C¨®mo la soledad da?a al cerebro y la salud de los mayores
Entre el 20% al 40 % de los ancianos dicen sentirse solos en los pa¨ªses occidentales
Abandonar a los mayores a la suerte de su sobrevenida soledad es una crueldad imperdonable que ninguna sociedad civilizada deber¨ªa permitir. En los pa¨ªses occidentales se calcula que del 20 al 40 % de los m¨¢s mayores dicen sentirse solos. En Espa?a, la Encuesta de Caracter¨ªsticas Esenciales de la Poblaci¨®n y las Viviendas (ECEPOV 2021) del Instituto Nacional de Estad¨ªstica nos dice que, de los casi 5 millones de personas (4.981.696) que viven solas en hogares, m¨¢s de 2,54 millones tienen 60 o m¨¢s a?os y 1,71 millones tienen 70 o m¨¢s a?os. La mayor mortalidad biol¨®gica de los hombres hace que la soledad tenga un mayor impacto en las mujeres. Una de cada tres mayores de 70 a?os residentes en hogares vive sola (el 33,3 % frente al 16,3 % de los hombres de esa misma edad). A partir de los 80 a?os esas cifras suben al 40 % para las mujeres y al 20 % para los hombres.
Pero se equivoca quien crea que la soledad es ¨²nicamente carecer de compa?¨ªa. Es m¨¢s que eso, pues consiste tambi¨¦n en no estar en la compa?¨ªa deseada o conveniente. Hasta en medio de una multitud uno puede sentirse m¨¢s solo que nunca. El sentimiento de soledad llega cuando la persona no ve satisfecha su necesidad de intimidad humana o cuando las dem¨¢s personas con las que convive o se relaciona no satisfacen sus deseos o preferencias. Es decir, que la soledad tambi¨¦n puede consistir en vivir acompa?ado de quien no te quiere o no te atiende, lo que explica el sentimiento de muchos mayores, en cierto modo, abandonados a su suerte. Tambi¨¦n es cierto que no todas las personas mayores que viven solas tienen sentimientos de soledad.
La soledad puede hacer mucho da?o, especialmente a las personas de m¨¢s edad. Se ha constatado que la percepci¨®n de soledad predice mejor la salud f¨ªsica y mental de las personas que el tama?o de su red social, es decir, el n¨²mero de familiares, amigos o personas que frecuentan, o incluso su estado marital. Son numerosos los factores de salud y sociales que determinan el sentimiento de soledad. Generalmente, se inicia cuando los mayores empiezan a perder relaciones emocionalmente estrechas, como las que les un¨ªan a sus fallecidos seres queridos o amigos. A partir de entonces, lamentablemente, esas personas suelen concentrarse m¨¢s en el recuerdo emocional de la p¨¦rdida y su historia que en buscar nuevas relaciones sociales que pudieran rellenar los vac¨ªos sobrevenidos. La soledad de los mayores est¨¢ muchas veces relacionada con la pobreza, y hay estudios que indican que no siempre lo est¨¢ con la edad.
La experiencia subjetiva de soledad es una fuente de estr¨¦s que deteriora la salud som¨¢tica y mental de las personas. La neurociencia y la psicobiolog¨ªa la han relacionado con un mayor riesgo de deterioro cognitivo y de demencia, adem¨¢s de con una pobre autoestima, trastornos del sue?o, p¨¦rdidas de memoria y, especialmente, con una p¨¦rdida de regulaci¨®n emocional, que es la que permite el ajuste mental de las personas a su situaci¨®n particular para mejorar su bienestar. Esas alteraciones podr¨ªan derivar de cambios en el cerebro de las personas originados por la soledad y puestos de manifiesto en observaciones experimentales de neuroim¨¢genes estructurales y funcionales, como las que indican un menor volumen de sustancia gris, es decir, de cuerpos neuronales, en determinadas regiones del cerebro.
Ese tipo de observaciones llevaron a un grupo de cient¨ªficas (todas mujeres, reflejando quiz¨¢ una mayor sensibilidad femenina a la soledad de los mayores) de prestigiosas universidades y centros de investigaci¨®n de Alemania y el Reino Unido a investigar minuciosamente los correlatos cerebrales de la soledad en adultos de edad avanzada. Con esa pretensi¨®n, asumieron que las diferentes maneras de sentir y percibir la soledad en cada persona podr¨ªan reflejar diferencias anat¨®micas en determinadas estructuras cerebrales. Para comprobarlo, mediante t¨¦cnicas de resonancia magn¨¦tica funcional exploraron el cerebro de 319 mayores, hombres y mujeres, casi al 50 %, con edades comprendidas entre 61 y 82 a?os.
