Anabel Gonzalez: ¡°El ego¨ªsmo es como el hambre: si no not¨¢ramos que debemos comer, enfermar¨ªamos. Comiendo demasiado, tambi¨¦n¡±
No soy yo. Lo bueno de tener un mal d¨ªa. Las cicatrices no duelen. Los libros de esta viguesa, traducidos al ingl¨¦s, al franc¨¦s, al japon¨¦s, chino, ruso o polaco, retratan el dolor con la intenci¨®n de espantarlo. ?C¨®mo alivia al mundo esta psicoterapeuta, que atiende en su consulta, y tambi¨¦n en la c¨¢rcel y en un albergue de refugiados?
La psiquiatra Anabel Gonzalez ¡ªsin tilde porque as¨ª figura en su partida de nacimiento¡ª (1967) es especialista en EMDR, una terapia que contribuye a localizar el origen de los traumas a trav¨¦s de los movimientos oculares. La traducci¨®n de sus libros la ha convertido en una gran divulgadora internacional, pero ella es una gallega m¨¢s inquieta que ambiciosa. La entrevista transcurre en el hospital de Oza, a las afueras de A Coru?a. Los pacientes tienen vistas al Atl¨¢ntico, que parece ba?ar sus jardines. En el pabell¨®n de psiquiatr¨ªa, la doctora hace gala de calma y amabilidad. Tambi¨¦n de prudencia.
Pregunta. ?Si no miramos hacia dentro no entenderemos el mundo?
Respuesta. Veremos una versi¨®n reducida. En blanco y negro. Podemos viajar por el planeta y no ver. Ning¨²n viaje vale m¨¢s la pena que el que nos lleva a nosotros mismos.
P. Se ha apasionado por la terapia EMDR.
R. En d¨ªas consigue deshacer nudos emocionales que otras terapias tardaban a?os en encontrar. La psiquiatr¨ªa tuvo una deriva biol¨®gica en las ¨²ltimas d¨¦cadas. No parti¨® de ah¨ª ni todos est¨¢n ah¨ª. Cuando apareci¨® la psicolog¨ªa, comenz¨® una guerra entre disciplinas por conquistar territorios. Pero Freud no se fijaba en los neurotransmisores ni recetaba tantos f¨¢rmacos.
P. ?Eligi¨® su especialidad por la sobremedicaci¨®n de los pacientes?
R. Los f¨¢rmacos funcionan. Pero la farmacolog¨ªa me aburre.
P. ?La aburre o la asusta?
R. A los pacientes que dicen que no creen en los f¨¢rmacos les respondo que hacen bien: no son una religi¨®n, pero a nadie le asusta tomar uno para la tensi¨®n y, en cambio, se lo piensan antes de tomarlo contra la depresi¨®n. Muchos sienten que una enfermedad f¨ªsica es un azar y una mental dice algo sobre c¨®mo somos. No es as¨ª.
P. ?C¨®mo lleg¨® a la mente?
R. La mente es un motor hacia el descubrimiento. Me gusta romperme esquemas. Algo que no me encaja me anima a buscar. Y de la mente no sabemos casi nada.
P. Leyendo sus libros una dir¨ªa que sabe mucho sobre duelo, envidia, abandono¡
R. Para operar una apendicitis no hace falta haberla tenido.
P. Claro. Pero transmite lo que siente quien lo padece.
R. Los psiquiatras tenemos vidas, pero no me dedico al trauma por haber sufrido uno. He trabajado a fondo el dolor de otras personas. Dud¨¦ entre estudiar Medicina o Bellas Artes. Eleg¨ª Medicina porque era t¨ªmida. Pens¨¦ que si me pon¨ªa a pintar no me relacionar¨ªa con nadie.
P. ?La hizo sufrir la timidez?
R. Hombre, divertida no es¡ Acad¨¦micamente, siempre funcion¨¦. Y ten¨ªa dos o tres amigos. Pero no era la ni?a m¨¢s popular de la clase.
