Anton Corbijn: ¡°De los m¨²sicos j¨®venes que se ocupen fot¨®grafos de su generaci¨®n¡±
Corbijn defini¨® la imagen del rock de los a?os ochenta y noventa con sus im¨¢genes. Una retrospectiva de su obra pone perspectiva al legado del artista holand¨¦s.
El artista est¨¢ presente. Parece una de esas estrellas del rock con las que suele gastar carrete, el gesto esquivo, el pelo pincho, de negro riguroso. En la imagen, tomada en Londres, tiene 32 a?os, la carrera ¡ªy la vida¡ª por delante. Casi cuatro d¨¦cadas despu¨¦s, el ¨²nico autorretrato que se le conoce a Anton Corbijn encuentra su sitio en Artists and More Artists, la retrospectiva del fot¨®grafo holand¨¦s (Strijen, 68 a?os) en la hist¨®rica bodega Ch?teau La Coste que se anuncia como la mayor muestra de su trabajo jam¨¢s vista en Francia, coincidiendo adem¨¢s en fechas con el festival Rencontres d¡¯Arles. El asunto tiene miga, primero porque la selecci¨®n de las obras a exhibir es suya, en plan autocomisariado, y segundo porque, al¨¦rgico a categor¨ªas y etiquetas (retratista es la ¨²nica que acepta), no ha tenido reparos en incluirse como uno m¨¢s entre los artistas y m¨¢s artistas que lleva retratando desde hace casi medio siglo. ¡°Artista es una palabra importante. Decir que lo soy me parece un poco fuerte, aunque supongo que, de alguna manera, es cierto¡±, admite.
Orquestada en los dominios provenzales del magnate hostelero norirland¨¦s Paddy McKillen, la muestra combina retratos de las series Inwards & Onwards (2011), #5 (2017) y Star Trak (1996) nunca antes llamados a exposici¨®n o colgados en muy raras ocasiones. La elecci¨®n de las im¨¢genes (y sus protagonistas) resulta caprichosa, pero sobre todo nada obvia: Richard Prince, Marlene Dumas, Jeff Koons, Ed Ruscha, Anselm Kiefer, Ai Weiwei, Lucian Freud, Steven Spielberg, Damien Hirst¡ ¡°Empec¨¦ con los m¨²sicos y con los a?os fui saltando a otras disciplinas creativas: pintores, escritores, cineastas, gente a la que quer¨ªa conocer. Mi vida se ha enriquecido con ellos¡±, dice el fot¨®grafo, que responde en videollamada desde la cocina de su estudio en ?msterdam. ¡°De ah¨ª el t¨ªtulo Artistas y m¨¢s artistas. Tiene su gracia¡±, certifica.
La tiene a¨²n m¨¢s pensar que debe haber al menos una obra de Anton Corbijn en millones de hogares de todo el mundo, aunque sus propietarios ni se hayan percatado. War, The Unforgettable Fire, The Joshua Tree, Rattle and Hum, Achtung Baby y Pop, de U2. Automatic for the People, de R.E.M. Viva Hate, de Morrissey. Into the Fire, de Bryan Adams. Devils and Dust, de Bruce Springsteen. Sublime ilusi¨®n, de Eliades Ochoa. Diva, de Annie Lennox. Jumpin¡¯ Jive, de Joe Jackson. Boomerang, de The Creatures. S&M, de Metallica. Aire, de Jos¨¦ Merc¨¦. Seven Deadly Sins, de Marianne Faithfull. The Boatman¡¯s Call, de Nick Cave. Stripped, de The Rolling Stones. Vienna, de Ultravox. Todos los ¨¢lbumes y singles de Depeche Mode desde 101. La historia del pop y el rock de los ¨²ltimos 40 a?os contada a trav¨¦s de las portadas de discos emblem¨¢ticos, educaci¨®n sentimental de varias generaciones. ¡°Eso es lo que siempre me ha gustado de publicar en revistas y diarios, que cualquiera puede ver tu trabajo de manera accidental, sin necesidad de buscarlo adrede. Y entiendo que con las portadas de los discos pasa lo mismo¡±, concede.
