Hamlet Lavastida, artista cubano: ¡°La pol¨ªtica exterior espa?ola tiene mucho cuidado con los intereses empresariales que hay en Cuba¡±
Este creador fue encarcelado en 2021 por el r¨¦gimen comunista. Luego se exili¨® en Alemania. Hoy aspira a ¡°revolucionar¡± a trav¨¦s de sus obras
Studio 218. Hamlet Lavastida. Un papel en la puerta se?ala la identidad del habitante de este espacio de la K¨¹nstlerhaus Bethanien, una de las residencias art¨ªsticas con m¨¢s solera de la capital alemana. Situado en el barrio de Kreuzberg, se trata del refugio del creador cubano desde que tuvo que exiliarse en Berl¨ªn en enero de 2022. Nuestra visita, una ma?ana de marzo, le pilla con todo m...
Studio 218. Hamlet Lavastida. Un papel en la puerta se?ala la identidad del habitante de este espacio de la K¨¹nstlerhaus Bethanien, una de las residencias art¨ªsticas con m¨¢s solera de la capital alemana. Situado en el barrio de Kreuzberg, se trata del refugio del creador cubano desde que tuvo que exiliarse en Berl¨ªn en enero de 2022. Nuestra visita, una ma?ana de marzo, le pilla con todo manga por hombro. En una de las esquinas se retranquea un habi?t¨¢culo que sirve de dormitorio, con un colch¨®n en el suelo y prendas tiradas aqu¨ª y all¨¢. El resto est¨¢ consagrado a su obra. ¡°Todos los artistas somos un poco as¨ª, vivimos para nuestro ?trabajo¡±, se excusa el inquilino mientras ofrece un caf¨¦. Y, ya de paso, tambi¨¦n un pl¨¢tano. Hospitalidad tropical. En los muros semidesnudos de la amplia estancia destaca un mosaico con fotos de Virgilio Pi?era, uno de los primeros intelectuales represaliados por el r¨¦gimen castrista. Ahora es el propio Lavastida el que se ha unido (le han unido, m¨¢s bien) a esa larga lista de damnificados.
Antes de su arresto por las autoridades cubanas en 2021, Lavastida (La Habana, 40 a?os) ya era una figura pujante del arte contempor¨¢neo de la isla. Hoy es una realidad. Representado por la galer¨ªa austriacoalemana Crone, debut¨® en la capital germana en 2022 con una muestra titulada Dos Dos Tres Nueve, el n¨²mero que le asign¨® la Seguridad del Estado cuando fue detenido. ¡°Se basaba en la idea que tienen muchos compatriotas de que ese pa¨ªs es una c¨¢rcel, por lo que todos somos un Homo paenitentis, un hombre penitenciario. Es una referencia al c¨¦lebre Homo sovieticus, as¨ª que nosotros estar¨ªamos en un nivel superior¡±, bromea.
Al margen de algunos lienzos, dominaban aquella muestra sus caracter¨ªsticos cut-outs con vistas cenitales de diferentes prisiones cubanas, fundiendo agitaci¨®n pol¨ªtica y una marcada est¨¦tica emparentada con el realismo socialista. ¡°Hay un s¨ªndrome de Estocolmo con ese estilo desde que la revoluci¨®n sovi¨¦tica se apoder¨® de ¨¦l¡±, afirma. ¡°Yo me apropio de su reapropiaci¨®n. Busco su origen, que nace antes de la URSS. Es como la justicia social, la solidaridad o la fraternidad, que no son algo exclusivo de la revoluci¨®n, sino que deber¨ªan ser universales. Los que queremos justicia social para Cuba no tenemos por qu¨¦ ponernos del lado de ese r¨¦gimen desp¨®tico¡±. Tras esa exposici¨®n berlinesa, particip¨® en diversas colectivas (como Giro gr¨¢fico, en el madrile?o Museo Reina Sof¨ªa) y en la ¨²ltima Documenta de Kassel, dentro de un proyecto del Instituto de Artivismo Hannah Arendt (INSTAR), liderado por su colega Tania Bruguera.
Junto a ella y a otros intelectuales de la isla, Lavastida hab¨ªa formado parte del Movimiento San Isidro (MSI), que dio paso en 2021 al Movimiento Democr¨¢tico 27-N, que provoc¨® las protestas m¨¢s multitudinarias de la historia cubana reciente. A ¨¦l esto le pill¨® en Berl¨ªn, durante su primera beca en Bethanien, la misma residencia que hoy le acoge. Cuando aquel estipendio termin¨®, tuvo que regresar a La Habana. Era el 21 de junio de 2021, el inicio de su infierno particular. En ese momento, todo el que aterrizaba en el pa¨ªs ten¨ªa que pasar cinco d¨ªas de cuarentena por la covid en un centro de aislamiento. Cuando sali¨® de all¨ª, hab¨ªa cuatro funcionarios de la Seguridad del Estado esper¨¢ndole para un interrogatorio. Al acabar, le mandaron para Villa Marista.
El artista, que en 2022 fue galardonado por Index on Censorship, la ONG brit¨¢nica que aboga por la libertad de expresi¨®n, define Villa Marista como una c¨¢rcel espec¨ªfica para prisioneros pol¨ªticos, por la que han pasado hasta agentes de la CIA. ¡°La gente tiene terror a acabar all¨ª dentro¡±, rememora. ¡°Yo estaba en una celda de ocho metros cuadrados con otras tres personas. Consegu¨ªa dar seis pasos en diagonal, esquivando las dos literas, para hacer un poco de ejercicio. No me daban ni libros. Una vez les pregunt¨¦ por qu¨¦ no me daban ning¨²n libro y me contestaron: ¡®T¨² no est¨¢s aqu¨ª para leer. T¨² est¨¢s aqu¨ª para recordar, para pensar¡±.
