Roberto Torretta, a prueba de modas
Mantener la relevancia comercial durante 40 a?os en un sector que ha ido encadenando crisis es todo un hito. Celebramos el estilo atemporal del dise?ador con una de sus grandes musas: Judit Masc¨®
A Madrid se le descuelga su historia de las fachadas. La memoria del pasado atrapada en dise?o gr¨¢fico y tipograf¨ªas m¨¢s o menos extravagantes, condenada al olvido. A la foto de archivo, si hay suerte. Es la otra Espa?a vaciada: la de las ciudades cada vez m¨¢s despobladas de los s¨ªmbolos que en su d¨ªa dieron no solo lustre comercial y est¨¦tico a sus paisajes urbanos, sino tambi¨¦n significaci¨®n sociocultural. ?ltima v¨ªctima de esa implacable ordenanza municipal que regula la carteler¨ªa exterior y obliga a deshacerse de toda mancha publicitaria si hay cese de negocio, el r¨®tulo que ...
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A Madrid se le descuelga su historia de las fachadas. La memoria del pasado atrapada en dise?o gr¨¢fico y tipograf¨ªas m¨¢s o menos extravagantes, condenada al olvido. A la foto de archivo, si hay suerte. Es la otra Espa?a vaciada: la de las ciudades cada vez m¨¢s despobladas de los s¨ªmbolos que en su d¨ªa dieron no solo lustre comercial y est¨¦tico a sus paisajes urbanos, sino tambi¨¦n significaci¨®n sociocultural. ?ltima v¨ªctima de esa implacable ordenanza municipal que regula la carteler¨ªa exterior y obliga a deshacerse de toda mancha publicitaria si hay cese de negocio, el r¨®tulo que Javier Mariscal cre¨® hace cuatro d¨¦cadas para la boutique Berl¨ªn bien podr¨ªa inaugurarlo. Pintado en la propia tienda por el artista valenciano que defini¨® el disseny barcelon¨¦s, la pieza ¡ªseis metros de cristal, el nombre del espacio simulando ne¨®n sobre un skyline nocturno¡ª est¨¢ ahora a buen recaudo, en manos de un coleccionista. Hasta este verano a¨²n era posible distinguirlo en el 10 de la calle del Almirante, la primera calle de la moda de Madrid. All¨ª donde Roberto Torretta encontr¨® su destino hace tambi¨¦n 40 a?os.
¡°Berl¨ªn fue nuestro centro de operaciones, el lugar apropiado para comenzar una marca de ropa. Lo hicimos sin previsi¨®n alguna, sin plan de negocios. Hoy todo son estudios previos, que si lo que se va a vender, que si el mercado. Entonces en Espa?a no hab¨ªa pr¨¢cticamente oferta, estaba todo por desarrollar¡±, rememora el dise?ador y empresario. En tan extra?a dualidad profesional, para su negociado y ya no digamos por estos pagos, est¨¢ la clave de su recorrido.
¡ª?Recuerda por qu¨¦ quiso dedicarse a la moda?
¡ªSupongo que por intuici¨®n. Yo no estudi¨¦ para ello, aunque s¨ª hab¨ªa cierta conexi¨®n con la creatividad. En Buenos Aires, mi familia ten¨ªa una tienda, una joyer¨ªa, en la Galer¨ªa del Este, que era epicentro de agitaci¨®n art¨ªstica. La cerraron hace poco [el pasado septiembre, los fantasmas de Jorge Luis Borges, Rodolfo Walsh y Luis Alberto Spinetta desalojados por la gentrificaci¨®n]. He tenido mucha suerte: sal¨ª de Argentina cuando empez¨® su decadencia cultural y llegu¨¦ a Espa?a en el momento en que comenzaba a crecer y despertar al mundo.
