Un colador en la cabeza
He querido despedirme de este a?o crispado celebrando el ingenio y la bonhom¨ªa a la hora de luchar por tus ideas
Una buena amiga, Erika Padr¨®n, me acaba de enviar un curioso caso del Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Se top¨® con ello por azar y enseguida pens¨® en m¨ª: me conoce bien. Y es que en general me gusta mucho la gente: hablar con las personas, saber c¨®mo piensan, conocer sus vidas. De hecho, para que alguien no me interese siquiera un poquito tiene que ser un pelmazo colosal. Me encanta explorar lo muy iguales y lo muy diferentes que somos (ambas cosas son verdad, aunque parezcan opuestas). S¨ª, ya s¨¦ que hay individuos que a veces te ponen muy dif¨ªcil lo de seguir apreciando a la pe?a. Los malvados existen; hay un 2% de psic¨®patas y al menos otro 10% de psicopatoides y narcisos, todos ellos nefastos. Pero yo prefiero regocijarme en la contemplaci¨®n de la mayor¨ªa de los seres humanos; en lo disparatados que a veces somos. En lo imprevisibles. Siempre me ha fascinado la excentricidad.
Lo del Tribunal Europeo es del mes pasado y el caso se titula as¨ª: ¡°Wilde contra Pa¨ªses Bajos: no reconocimiento del pastafarismo, la Iglesia del Monstruo del Espagueti Volador, como religi¨®n o creencia¡±. Es probable que hayan o¨ªdo hablar del pastafarismo, que tiene mucha m¨¢s enjundia de lo que parece. Es una religi¨®n par¨®dica inventada en 2005 por Bobby Henderson, un f¨ªsico de Estados Unidos, como protesta contra una decisi¨®n del Consejo de Educaci¨®n del Estado de Kansas que permit¨ªa la ense?anza en las escuelas p¨²blicas de la teor¨ªa del ¡°dise?o inteligente¡± (que es ni m¨¢s ni menos que el creacionismo disfrazado) como alternativa a la teor¨ªa de la evoluci¨®n. Henderson escribi¨® al Consejo diciendo que ¨¦l cre¨ªa en una divinidad sobrenatural que era como una enorme bola de espaguetis con alb¨®ndigas, y que exig¨ªa que tambi¨¦n se ense?ara la teor¨ªa del ¡°dise?o inteligente¡± pastafariano en las clases de ciencias. La cosa fue creciendo, salt¨® a los medios, se hizo popular. Un a?o m¨¢s tarde el Estado de Kansas retir¨® la ense?anza creacionista, supongo que entre otras cosas gracias a la ofensiva albondiguera. A partir de entonces los pastafarianos se han ido expandiendo por el mundo. Aqu¨ª tambi¨¦n hay una rama, la Iglesia Pastafari de Espa?a, creada en 2010 y con unos 400 miembros activos; tras intentar registrarse dos veces infructuosamente como entidad religiosa en el Ministerio de Justicia, presentaron un recurso en la Audiencia Nacional que fue rechazado en 2020 y ahora est¨¢n con un recurso de casaci¨®n.
El caso del Tribunal Europeo es este: una mujer fue a renovar el carnet de identidad y el de conducir en Pa¨ªses Bajos y para ello llev¨® unas fotos en las que aparec¨ªa con un colador en la cabeza, que es como debe retratarse, como muestra de respeto y obediencia a su fe, un pastafariano de pro. Fotos que las autoridades no admitieron. Debo decir que, por lo visto, hay ciudadanos de Austria y de la Rep¨²blica Checa que lograron sacarse los documentos fotografiados de esa guisa, con un colador de pasta calado hasta las cejas. Pero se ve que en Pa¨ªses Bajos no estaban por la labor. Ahora bien, hasta llegar al Tribunal Europeo de Derechos Humanos (que tambi¨¦n ha rechazado que el pastafarismo sea una religi¨®n), la tal Wilde ha debido agotar antes todos los recursos legales de su propio pa¨ªs. A m¨ª s¨®lo con pensar en tener que poner un recurso administrativo me dan los siete males; ahora imaginen a nuestra guerrera pastafariana presentando sus reclamaciones una y otra vez; colando sus fotos delirantes en las tediosas gestiones oficiales; sin poder renovar sus documentos; gastando tiempo y dinero (el recurso a la Audiencia espa?ola cost¨® unos miles de euros que se reunieron con micromecenazgo). Habr¨¢ quien diga que esta estupidez satura aun m¨¢s nuestras saturadas administraciones, pero yo creo que en la burocracia mundial ya hay una superabundancia de tr¨¢mites igual de absurdos, s¨®lo que m¨¢s aburridos; y esto por lo menos nos obliga a reflexionar sobre qu¨¦ es lo que decidimos respetar y en qu¨¦ creemos. Hoy, ¨²ltimo domingo de 2021, he querido despedirme de este a?o crispado celebrando la apasionada peculiaridad de los seres humanos, el ingenio y la bonhom¨ªa a la hora de luchar por tus ideas. Un poco m¨¢s de humor nos vendr¨ªa muy bien. Creo que me voy a poner un colador en la cabeza para entrar con buen pie en 2022.
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