Moda de Ucrania: elogio a la resistencia cultural en plena guerra

Se llama Artem Gorelov, trabaja haciendo sombreros y, hasta que Rusia invadi¨® su pa¨ªs, viv¨ªa en Bucha. El que fuera suburbio residencial de la ¨®blast de Kiev es hoy el (pen)¨²ltimo s¨ªmbolo del horror de la guerra en Ucrania. Gorelov est¨¢ vivo para contarlo porque consigui¨® escapar al oeste, a Lviv, destino fronterizo con Polonia de relativa seguridad para cientos de miles de desplazados ucranios que no quieren abandonar su tierra. El dise?ador Ruslan Baginskiy es uno de ellos. Empe?ado en resistir, a principios de marzo recogi¨® las herramientas imprescindibles de su estudio y sali¨® de la capital rumbo a la ciudad donde naci¨® hace 32 a?os y no pisaba desde hac¨ªa seis. En el camino se le uni¨® un tercio del centenar de empleados de su marca, aquellos que a¨²n no se hab¨ªan dispersado o alistado para luchar. ¡°No es momento de dejarse intimidar. Ya no¡±, conced¨ªa a la agencia de noticias AP. Artem se ha reencontrado con todos all¨ª. El par de aulas que les han cedido en una escuela les sirven ahora de improvisado taller.

Dice Baginskiy que no es tiempo de hablar de moda, aunque ¨¦l mismo es la prueba de que s¨ª procede. El sombrerero m¨¢s famoso de Ucrania ha convertido su firma hom¨®nima en ejemplo de activismo y resiliencia. ¡°Ucrania me ayud¨® a convertirme en la persona que soy. Me ayud¨® a construir mi negocio. (¡­) Nunca nos rendiremos. Merecemos la paz, merecemos un futuro¡±, escrib¨ªa en una de sus recurrentes arengas en redes sociales estos d¨ªas. Con el respaldo de clientes como Bloomingdale¡¯s y Neiman Marcus, contin¨²a produciendo esos fedoras, boinas, canotiers y gorros de pescador por los que se pirran lo mismo Olena Zelenska que Taylor Swift, Kaia Gerber o las hermanas Hadid. Madonna lleg¨® a pedir una docena del tir¨®n. Su muy plagiada biker boy cap, gorra de plato estilo motorista, vuela en cuanto aparece en Browns, Farfetch, Moda Operandi o MyTheresa. ¡°Los pocos artesanos que saben trabajar el fieltro y la paja aqu¨ª viven en pueblos remotos, apasionados por su labor, pero poco interesados en el negocio. Mi intenci¨®n es que todo el mundo pueda apreciar esta tradici¨®n y que perdure¡±, conced¨ªa al presentar en Par¨ªs la segunda colecci¨®n de su l¨ªnea de tocados de alta costura, en 2020.

Ucrania siempre ha sido consciente de que, sin memoria indumentaria, un pa¨ªs tambi¨¦n pierde su identidad. Tanto que pr¨¢cticamente no hay dise?ador de moda all¨ª que no refiera el vestir at¨¢vico en sus creaciones. Ni siquiera los m¨¢s j¨®venes. ¡°Aprend¨ª las t¨¦cnicas en peque?os talleres, por mi cuenta¡±, cuenta Baginskiy, que empez¨® a hacer sombreros cuando apenas ten¨ªa 25 a?os, en 2015. ¡°Eso es lo que me inspira. En casa ten¨ªa un mont¨®n de libros sobre labores de hilo y aguja locales¡±. El hilado y los bordados ancestrales tambi¨¦n son la pasi¨®n de Lilia Litkovskaya. Hasta la invasi¨®n rusa empleaba a 28 personas, incluyendo varias expertas encargadas de formar y transmitir su saber hacer. El dorizkhka o kilimok es la especialidad de la casa: el viejo arte manual de tejer alfombras a partir de retales que las mujeres de los C¨¢rpatos rasgan en infinidad de pedazos. Litkovskaya, cuarta generaci¨®n de sastres, ha hecho de ¨¦l el leitmotiv sostenible de su l¨ªnea Artisanal, que lanz¨® en 2018 y despacha en mercados como el asi¨¢tico y el americano.