P. ?Y quer¨ªa serlo?
R. No necesariamente. A una compa?era que sacaba las mejores notas la cruj¨ªan por eso.
P. Es una psiquiatra popular. ?Por qu¨¦ tuvo necesidad de llegar a m¨¢s gente?
R. Empec¨¦ escribiendo libros t¨¦cnicos. Comenc¨¦ redactando fichas que terminaron por formar el libro No soy yo y lo autoedit¨¦.
P. Luego la llamaron de la editorial Planeta.
R. S¨ª. Si algo, como el EMDR, me provoca curiosidad, investigo. No decido si es v¨¢lido o no antes. A veces no creemos en lo que nos suena raro. Hice mi primer libro para escribir lo que me hubiera gustado leer.
P. Que venda tantos libros, ?ha generado recelos entre sus colegas?
R. A ver, recelos hay entre todos los seres humanos. Pero relacionados con esto, no. Alguien pudo preguntar: ¡°?Qu¨¦ haces en Instagram?¡±. Creo que hay que estar donde est¨¢ la gente.
P. ?Se necesitan aptitudes innatas para ser psiquiatra?
R. Es importante que lo interpersonal no te incomode.
P. ?Y a usted le gusta a pesar de haber sido una ni?a t¨ªmida?
R. O quiz¨¢s por eso.
P. ?Escuchar tantos problemas la abruma?
R. Seg¨²n la dosis. Dej¨¦ la consulta privada por falta de tiempo.
P. ?Limitar el contacto con pacientes es protegerse?
R. Eso y hacer terapia. Durante la pandemia tratamos de activar un protocolo para m¨¦dicos. No funcion¨®. Hab¨ªa compa?eros peleados con todos, otros quer¨ªan dejarlo, pero nadie consider¨® que necesitara terapia. En profesiones que consisten en cuidar, los profesionales tienden a descuidarse. En Espa?a no hay una cultura de cuidar a quien trabaja con enfermos o menores. En las pel¨ªculas americanas, si un polic¨ªa tiene un incidente, pasa por la consulta del terapeuta. Y Estados Unidos no tiene el mejor sistema sanitario del mundo.
P. ?Nunca ha estallado?
R. Bueno¡, he estado al l¨ªmite y la terapia me ha ayudado.
P. Defiende el autocuidado. ?No es ego¨ªsta darte prioridad frente a los dem¨¢s?
R. El autocuidado no es mirar solo por ti. Si no me cuido, no podr¨¦ cuidar a nadie. Les digo a los pacientes que el ego¨ªsmo es como el hambre: si no not¨¢ramos que debemos comer, enfermar¨ªamos. Comiendo demasiado, tambi¨¦n.
P. Se suele atribuir el cuidado a las mujeres y el ego¨ªsmo a los hombres. ?Por qu¨¦?
R. A ellos les cuesta admitir que necesitan ayuda. Deriva de que la misi¨®n tradicional de la mujer era cuidar, y la del hombre, proteger. Se sienten fracasados cuando no saben protegerse. Decir ¡°los hombres no lloran¡± ha hecho mucho da?o. No poder mostrar vulnerabilidad conduce a la depresi¨®n o lleva a conductas agresivas. Cuando una mujer entra en crisis, suele tener un entorno que la sostiene: amigos, familia¡ La sensaci¨®n es que los hombres vulnerables se caen del sistema.
P. ?Por qu¨¦ estallamos si sabemos que nos sentiremos mal despu¨¦s?
R. Nos puede la emoci¨®n. Enfadados es dif¨ªcil pensar y observar nuestras emociones sin desconectarnos.
P. ?Will Smith se desconect¨®?
R. Parece que s¨ª. Pero es dif¨ªcil saberlo. Igual sinti¨® que deb¨ªa proteger a su esposa.
P. ?Si Will Smith no hubiera estallado?
R. Hubiera tenido que tragar. Eso es control y es bueno en ese momento. Luego a las emociones hay que darles una v¨¢lvula de escape. El enfado hay que sacarlo. Dici¨¦ndole a ese hombre que no vuelva a hacer eso o despotricando con un amigo. Si no, te conviertes en una olla expr¨¦s.
