¡®Los campos electromagn¨¦ticos¡¯, el libro que Jorge Carri¨®n escribi¨® ¡®mano a mano¡¯ con la inteligencia artificial
¡°Para m¨ª ha sido una lecci¨®n de humildad. He entendido que ya saben redactar y que pronto ser¨¢n capaces de escribir¡±, dice el autor de este libro-evocaci¨®n de los surrealistas Breton y Soupault
En 1920, justo despu¨¦s de la Primera Guerra Mundial, cuando m¨¢s conven¨ªa reinventar el mundo, impulsados por la inercia renovadora de las vanguardias, Andr¨¦ Breton y Philippe Soupault, convencidos militantes de la corriente surrealista, publicaron un libro pionero y osado: Los campos magn¨¦ticos, primer texto confiado cien por cien al automatismo, escrito sin corregir, dictado por el interior, libre incluso de s¨ª mismo, un libro visionario, fundacional, primer experimento de escritura autom¨¢tica de la historia.
Un siglo despu¨¦s, la editorial argentina Caja Negra ha sacado a la luz Los campos electromagn¨¦ticos, el primer libro en espa?ol escrito a cuatro manos (o seis, u ocho) por un autor y por inteligencia artificial, otra puerta abierta a la experimentaci¨®n y al futuro. El impulsor del proyecto ha sido el escritor Jorge Carri¨®n (Tarragona, 1976), siempre sensible al hallazgo de nuevos lenguajes y a la posible reinvenci¨®n del concepto de la autor¨ªa. En esta ocasi¨®n, sus compa?eros de viaje han sido un grupo de artistas y de ingenieros del Taller Estampa de Barcelona. Juntos programaron y alimentaron un sistema GPT-2 de inteligencia artificial y dialogaron con otro, GPT-3, con el fin de generar dos textos literarios: dos ejercicios de escritura especulativa, a ratos surreales, a ratos inquietantes, adem¨¢s de una introducci¨®n y un ep¨ªlogo firmados por el escritor que completan un volumen que puede leerse como un ensayo sobre las teor¨ªas y pr¨¢cticas de la escritura artificial, que ilumina el pasado, el presente y el futuro del v¨ªnculo entre creaci¨®n est¨¦tica y automatizaci¨®n.
¡°Durante dos a?os hemos entrenado a un algoritmo GPT-2 para que escriba como yo. Pero aunque maneje mi vocabulario y explore mis temas, su mundo y su estilo se parecen m¨¢s al de C¨¦sar Aira. Es muy surrealista¡±, dice Carri¨®n. Y explica que vincularon el proyecto a las vanguardias hist¨®ricas e hicieron que el GPT-3 escribiera un remake muy libre de Los campos magn¨¦ticos. La propuesta de Los campos electromagn¨¦ticos es colectiva y puede considerarse una inflexi¨®n. A diferencia del libro fundacional de Breton y Soupault, ya no se trata de transformar en literatura una dimensi¨®n de la propia psique, sino de invitar a nuestros aliados tecnol¨®gicos, la IA, a participar del viejo arte de narrar y construir belleza para que se expresen con nosotros y m¨¢s all¨¢ de nosotros con su escritura no-humana.
Tengo el libro entre las manos. Lo abro. Nada me muerde. No se encienden m¨¢s luces que las m¨ªas. Nada se oye que no sea el rumor de las p¨¢ginas. Recuerdo a Joaquin Phoenix enamorado de Her, a la Klara de Ishiguro alimentada por el sol. En la solapa figuran todos los autores con sus biograf¨ªas: JC, Taller Estampa y GPT-2 y GPT-3.
¡°Para m¨ª ha sido una lecci¨®n de humildad¡±, confiesa Carri¨®n, ¡°he entendido que ya saben redactar y que pronto ser¨¢n capaces de escribir. No s¨¦ si tardar¨¢n dos o veinte a?os, pero acabar¨¢n creando textos con valor est¨¦tico. El libro quedar¨¢ como un documento del d¨ªa de hoy. Como una broma muy seria¡±.
Roc Albalat, de Taller Estampa, explica: ¡°Las emociones y sentimientos no se manifiestan en los sistemas t¨¦cnicos. Sin embargo, los actuales sistemas de IA est¨¢n entrenados, configurados y activados por un conjunto de datos que proviene de la expresi¨®n de millones de humanos en todo el mundo. As¨ª generan textos basados en nuestra inclinaci¨®n para comunicar experiencias sensibles y lo hacen cada vez mejor. Si las palabras combinadas por el algoritmo encuentran acomodo en un lector que crea en ellas, es innegable que habr¨¢ emoci¨®n y sentimiento en su escritura¡±.
Todo ello nos lleva a evocar aquella segunda ley de Arthur C. Clarke: ¡°La ¨²nica posibilidad de descubrir los l¨ªmites de lo posible es aventurarse un poco m¨¢s all¨¢ de ellos, hacia lo imposible¡±.
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