El Dragon Bar, epicentro del ¡®underground¡¯ de Londres en los 90
Con el barrio Old Street ya irremisiblemente gentrificado, este centro del arte callejero cerr¨® sus puertas. Un libro lo recuerda.
A finales de los a?os noventa, cuando Londres a¨²n no hab¨ªa ca¨ªdo pasto de la gentrificaci¨®n, los magnates del este y los chefs estrella, apareci¨® en Old Street un local llamado Dragon Bar y se convirti¨® en el centro del universo del arte callejero brit¨¢nico.
Ubicado en una calle que en 1998 no era demasiado aconsejable para los turistas, este garito oscuro y de clientela salvaje, congreg¨® casi instant¨¢neamente a lo m¨¢s granado de la escena underground londinense.
El padre del Dragon Bar fue un tipo llamado Justin Piggot, con las ideas muy claras sobre lo que deb¨ªa ser su establecimiento, tal y como explica en el libro The Dragon Bar Book: ¡°Ya ten¨ªa el bar perfecto en mi cabeza: quer¨ªa a Tom Waits saliendo por la puerta, un letrero de ne¨®n parpadeante se?alando un callej¨®n y lleno de raritos¡±. Piggot encontr¨® el edificio vac¨ªo y luego construy¨® y equip¨® el local ¨¦l mismo. ¡°En esa ¨¦poca, Shoreditch y Old Street eran lugares sombr¨ªos: coches quemados, ol¨ªa un poco mal, los taxis no quer¨ªan ir all¨ª despu¨¦s de oscurecer y hab¨ªa muchos almacenes vac¨ªos y edificios tapiados¡±, apunta Josh Jones, coeditor del libro y uno de los fundadores del m¨ªtico fanzine dedicado al arte, Pavement Licker.
El boca a oreja hizo el resto y las paredes del lugar se llenaron de grafitis de figuras, algunas de las cuales pasaron despu¨¦s a convertirse en objeto del mainstream global. Banksy tuvo su primera exposici¨®n en Londres all¨ª (el original Santa¡¯s Ghetto). ¡°Creo que fue como el CBGB neoyorquino en Londres¡±, apunta Josh Jones.
El Dragon Bar baj¨® la persiana en 2008, pero Jones tiene claro que a¨²n hay esperanza: ¡°Lugares as¨ª son cada vez m¨¢s dif¨ªciles de encontrar, pero de estas cenizas surgir¨¢ un ave f¨¦nix¡ ?o esperemos que un drag¨®n!¡±.
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