P. El bar y el hombro del amigo, ?solucionan cuestiones mentales?
R. Amigos y terapeutas son cosas diferentes. En Argentina la sociedad es sociable y ha hecho un h¨¢bito de ir a terapia.
P. ?Por qu¨¦ es tan dif¨ªcil cambiar cuando algo no funciona?
R. Porque los automatismos ¡ªlas reacciones, los miedos¡ª hay que cambiarlos a mano. Puedo entender que algo es un problema, pero lo cambio solamente si consigo que el piloto autom¨¢tico no decida por m¨ª. El automatismo no se transforma d¨¢ndole vueltas. Ni por una revelaci¨®n. Se modifica entendiendo que necesitas hacer un cambio ya. No vale posponerlo. Nosotros damos las semillas, luego hay que hacerlas crecer con mecanismos para frenarte, cuestionarte y desactivar ciertos pensamientos.
P. Los que te hacen pensar que lo que sucede es lo que est¨¢s pensando.
R. Y no te dejan ver lo que sucede.
P. ?Los automatismos remiten siempre al pasado?
R. Al sitio donde empezaron. O vas al momento en que ten¨ªan sentido o cuando los ves ahora dices, ?por qu¨¦ hago yo esto si no tiene l¨®gica?
P. Siendo libres, repetimos comportamientos.
R. Nadie empieza de cero. A?adimos lo que vivimos a lo que nos ense?aron.
P. San Francisco de As¨ªs escribi¨®: ¡°Es en dar cuando recibimos¡±. ?Pero dar no es pedir?
R. Si damos, no recibimos y nos sentimos mal, es que en realidad esperamos.
P. Los psic¨®logos aconsejan budismo: no esperar nada. Pero es tan maravilloso saber que alguien va a estar¡
R. Claro. No esperar es empobrecedor. Pero es necesario saber que, si no est¨¢, t¨² s¨ª estar¨¢s. Entera.
P. ?Los v¨ªnculos fuertes no son los m¨¢s sanos?
R. Si he tenido dificultades en los v¨ªnculos, puedo buscarlos intensos. Pero hay demasiada literatura que vende que el amor pasional es el de verdad. No lo es. No persiste. Una relaci¨®n profunda se da con alguien libre con el que puedes contar. Una relaci¨®n muy intensa no da nada de eso.
P. ?C¨®mo conoci¨® a su marido?
R. Por casualidad. Es inform¨¢tico. Me ayud¨® con un aparato que necesitaba conseguir. Est¨¢ muy bien siempre tener un inform¨¢tico al lado. Te salva la vida.
P. Y un psiquiatra tambi¨¦n.
R. S¨ª, bueno, lo que pasa es que en casa un psiquiatra no ejerce. Y el inform¨¢tico s¨ª.
P. ?Su marido cocina?
R. No los eleg¨ª por eso, pero todos mis maridos han cocinado.
P. ?Cu¨¢ntos ha tenido?
R. Este es el tercero.
P. ?Encima tiene tiempo para ligar!
R. Bueno, ahora llevo 13 a?os con ¨¦l.
P. ?Tiene hijos?
R. Una chica que estudia Filolog¨ªa Hisp¨¢nica y un chico que estudia Auxiliar de Cl¨ªnica.
P. Con el control que tiene de sus automatismos, supongo que no ha tenido problemas con sus hijos.
R. El consuelo que me aplico es que los hijos no necesitan padres perfectos.
P. ?Qu¨¦ nos hace susceptibles?
R. Si nos hemos sentido da?ados, actuamos a la defensiva.
P. ?Atacar es estar a la defensiva?
R. S¨ª.
P. Hoy hay baja tolerancia al dolor.
R. Se ha reducido la visi¨®n religiosa de la vida como valle de l¨¢grimas, pero defendemos el dolor por otro tipo de b¨²squedas: parir con dolor, por ejemplo. A pesar de las crisis, pocos hemos vivido una guerra. La pandemia ha sido un experimento de ver c¨®mo funcionamos ante la adversidad. Depende de c¨®mo elaboremos lo que ha pasado, podemos mejorar como sociedad o dedicarnos a vivir el momento.
