Un pu?ado de palabras en una s¨¢bana
Est¨¢ la vida entera de esa mujer, la pobreza extrema, los violentos abusos de los terratenientes, las epidemias¡
Tengo una amiga de 73 a?os que est¨¢ participando en un bonito proyecto de la Fundaci¨®n Lo que de Verdad Importa. Consiste en poner en contacto a personas de cierta edad con j¨®venes voluntarios para que les cuenten su vida. Son 48 horas de entrevista en total, distribuidas a lo largo de tres meses a raz¨®n de un encuentro semanal. Con ese material, el voluntario escribir¨¢ un libro del que se imprimir¨¢n 10 ejemplares que se entregar¨¢n al biografiado. Esta prec...
Tengo una amiga de 73 a?os que est¨¢ participando en un bonito proyecto de la Fundaci¨®n Lo que de Verdad Importa. Consiste en poner en contacto a personas de cierta edad con j¨®venes voluntarios para que les cuenten su vida. Son 48 horas de entrevista en total, distribuidas a lo largo de tres meses a raz¨®n de un encuentro semanal. Con ese material, el voluntario escribir¨¢ un libro del que se imprimir¨¢n 10 ejemplares que se entregar¨¢n al biografiado. Esta preciosa iniciativa se lleva haciendo desde 2016; ya se han publicado m¨¢s de 300 biograf¨ªas en Madrid, Valencia, Galicia y Pa¨ªs Vasco, y este a?o est¨¢ previsto sacar 100 libros m¨¢s. Es un proyecto que fomenta la transmisi¨®n de experiencia y conocimientos entre generaciones y que crea duraderos lazos de afecto.
Comprendo que los participantes est¨¦n entusiasmados: es una idea maravillosa. Aunque no es el caso de mi amiga, para muchos mayores m¨¢s o menos aislados el poder contar su vida a alguien, y que ese relato sea escuchado con atenci¨®n, valorado y recogido en un libro, debe de proporcionar una crucial sensaci¨®n de sentido y de logro. De continuidad y de paz. La escritura puede salvarnos de muchas maneras, y en concreto la escritura biogr¨¢fica y, a¨²n mejor, autobiogr¨¢fica, tiene al parecer poderosos efectos sanadores y consoladores. Eso sostiene el pedagogo y fil¨®sofo italiano Duccio Demetrio, que, junto al escritor Saverio Tutino, ya fallecido, fundaron en 1998 en Anghiari (Italia) la Universidad Libre de Autobiograf¨ªa, una asociaci¨®n cultural sin ¨¢nimo de lucro para promover la redacci¨®n de libros de memorias por parte de aquellas personas que, sin su ayuda, nunca se hubieran acercado a un ejercicio literario semejante. Los integrantes de la Libera (que es como se conoce coloquialmente en Italia a esta organizaci¨®n) consideran que ¡°la escritura autobiogr¨¢fica representa un medio y un m¨¦todo insustituible para la autoestima¡± y por eso llevan a?os dando charlas y seminarios por el mundo para ense?ar su ¡°pedagog¨ªa de la memoria¡±.
Agradezco al editor Max Lacruz, que particip¨® en uno de estos seminarios en Luxemburgo, que me haya hablado de la Libera y tambi¨¦n de la asombrosa historia de Clelia Marchi (1912-2006), una campesina de un pueblecito del valle del Po (Italia) que apenas asisti¨® dos a?os a la escuela primaria y adem¨¢s parcialmente: s¨®lo iba a clase cuando hac¨ªa fr¨ªo, porque con el buen tiempo ten¨ªa que trabajar la tierra. Clelia soport¨® una vida de miseria y sufrimiento; de los ocho hijos que tuvo, cuatro fallecieron en la ni?ez. En 1972 tambi¨¦n muri¨®, atropellado, su querido marido, al que hab¨ªa conocido a los 14 a?os. Por vez primera, con 60 a?os y los hijos ya independizados, Clelia se qued¨® sola. Entonces, en la oscuridad del vac¨ªo y del duelo, tuvo la luminosa, extraordinaria idea de sacar del armario la s¨¢bana de su noche de bodas y ponerse a anotar el relato de su vida sobre la tela. Imagino a esa mujer casi analfabeta yendo a buscar esa s¨¢bana que hab¨ªa guardado tan amorosamente durante d¨¦cadas, sin duda una de sus m¨¢s caras y preciadas posesiones, y atrevi¨¦ndose a hincar la tinta de sus palabras sobre ella. Puesto que ya no pod¨ªa utilizarla con su marido, declar¨® despu¨¦s, pens¨® en utilizarla para escribir. No se me ocurre un mayor homenaje al amado perdido.
La s¨¢bana de Clelia, cuyas fotos pueden verse en internet, es una obra de arte maravillosa. En su superficie, apretadamente caligrafiada, est¨¢ la vida entera de esa mujer, que es tambi¨¦n un retrato de la sociedad rural en la que vivi¨®, de la pobreza extrema, los violentos abusos de los terratenientes, las epidemias de tifus y de polio. Los cr¨ªticos dicen que, aunque el lenguaje es comprensiblemente limitado, el texto es inteligente, conmovedor y profundo. Al final, Clelia a?adi¨® unos cuantos poemas. Me pregunto qu¨¦ obras hubiera podido hacer esa mujer tan bien dotada de haber tenido m¨¢s oportunidades.
En 1985 el alcalde de su pueblo vio la s¨¢bana y, pasmado, habl¨® con el citado Saverio Tutino, que ya hab¨ªa creado en Pieve Santo Stefano una fundaci¨®n para salvaguardar los diarios ¨ªntimos. En ese archivo est¨¢ depositada desde entonces la poderosa, elocuente y bella s¨¢bana de bodas. Desde la domesticidad m¨¢s despojada, Clelia present¨® batalla al dolor y la muerte con un pu?ado de modestas palabras verdaderas.