La propuesta de oto?o/invierno 2022-2023 ten¨ªa que haberla presentado en Par¨ªs a finales de febrero, pero entonces estall¨® el conflicto: solo tuvo tiempo de coger a su hija peque?a y escapar en coche a la capital francesa, mientras su marido se quedaba para combatir. En Trano?, sal¨®n de pr¨ºt-¨¤-porter que se celebra durante la semana de la moda parisiense, despleg¨® una bandera de su pa¨ªs y 45 c¨®digos QR con informaci¨®n de otros tantos creadores ucranios.

¡°La industria de la moda ucrania es un laboratorio libre que permite cualquier experimento¡±, dice Zoya Zvynyatskivska, directora del Ukrainian Fashion Museum y autora de In Progress. Fashion of Ukraine since 1991 (ArtHuss, 2019). La mezcla de vanguardia y tradici¨®n es una constante, a?ade. La veterana Vita Kin ha hecho de su nombre sin¨®nimo de la vyshyvanka, la blusa de bordados geom¨¦tricos considerados genuina exaltaci¨®n de la identidad nacional (su origen se remonta al siglo V antes de Cristo) que ella incorpora adem¨¢s a vestidos y faldas. Mientras, Dima Ievenko, creador de Ienki Ienki, no duda en incorporar a su muy centenial ropa de abrigo modismos como el keptar, chaleco de lana con ribeteado caracter¨ªstico de los hutsules de los C¨¢rpatos que inspiran igualmente a Natasha Kamenka y Maria Gavryliuk en Gunia Project, plataforma de dise?o artesanal que lleva la renovaci¨®n folk por bandera, ya sea en cer¨¢micas, menaje, accesorios o ropa.

La f¨®rmula se repite en Chereshnivska, colectivo de sastrer¨ªa artesanal unisex con base en Lviv; Ksenia Schnaider, celebrada por sus vaqueros, ejemplo de reciclaje; Paskal, ense?a demi couture de Julie Paskal, finalista de la primera edici¨®n del LVMH Prize; Sleeper, cuyos conjuntos inspirados en pijamas rematados con plumas causan furor en Instagram¡­ Curioso: ninguno de ellos habla de la artesan¨ªa como lujo.

Svitlana Bevza titul¨® su colecci¨®n primavera/verano 2022 Todos estamos en el mismo barco. Se refer¨ªa al cambio clim¨¢tico, pero hoy no puede evitar sentir que fue una met¨¢fora premonitoria. ¡°La de la moda es una voz poderosa capaz de implementar y modernizar el legado de un pa¨ªs¡±, expone esta infatigable investigadora de la cultura y tradici¨®n ucranias desde 2006. Los dise?os minimalistas de su marca, Bevza, son un reflejo de la identidad nacional, de la sofisticada reinterpretaci¨®n del kozhukh, abrigo de piel tradicional; a las prendas de punto tejidas a mano plagadas de simbolog¨ªa ¨¦tnica, pasando por sus piezas de joyer¨ªa. El taller de Kiev donde las produc¨ªa, Artema, fue bombardeado. De su tejedora solo sabe que ha estado refugiada en un parking. ¡°Hace un mes que no veo a mi marido, hace un mes que no tengo casa, hace un mes que no sonr¨ªo¡±, escrib¨ªa en un post el 8 de abril.

El taller de Ivan Frolov, por su parte, vuelve a estar operativo en la capital desde finales de marzo, solo que en lugar de la couture-¨¤-porter de calado LGTBIQ+ se emplea en chalecos antibalas. Bordado en sat¨¦n como es t¨ªpico en la localidad de Poltava, en azul y amarillo, el logo con forma de coraz¨®n de Frolov se ha transformado en NFT, una iniciativa en colaboraci¨®n con artistas ucranios para recaudar fondos destinados a equipamiento militar. Nunca artesan¨ªa en ucranio hab¨ªa significado tanto no rendirse.