P. ?Una ¨¦poca de Estado de bienestar enciende m¨¢s la luz sobre los problemas mentales?
R. Posiblemente. Pero ahora no es un momento bueno y las consultas est¨¢n saturadas.
P. Muchos espa?oles tenemos claro que para las cosas graves hay que ir a la p¨²blica. ?Por qu¨¦ vamos a terapias privadas?
R. El mayor problema que tenemos en salud mental es que nuestra tecnolog¨ªa es el tiempo. Y hay poqu¨ªsimo. Debemos darles a los pacientes medios para que aprendan qu¨¦ pueden hacer para mejorar. Pero tenemos que dar de alta a gente que necesitar¨ªa m¨¢s tiempo.
P. ?Por qu¨¦ propone rentabilizar los malos d¨ªas y no los buenos?
R. Tenemos m¨¢s emociones negativas que positivas. Y resulta m¨¢s interesante averiguar c¨®mo gestionamos el estr¨¦s que c¨®mo lidiamos con la alegr¨ªa porque el estr¨¦s ocurre a diario. Si aprendo a gestionarlo, tendr¨¦ mejores d¨ªas. Eso se entrena en los momentos malos, no en los buenos.
P. Escribe, da clase, es psiquiatra, tiene dos hijos, marido. ?C¨®mo gestiona el estr¨¦s?
R. Bueno¡ Creo que me complico poco la vida. Mi madre es muy pragm¨¢tica. Creo que los problemas los veo del tama?o que son. Ah¨ª ahorro mucha energ¨ªa.
P. ?Sus padres qu¨¦ hac¨ªan?
R. Mi madre, ama de casa. Mi padre era empleado en una f¨¢brica de coches.
P. Vaya cambio. ?No les hubiera gustado que hiciera Bellas Artes?
R. Seguramente, no.
P. ?Eso la fren¨®?
R. Posiblemente. Pero recuerdo la decisi¨®n pensando que me hubiera aislado m¨¢s.
P. Hemos crecido compitiendo cuando lo que realmente libera es saber perder. ?C¨®mo aprender?
R. Parte del aprendizaje de las cosas dif¨ªciles es quedarte en el malestar que te generan hasta que se pasa.
P. ?Eso no es dejadez?
R. Pero, ?qu¨¦ vas a hacer?, ya perdiste. Intenta ganar por otro lado. Perder duele hasta que deja de doler. No hay atajo. Lo otro es escarbar en la herida. Saber esperar es fundamental. Las complicaciones vienen de no querer sentir lo que nos llega, de no aceptarlo, de machacarnos porque nos ha pasado¡
P. ?Aprendi¨® a lidiar con los malos momentos por el pragmatismo de su madre?
R. En parte. Me defino como optimista patol¨®gica, pero soy pesimista existencial. No espero cosas buenas de la gente.
P. Es duro eso.
R. Me da paz de esp¨ªritu. En general, solo me sorprendo en positivo. Claro que de alguna persona te llevas un palo. Pero de la mayor parte de la gente, no espero nada.
P. La terapia EMDR parece arte de magia.
R. S¨ª. Los tiempos son muy cortos. Su eficacia est¨¢ demostrada cient¨ªficamente, pero como cualquier innovaci¨®n empieza por ser cuestionada.