Roberto Torretta (Buenos Aires, 1950) dej¨® su casa a los 22 a?os y, desde entonces, parece que las serendipias se han encargado de trazarle el camino. Estuvo en M¨¦xico, deambul¨® por Estados Unidos y, dos a?os m¨¢s tarde, recal¨® al fin en Espa?a, v¨ªa Ibiza (¡°no por nada, no ten¨ªa relaci¨®n aqu¨ª, mis antepasados son de origen italiano¡±, cuenta a prop¨®sito). Era 1974. La moda se le apareci¨® entonces encarnada en la asturiana Carmen Echevarr¨ªa, largo tiempo comercial en Loewe, ¡°ejemplo de emprendimiento y perseverancia¡±. Por eso suele emplear el plural al hablar de su firma. Fue ella la que puso la pica en el Flandes de la modernidad indumentaria madrile?a con Berl¨ªn, espacio multimarca de lujo que termin¨® de establecer un eje comercial sin precedentes junto a Jes¨²s del Pozo ¡ªdinamizador seminal de la calle del Almirante con su tienda-taller a partir de 1974¡ª y la modelo Yolanda Valdehita ¡ªque abri¨® la no menos emblem¨¢tica Ararat en 1976¡ª. ¡°Hicimos un primer muestrario de aire muy deportivo, una especie de interpretaci¨®n elevada del ch¨¢ndal, que empezaba a ser una prenda de moda. Y decidimos especializarnos en el algod¨®n como tejido¡±, contin¨²a el argentino. ¡°Snif¡± pusieron en las etiquetas. Cuatro d¨¦cadas se cumplen este a?o. Casi tantas como contemplan su matrimonio con Echevarr¨ªa.
En septiembre, la ¨²ltima edici¨®n de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid fue testigo del aniversario. Sobre la pasarela, la colecci¨®n primavera/verano 2022 redoblaba el compromiso de la firma con esa clienta que jam¨¢s ha perdido de vista: conocedora de las tendencias, pero no dependiente de ellas (los largos mini, los cortes estrat¨¦gicos entre cintura y cadera de los vestidos y los tonos met¨¢licos hablan de conocimiento de causa actual); el b¨¢sico-cl¨¢sico de diario, bien resuelto y mejor confeccionado, antes que la novedad imposible que no aguanta ni dos asaltos; la certeza de la durabilidad, que hoy es sin¨®nimo de sostenibilidad. En realidad, Roberto Torretta no debut¨® con su nombre en el escaparate de la moda espa?ola hasta 1994, as¨ª que la efem¨¦ride habr¨ªa que entenderla como celebraci¨®n de esa proverbial marca de la casa con la que sent¨® c¨¢tedra estil¨ªstica en Berl¨ªn, meca de la sofisticaci¨®n urbanita en los d¨ªas de la Movida que supo trascender. Marta Ch¨¢varri, Cari Lapique, Carmen Mart¨ªnez-Bordi¨², Lourdes Arroyo, las hermanas Suelves, no quedaba dama de sociedad de la ¨¦poca que no aprovisionara su fondo de armario all¨ª. Eso explica tambi¨¦n por qu¨¦ aun siendo coet¨¢neo de Antonio Alvarado, Manuel Pi?a o Francis Montesinos nunca se lo alineara con ellos. ¡°Coincid¨ªamos en los c¨ªrculos sociales y compart¨ªamos amistades, pero cada cual eligi¨® su camino profesional, bien por gusto, bien por sensibilidad. Lo ¨²nico que puedo decir es que la vida con 34 a?os es maravillosa, y si coincide con un momento tan enriquecedor como el de la Movida, qu¨¦ m¨¢s puedes pedir¡±, reflexiona.
