, tan poco como las de quien le da las ¨®rdenes. Votar hoy al PSOE equivale a votar a gente sin cr¨¦dito, y a meter en la gobernaci¨®n de Madrid a los se?oritos podemitas, Marx no lo tolere.
?Qu¨¦ queda? Edmundo Bal, de Ciudadanos, otro individuo ins¨ªpido pero de apariencia decente, sin salidas de tono. Hay pol¨ªticas de su partido que no me gustan nada, pero a estas alturas de la histeria eso empieza a resultar secundario, y la figura, por lo menos, no me provoca rechazo. Ha anunciado que no pactar¨ªa con Vox ni con Podemos, pero ay, s¨ª con Ayuso, a la que mantendr¨ªa en el cargo. No hay manera de meter un sobre en la urna sin arrepentimiento simult¨¢neo, una calamidad. Cuando a¨²n era desconocida, la actual presidenta, a una pregunta sobre sus aficiones literarias, contest¨® que le¨ªa sin cesar a Borges y que ¡°no se perd¨ªa¡± una novela m¨ªa. Por Borges no puedo hablar, claro; pero en lo que a mis libros respecta, lamento mucho comunicarle que, en su beligerancia, en su falta de dudas y en su chuler¨ªa, no reconozco el poso de esas lecturas.
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