P. ?Defenderla ha tenido alg¨²n coste personal para usted?
R. No. Mientras hagas tu trabajo, puedes investigar lo que quieras. Fui la primera en probarlo, pero tampoco me empe?o nunca en que la gente vea las cosas como las veo yo.
P. ?Qu¨¦ le hizo ver que funcionar¨ªa?
R. La primera paciente conect¨® con un mont¨®n de recuerdos tras la sesi¨®n. Part¨ªa de una situaci¨®n postraum¨¢tica grave y tras la terapia conect¨® con cosas de su infancia que no hab¨ªan salido.
P. ?Cu¨¢ndo se considera algo postraum¨¢tico?
R. Algo grave que pasado un mes no se ha resuelto. Si tras un accidente sigues teniendo pesadillas, hay que tratarlo. Me acuerdo de un se?or de campo que cuando lo est¨¢bamos trabajando me dec¨ªa: ¡°Esto hace un efecto en la cabeza, ?verdad?¡±.
P. Si mucho est¨¢ en nuestro pasado. ?C¨®mo saber si puede haber m¨¢s?
R. Siempre hay algo m¨¢s. La cuesti¨®n es si te afect¨® y hasta d¨®nde lo quieres trabajar. Entender una conexi¨®n entre algo que sentimos ahora y una experiencia pasada no tiene por qu¨¦ llevarnos a hacer terapia.
P. ¡°Cuanto m¨¢s grandes son nuestros problemas, menos conscientes somos¡±. Da miedo.
R. M¨¢s disfrazados est¨¢n de otra cosa. Podemos contarnos una idea muy distorsionada de qui¨¦nes somos, de c¨®mo son las personas que nos rodean, de lo que podemos o no podemos hacer.
P. ?Por qu¨¦ algunos hijos desarrollan comportamientos heredados y otros no?
R. Nunca es la misma historia. Los hermanos suelen ocupar distintos papeles. Al mayor le suele tocar abrir caminos, ser responsable. El de en medio vive en el limbo. Si te pareces mucho a tu padre o a tu madre, igual chocas m¨¢s con ¨¦l. O igual tiene m¨¢s simpat¨ªa por ti¡ Nunca es la misma historia.
P. ?Conocerse a s¨ª mismo es lo m¨¢s dif¨ªcil?
R. Hay muchas cosas dif¨ªciles. No s¨¦ si es lo m¨¢s.
P. Es muy cient¨ªfica contestando. ?Se conoce a s¨ª misma?
R. Hasta cierto punto. Es algo que no se termina nunca.
P. ?Cu¨¢ndo dej¨® de ser t¨ªmida?
R. Progresivamente.
P. ?Puede un psiquiatra sanar sin conocerse a s¨ª mismo?
R. Entrar en profundidad en los problemas de otro si no conoces los tuyos, lo veo complicado. Pero podemos ayudar a personas teniendo nuestra propia patolog¨ªa. No hace falta que estemos absolutamente sanos. No s¨¦ si eso es posible.
P. Con la edad se puede cambiar m¨¢s.
R. Nos vamos enquistando. Pero hay cosas que la edad nos va dando. Hay gente que consigue dar menos importancia a las cosas.
P. ?Se aprende a ser cari?oso?
R. S¨ª.
P. ?Usted lo aprendi¨®?
R. Me lo ense?aron en mi casa. Siempre he dicho que nos ha salvado el tacto porque cada uno tenemos nuestra forma de ser. Pero somos tocones. Y eso es sano. Los gestos de amor son cuesti¨®n de pr¨¢ctica.
P. ?Emocionalmente hay m¨¢s ni?os que adultos?
R. No siempre la edad emocional coincide con la f¨ªsica. Tambi¨¦n hay ni?os forzados a convertirse en adultos antes de que les toque.
P. ¡°No seremos libres si no somos flexibles¡±. ?Se siente libre?
R. S¨ª. Nunca lo somos del todo.
P. ?Qu¨¦ es la libertad?
R. Tener la sensaci¨®n de que puedes cambiar.
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