Sostiene Torretta que la creatividad, la sensibilidad art¨ªstica, puedes traerla de serie, pero que empresario, te haces. ¡°No te queda m¨¢s remedio que aprender. Es cierto que, como marca, hemos evolucionado m¨¢s desde el punto de vista empresarial. Lo nuestro es dise?o-empresa¡±, concede, mientras repasa la estrat¨¦gica decisi¨®n que lo cambi¨® todo para ¨¦l: hacer de su nombre firma. ¡°Para desfilar en Cibeles ten¨ªamos que definirnos: seguir siendo marca o apostar por el concepto de dise?ador. Pasamos del muestrario a la colecci¨®n de moda, a una propuesta con narrativa e hilo conductor. Eso marc¨® la diferencia¡±. He ah¨ª, quiz¨¢, la raz¨®n de su resistencia ante las muchas adversidades que ha padecido el sector textil espa?ol en estos 40 a?os, empezando por la reconversi¨®n industrial de mediados de los ochenta. ¡°A la moda espa?ola le sobraban expectativas, pero fall¨® la industria. Tal vez los dise?adores no fueron capaces de seducir al empresario. Sin el apoyo industrial y financiero, no despegas, por muy creativo que seas¡±, expone.
¡ª?Cu¨¢l ser¨ªa el secreto de su ¨¦xito?
¡ªEl equilibrio. Soy dise?ador-coordinador, y eso significa que superviso el proceso de principio a fin. Estoy con el equipo comercial, que me dice que tenga cuidado porque esto o aquello no se va a vender. Escucho al creativo cuando se queja de que tal o cual idea resulta demasiado comercial. Y atiendo al financiero que me reprende por comprar un tejido de tropecientos euros. Debo organizar todo ese l¨ªo. Aplico mi criterio en el dise?o, porque s¨¦ lo que me gusta, y me ocupo de que patronaje, confecci¨®n y materiales respondan a la demanda de calidad. Roberto Torretta es ropa que perdura.
El milagro Torretta sucede hace ya tiempo en la popular barriada de Tetu¨¢n. All¨ª traslad¨® su cuartel general en 2004, expandiendo su universo en una nave industrial que la arquitecta de interiores Patricia Urquiola transform¨® en espacio di¨¢fano y polivalente. Las piezas de confecci¨®n a medida, las de la colecci¨®n en curso y las de temporadas pasadas se despliegan sin soluci¨®n de continuidad. Taller, showroom y tienda, todo en uno. La ense?a lleva a gala el made in Spain desde sus inicios: ¡°Es un producto muy cuidado que, adem¨¢s por volumen, no podr¨ªa producirse de otra manera. El crecimiento depende de nuestra programaci¨®n. La oferta est¨¢ tan desmadrada que deber¨ªa imponerse un orden. Creo que no vale todo¡±, dice el acreedor del Premio Nacional de Dise?o de Moda 2016, que tambi¨¦n ejerce de vicepresidente de la Asociaci¨®n de Creadores de Moda de Espa?a (ACME). Predicando con el ejemplo de moda lenta propugnado desde la instituci¨®n, hace un par de a?os decidi¨® apearse de la pasarela y tomarse un respiro: ¡°Hay que parar para pensar. Me vino bien para reorganizarme. Presentar colecciones a esta velocidad resulta demoledor¡±. Su hija, Mar¨ªa, se encarga hoy de recargarle las pilas. En ella ha encontrado a su heredera natural: ¡°Me impone cosas que tengo que aceptar. Posee una sensibilidad innata para el dise?o, ha vivido este mundo desde peque?a. Y encima es muy buena comercial. En eso ha salido a su madre¡±.
Torretta y Echevarr¨ªa tienen otro hijo, Carlos, marido de Marta Ortega. Casi todo lo que se escribe acerca de Roberto Torretta, la firma, pasa invariablemente por ah¨ª desde 2018. Normal que el suegro se cierre en banda.
¡ªPero hombre, que Carlos trabaja para el gigante espa?ol de la moda r¨¢pida hace ya dos a?os, que tiene un poco al enemigo en casa. ?De verdad que no hablan de Inditex en las comidas familiares?
¡ª?No comemos! [a carcajadas]. No, en serio, solo puedo decir que somos muy privilegiados. Porque vivir de lo que te gusta es un privilegio. Y me encantar¨ªa que Mar¨ªa siguiera el legado. Al menos otros 40 a?os.