Los resultados, publicados en la prestigiosa Scientific Reports del grupo Nature, mostraron que los individuos con mayores puntuaciones en soledad percibida seg¨²n una cl¨¢sica escala de la Universidad de California en Los ?ngeles (Escala UCLA) tendieron a tener menor volumen de sustancia gris en la am¨ªgdala, el hipocampo y el cerebelo, generalmente en el hemisferio izquierdo del cerebro, regiones que han sido implicadas en el procesamiento de informaci¨®n emocional y social. El volumen de la am¨ªgdala, en concreto, ha sido tambi¨¦n relacionado con el tama?o de la red social, real y on line, de las personas.
Aunque no dejan de ser correlaciones, esos resultados podr¨ªan interpretarse como que la interacci¨®n social a lo largo de la vida, es decir, el tener m¨¢s amigos, formar parte de grupos, salir m¨¢s de casa, etc., har¨ªa que la am¨ªgdala creciera y, de ah¨ª, que la soledad, la falta de interacci¨®n social, el quedarse encerrado en casa y no frecuentar actividades con otras personas, tuviera el efecto contrario, encogi¨¦ndola. Tambi¨¦n podr¨ªa ocurrir que los individuos que, por razones gen¨¦ticas o de otra ¨ªndole, tienen una am¨ªgdala de mayor volumen fuesen personas m¨¢s inclinadas a la vida social. Las autoras del trabajo, creen, no obstante, que el estr¨¦s de la soledad da?a al hipocampo de los mayores y reduce su volumen, aumentando el nivel de la hormona cortisol y elevando la tensi¨®n sangu¨ªnea, un efecto que afectar¨ªa a la memoria y que podr¨ªa verse potenciado por la propia falta de interacci¨®n social.
Esa interpretaci¨®n parece refrendada por los resultados del trabajo de otro grupo de mujeres investigadoras, esta vez de universidades y centros de investigaci¨®n iran¨ªes, que consideran a la soledad como todo un s¨ªndrome inmunometab¨®lico de patolog¨ªa multifac¨¦tica, pues altera los niveles celulares de sustancias celulares inflamatorias, reduce la respuesta del organismo a los anticuerpos que nos protegen de enfermedades, reduce las sustancias que promueven el crecimiento celular y altera las funciones cardiovasculares y mentales. As¨ª lo exponen en una revisi¨®n sobre el tema publicada en noviembre de 2021 en el International Journal of Environmental Research and Public Health.
No obstante, otro grupo de investigadoras, encabezadas por la psicobi¨®loga Alicia Salvador de la Universidad de Valencia, que viene realizando tambi¨¦n un importante trabajo sobre las consecuencias de la soledad para la salud de las personas, cuestiona la relaci¨®n del cortisol con la soledad, relacion¨¢ndola m¨¢s con la salud f¨ªsica y psicol¨®gica de las personas, especialmente en los hombres, considerados por ello m¨¢s vulnerables a la misma.
En definitiva, sean los que sean sus mecanismos causales, la mayor¨ªa de las observaciones e investigaciones experimentales realizadas no dejan duda sobre las negativas consecuencias de la soledad para la salud f¨ªsica y mental de los mayores, lo que deber¨ªa motivar, no solo a las familias, sino tambi¨¦n a todas las administraciones pol¨ªticas a establecer los programas y dotar los recursos econ¨®micos necesarios para promover y facilitar la vida social de los mayores impidiendo que ninguno de ellos pueda verse abocado a una soledad sobrevenida no deseada.
Materia gris es un espacio que trata de explicar, de forma accesible, c¨®mo el cerebro crea la mente y controla el comportamiento. Los sentidos, las motivaciones y los sentimientos, el sue?o, el aprendizaje y la memoria, el lenguaje y la consciencia, al igual que sus principales trastornos, ser¨¢n analizados en la convicci¨®n de que saber c¨®mo funcionan equivale a conocernos mejor e incrementar nuestro bienestar y las relaciones con las dem¨¢s personas.
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