Hay algo de reporterismo en la aproximaci¨®n a sus sujetos, aunque se considera antes documentalista que fotoperiodista. ¡°Me parece bonito observar una imagen y darte cuenta de que el tiempo vuela. Ese edificio ya no existe, esos coches ya no se hacen¡ Lo bueno de una fotograf¨ªa es que cuente una historia¡±, afirma. Y, a continuaci¨®n, reflexiona: ¡°No s¨¦ si tenemos una perspectiva completa de la cuesti¨®n, pero me parece que en los a?os setenta e incluso en los ochenta dispon¨ªamos de mayor libertad para fotografiar. Hoy, la imagen de la gente est¨¢ tan protegida que todo se vuelve cuesta arriba. No hace mucho, en la rese?a de uno de mis libros, alguien se preguntaba c¨®mo hab¨ªa sido capaz de pasar el filtro del relaciones p¨²blicas de un artista para hacer un retrato. Bueno, los relaciones p¨²blicas no existen en mi mundo. Si tengo que pedirle permiso a un PR significa que la cosa no funciona¡±.
Oficialmente, Corbijn cuenta para la fotograf¨ªa a partir de 1979, cuando se muda a Londres con apenas 24 a?os y consigue un hueco en la plantilla del semanario New Musical Express. Durante las siguientes dos d¨¦cadas, la edad de oro de la prensa musical y el cuch¨¦ de calado moderno/underground tipo The Face, retratar¨¢ a los pr¨ªncipes ¡ªy a los mendigos tambi¨¦n¡ª de la escena, experimentando con ese blanco y negro de grano duro, contrastad¨ªsimo, casi sin grises, que convertir¨¢ en la muy reconocible y m¨¢s imitable aun marca de la casa. Su tratamiento del color, saturado hasta la irrealidad, tambi¨¦n ha creado escuela: ¡°Cuando disparo en blanco y negro, s¨¦ perfectamente c¨®mo va a quedar la fotograf¨ªa, pero en color siempre es una inc¨®gnita. La verdad es que nunca he sabido muy bien c¨®mo fotografiar en color. Al principio no me gustaba el resultado, as¨ª que decid¨ª intentarlo de manera m¨¢s gr¨¢fica, utilizando un proceso popular en los a?os noventa, los colores cruzados, que consegu¨ªa im¨¢genes m¨¢s potentes. Ahora esa intensidad me interesa cada vez menos¡±. A¨²n utiliza c¨¢maras anal¨®gicas, con una velocidad lenta de obturaci¨®n capaz de capturar el movimiento preciso, el gesto adecuado a la realidad. ¡°La imperfecci¨®n se parece m¨¢s a lo que es la vida que la perfecci¨®n¡±, sentencia. De t¨¦cnicas digitales e inteligencia artificial, mejor ni hablemos: ¡°Para m¨ª, el factor humano no solo es importante, sino decisivo en todo lo que hacemos. La humanidad posee ese elemento de imperfecci¨®n que, personalmente, agradezco y celebro. Lo que desde luego no me gustar¨ªa es que alguien pueda utilizar un programa inteligente para crear una fotograf¨ªa de Anton Corbijn, me parecer¨ªa insultante. La perfecci¨®n, en cualquier caso, est¨¢ sobrevalorada. Solo la imperfecci¨®n es humana¡±.
Hijo de un pastor calvinista, el fot¨®grafo reconoce que mucho de su est¨¦tica y no poco de su ¨¦tica son consecuencia del entorno estricto y austero, casi sin referentes iconogr¨¢ficos, en el que creci¨®. ¡°Aunque tambi¨¦n creo que fue mi forma de rebelarme contra aquel ambiente. A veces pienso que me habr¨ªa gustado pertenecer a la Iglesia cat¨®lica, m¨¢s rica y exuberante visualmente¡±, dice. Su ¨²ltima exposici¨®n, Ikonen (clausurada el pasado abril en el Handelsbeurs, la antigua sede de la Bolsa de Amberes), orbitaba alrededor de la necesidad de trascender y de nuestra relaci¨®n con la muerte. El t¨ªtulo aqu¨ª s¨ª pretend¨ªa llamar a enga?o. ¡°Desde luego, no es el trabajo fotogr¨¢fico que la mayor¨ªa espera ver de m¨ª¡±, dice riendo de esta mezcla de sus series Cemeteries, a.somebody y Lenin, USSR: im¨¢genes in¨¦ditas de cementerios y monumentos funerarios que tom¨® en Italia a principios de los ochenta, de la presencia visual del l¨ªder comunista en la San Petersburgo de la perestroika y de s¨ª mismo travestido de leyendas de la m¨²sica que ya no est¨¢n entre nosotros (Frank Zappa, Janis Joplin, John Lennon¡). ¡°?Que si pienso a menudo en la muerte? Bueno, es connatural al ser humano, parte del proceso de la vida. Pero, vamos, soy una persona optimista¡±.