Le acusaban de ¡°incitaci¨®n a delinquir¡± por unas frases sacadas de un chat privado de los miembros del 27-N, en donde ¨¦l fantaseaba con ?estampar billetes cubanos de curso legal con las siglas del colectivo. ¡°En realidad no es ilegal hacer esto. Y pensarlo, mucho menos, claro¡±, se defiende. ¡°Me detuvieron con esa justificaci¨®n, pero no era lo que buscaban. Cre¨ªan que era un agente de la CIA. En los interrogatorios diarios insist¨ªan en que ten¨ªa que confesar mis contactos. Luego me acusaban de pertenecer a la inteligencia alemana. Dec¨ªan que yo hab¨ªa firmado papeles con esos servicios secretos¡ ?Y que ellos ya los ten¨ªan! Amenazaban con juzgarme por instigaci¨®n a la sedici¨®n, que son de 15 a 30 a?os de prisi¨®n¡±.
Cuenta c¨®mo su relaci¨®n con esos funcionarios de prisiones era puro teatro. ¡°Ellos te piden que te autoinculpes y que aceptes rehabilitarte pol¨ªticamente. As¨ª que pens¨¦ que lo mejor era seguir el juego con esos tecnicismos que valoran tanto. Les dec¨ªa: ¡°Me confund¨ª, perd¨®n. He estado manipulado por la prensa liberal burguesa, que es un enga?o. ?C¨®mo me pude haber olvidado de los valores de la revoluci¨®n que me ense?aron en la escuela?¡±. Siempre intentaron que confesara que era un agente de otro pa¨ªs. Y yo no lo soy. Yo soy un artista y tengo mis opiniones, que pueden estar erradas y ser refutadas, pero son las m¨ªas. Y ellos no entienden eso¡±.
En total fueron 87 d¨ªas encarcelado, con los que a¨²n sufre pesadillas, durante los cuales se desencadenaron manifestaciones de apoyo pidiendo su liberaci¨®n, como en la edici¨®n de 2021 de la feria Arco. ¡°Para la negociaci¨®n me sacaron a una casa oculta en Guanabo¡±, desvela. ¡°All¨ª estuve otros seis d¨ªas m¨¢s en una especie de limbo¡±. De ah¨ª le llevaron a la Embajada de Polonia a recoger el visado de salida que hab¨ªa gestionado la madre de su hijo desde Varsovia, donde ella reside. ¡°Y de all¨ª, al aeropuerto junto con la que era mi pareja, Katherine Bisquet, en una caravana de cinco autom¨®viles. ?Parec¨ªa que iba ah¨ª un primer ministro!¡±, explica.
Hubo un tiempo en el que parec¨ªa que el r¨¦gimen presidido por Miguel D¨ªaz-Canel iba a dar un giro aperturista, aunque seg¨²n Lavastida ha supuesto lo contrario. ¡°Se ha encerrado a¨²n m¨¢s. Se nota el terror que tiene a los que lo comandan, que son Ra¨²l Castro y la generaci¨®n hist¨®rica de la revoluci¨®n. Tiene miedo hasta de su propio pueblo. Ve enemigos por todas partes. Casi podr¨ªa decir que con Fidel se viv¨ªa mejor. Fidel era un c¨ªnico y un d¨¦spota del carajo, pero las quer¨ªa tener bien con todo el mundo: con el pueblo, con Estados Unidos, con la Uni¨®n Europea, con la Uni¨®n Sovi¨¦tica, con Felipe Gonz¨¢lez, con Fraga¡ Era un personaje delirante¡±.
?Cree que, en ocasiones, Espa?a mira hacia otro lado respecto a Cuba? ¡°Siempre ha sucedido igual, no solo con el PSOE, tambi¨¦n con el PP¡±, replica. ¡°La pol¨ªtica exterior espa?ola tiene mucho cuidado con los intereses empresariales que hay all¨¢¡±. Tremenda paradoja que sean las inversiones capitalistas las que atemperen las cr¨ªticas a los abusos de un sistema comunista. Para Lavastida, la Realpolitik manda: se defienden los derechos humanos, pero de manera tangencial y discretamente.
Lavastida, que ahora dispone de un visado art¨ªstico temporal en Alemania (que expira en 2026) y de una beca de Artists at Risk Connection (ARC), un proyecto de PEN Am¨¦rica, advierte de que sus obras van a ser a¨²n m¨¢s pol¨ªticas. ¡°Ellos tratan de hacer lo imposible para que desescales en tus reivindicaciones. Y conmigo no lo van a conseguir. Jam¨¢s van a responder ante la justicia por los 93 d¨ªas que me tuvieron secuestrado en la peor c¨¢rcel del Estado¡±, se lamenta mientras ense?a algunas piezas de la serie Control interno, que dar¨¢ t¨ªtulo a su pr¨®xima exposici¨®n en noviembre en la sede vienesa de Crone. Un mes despu¨¦s llegar¨¢ Sociogramas, junto a su compatriota Juan Miguel Pozo, en la galer¨ªa Dot FiftyOne durante Art Basel Miami. ¡°Lo ¨²nico que puedo hacer es denunciar esta realidad. Esa ser¨¢ mi venganza. Porque yo no puedo volver a entrar en Cuba. Al menos, hasta que aquello cambie. Y eso no se sabe cu¨¢ndo va a ser¡±.