Palabras
Hay grupos de individuos que inventan su propio lenguaje como una forma de identificaci¨®n y reafirmaci¨®n
En principio fue el verbo, ya se sabe; fue al nombrar las cosas cuando ¨¦stas emergieron del remolino primordial de caos y tinieblas. Las palabras dan forma al mundo, pero el mundo tambi¨¦n influye en ellas. Alphonse Bertillon, famoso polic¨ªa y crimin¨®logo franc¨¦s del siglo XIX, dec¨ªa que s¨®lo se ve lo que se mira y s¨®lo se mira lo que se est¨¢ preparado para ver, una frase que me parece magistral y que nos ense?a que la realidad, que a todos nos parece un valor indiscutible y absoluto, no es m¨¢s que un producto subjetivo y condicionado por las circunstancias. Y dado que la realidad se manifiesta por medio de palabras, podemos decir que s¨®lo se nombra eso que se mira y que est¨¢s preparado para ver. De ah¨ª que los saamis, un pueblo que habita en Laponia, tengan m¨¢s de 60 t¨¦rminos para definir la nieve en sus diversos estados, y otros tantos para referirse a los renos, diferenci¨¢ndolos por sus peculiaridades. Natural: los saamis han dependido para su supervivencia de ambas cosas, as¨ª que han tenido que observarlas con especial intensidad y cuidado.
He dicho muchas veces que la lengua es algo org¨¢nico, que es como la piel de una sociedad, y que engorda, adelgaza o se llena de cicatrices dependiendo de las alteraciones del cuerpo al que recubre. Los cambios sustanciales de la lengua, en fin, siguen o acompa?an a los sociales. Pero claro, la piel, que en el ser humano es el ¨®rgano m¨¢s extenso, tiene muchos rincones. Hay grupos de individuos que inventan su propio lenguaje como una forma de identificaci¨®n y reafirmaci¨®n; a veces son innovaciones minoritarias e idiotas que se pierden enseguida, como esos pellejitos de los dedos que una se arranca cuando est¨¢ nerviosa. Cuando le¨ª El gran momento de Mary Tribune, la estupenda novela de Juan Garc¨ªa Hortelano publicada en 1972, me sorprendi¨® encontrar personajes que dec¨ªan ¡°incin¨¦rame el cilindr¨ªn¡±, en vez de ¡°enci¨¦ndeme el cigarrillo¡±. Y poco despu¨¦s sali¨® alg¨²n art¨ªculo en prensa hablando de esas formas de expresi¨®n entre los pijos madrile?os, aunque yo jam¨¢s escuch¨¦ decir eso a nadie. Es m¨¢s, hasta puede que fuera una invenci¨®n de Hortelano. En cualquier caso, semejante bodrio no prosper¨® (por cierto, otro ejemplo de la vitalidad del lenguaje: ahora los pijos son llamados cayetanos).
Ayer, en una comida con amigos, nos pasamos un buen rato hablando de las nuevas expresiones que est¨¢n usando los m¨¢s j¨®venes. Despu¨¦s segu¨ª indagando por mi cuenta y he reunido un pu?ado. PEC es la m¨¢s llamativa: viene de ¡°por el culo¡±, y significa que te encanta algo. ¡°La serie de The Bear me la meto PEC¡±, dir¨ªas, por ejemplo. O bien, lo cual es muy com¨²n, lo acortas y dejas en el mero PEC; pongamos que alguien te propone un plan que te entusiasma y entonces t¨² contestas: ¡°Ay, PEC, PEC¡±, lo cual puede darte cierta semejanza con el Correcaminos. No se sabe el origen del acr¨®nimo, pero quiz¨¢ guarde relaci¨®n con esa atracci¨®n por la escatolog¨ªa que se suele experimentar en la ni?ez y primera adolescencia.
Una expresi¨®n interesante es ¡°servir co?o¡± o ¡°sirviendo co?o¡±. Al parecer es una traducci¨®n directa del ingl¨¦s serving cunt y proviene del entorno LGTBIQ+, pero aqu¨ª se usa de forma general y positiva para hablar de mujeres que manifiestan su val¨ªa y reafirman la fuerza femenina: ¡°Lleg¨® sirviendo co?o¡±. Brutal, pero iconoclasta y elocuente. En fin, hay muchas m¨¢s. Terminar¨¦ con una muy utilizada: ¡°Y la queso¡±, que viene de ¡°Y la que soporte¡±. Sali¨® de una telenovela (otros dicen que es de una canci¨®n utilizada en un reality mexicano). Significa que te importa un pimiento lo que piense la gente sobre ti, que no piensas cambiar y que los dem¨¢s ya pueden aguantarse.
Pero lo m¨¢s curioso es que me acabo de meter en internet y he descubierto que estamos viviendo una miniexplosi¨®n de atenci¨®n medi¨¢tica sobre el tema. Empez¨® hace s¨®lo un mes y sigue hoy: peque?os art¨ªculos en La Vanguardia o Infobae, referencias en televisi¨®n¡ As¨ª funciona la lengua, con s¨²bitas erupciones; posee una rara vitalidad, una existencia paralela. Seg¨²n dijo en 2010 a P¨²blico el ling¨¹ista y acad¨¦mico de la RAE Jos¨¦ Antonio Pascual, ¡°en una generaci¨®n, el l¨¦xico y el uso del lenguaje suele cambiar hasta en un 5%¡±. La lengua es un bicho vivo, ya lo he dicho. Y, entre tanto suceso aterrador que estamos padeciendo, me alegra e incluso me conmueve que las palabras puedan ser noticia.
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