El buqu¨¦ que aparece en la portada del ¨²ltimo ¨¢lbum de Depeche Mode, Memento Mori, lo encontr¨® en la florister¨ªa de un cementerio. La muerte de Andrew Fletcher, bajista, teclista y miembro fundador del tr¨ªo brit¨¢nico, en mayo de 2022, todav¨ªa le duele. ¡°Me dieron la noticia antes de que saliera en la prensa, me qued¨¦ un poco en shock¡±, cuenta. ¡°Ya hab¨ªamos empezado a trabajar en el concepto visual del disco, y no sab¨ªa qu¨¦ iba a pasar. Vi a Dave [Gahan] y a Martin [Gore] brevemente durante el funeral, pero hablamos m¨¢s tarde y me dijeron que iban a seguir adelante con el elep¨¦. La energ¨ªa, claro, era distinta, pero, por m¨¢s extra?o que parezca, ¨ªbamos bien de ¨¢nimos¡±. Corbijn no solo es el fot¨®grafo oficial de la banda desde 101 (1989), sino que tambi¨¦n ejerce de director art¨ªstico, ide¨®logo de su iconograf¨ªa (logo incluido), director de sus videoclips y art¨ªfice de los montajes visuales de sus conciertos. El cuarto depeche, le llaman: ¡°En una de las fotograf¨ªas del interior, en la que se ve a Martin y Dave de espaldas frente al skyline de Nueva York, hay tres sombras proyectadas en el suelo. Es mi manera de hacer sentir que Andy a¨²n est¨¢ presente¡±.
El fot¨®grafo tiene que encadenar otro zoom en menos de cinco minutos, advierte, y ni siquiera hemos hablado de su segunda ocupaci¨®n, la de director cinematogr¨¢fico. Comenz¨® en 1983 realizando videoclips ¡°sin la menor idea de c¨®mo usar una c¨¢mara de cine¡± y ha terminado firmando un pu?ado de aclamados largometrajes: Control (2007), relato biogr¨¢fico del mitificado cantante de Joy Division, Ian Curtis; The American (2010), a mayor gloria de George Clooney; El hombre m¨¢s buscado (2014), ¨²ltimo papel de Philip Seymour Hoffman antes de fallecer; Life (2015), sobre la amistad que uni¨® a James Dean con el fot¨®grafo Dennis Stock, y Spirits in the Forest, documental que sigue a seis fans de Depeche Mode en sus viajes para asistir al concierto final de la gira Global Spirit, en Berl¨ªn. ¡°Supongo que, de alguna manera, ten¨ªa que probarme a m¨ª mismo que era capaz de dirigir una pel¨ªcula. En breve estrenar¨¦ otro documental, a ver qu¨¦ pasa¡±, despacha.
Patti Smith y Joni Mitchell. Iggy Pop y Mick Jagger. Siouxsie Sioux y Neneh Cherry. Kurt Cobain y Johnny Cash. Kate Bush y Kylie Minogue. En sus redes sociales, Corbijn felicita los cumplea?os a los vivos y recuerda los aniversarios de los muertos, todos alguna vez sujetos de su objetivo: ¡°Por desgracia, la gente se muere. Es una raz¨®n como cualquier otra para subir sus retratos a Instagram, aunque basta con que la fotograf¨ªa me guste. Y tengo muchas entre las que elegir¡±. Por supuesto, no se va a escapar vivo de esta sin responder a la cuesti¨®n: y esas nuevas estrellas de la m¨²sica actual, las Rosal¨ªa, los Bad Bunny, ?acaso no le interesan? ¡°Vengo de otro momento y creo que mi vida se estar¨ªa repitiendo. S¨ª, Harry Styles parece un gran tipo y seguro que dar¨ªa muy bien en c¨¢mara. De hecho, hemos hablado alguna vez. De los m¨²sicos j¨®venes que se ocupen fot¨®grafos de su generaci¨®n. Yo ya he fotografiado demasiado¡±.
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