?Angustia vital? Mejor llame a su terapeuta filos¨®fico
El profesor sevillano Jos¨¦ Barrientos-Rastrojo es experto en ¡°asesoramiento filos¨®fico¡± para resolver problemas existenciales. Y encabeza un proyecto pionero en el ¨¢mbito internacional que aplica esta metodolog¨ªa en las c¨¢rceles.
Jos¨¦ Barrientos-Rastrojo (Sevilla, 47 a?os) aguarda la llegada de un paquete en su casa de la capital andaluza. Aunque repetidamente anticipa el sonido del timbre, es en casa de este entrevistador donde, de manera ir¨®nica, resuena finalmente, interrumpiendo una conversaci¨®n telef¨®nica que apenas hab¨ªa comenzado. A Barrientos no le sobra tiempo para estar esperando env¨ªos. Adem¨¢s de ejercer como profesor en la Universidad de Sevilla, dirige el proyecto Boecio, un programa pionero de filosof¨ªa aplicada impartido en prisiones de Espa?a, Colombia, M¨¦xico, Argentina y Brasil. ¡°Es la primera iniciativa de este tipo en c¨¢rceles, la primera investigaci¨®n emp¨ªrica que involucra a m¨¢s de 500 presos¡±, detalla el docente, cuya intensa agenda le obliga a frecuentes viajes transcontinentales.
Lo m¨¢s llamativo de su trayectoria es la naturalidad con la que supera la intuitiva discrepancia entre filosof¨ªa y emprendimiento. Tiene la misma destreza para organizar un congreso internacional de fil¨®sofos que para explicar a Heidegger en un par de minutos. ¡°Siempre he sido muy echado para delante¡±, reconoce Barrientos, que antes de ser profesor de Filosof¨ªa quiso ser m¨¦dico y, como no le dio la nota, se meti¨® a Enfermer¨ªa. Recuerda: ¡°Ten¨ªa claro que quer¨ªa ayudar a las personas a tener una mejor vida¡±.
La suya tom¨® un giro decisivo el d¨ªa en que descubri¨® que la filosof¨ªa tambi¨¦n serv¨ªa para mejorar la vida de la gente. Lo describe como ¡°una revelaci¨®n orteguiana¡± o eso que Mar¨ªa Zambrano denomin¨® ¡°evidencia¡±: la comprensi¨®n inmediata de una verdad fundamental que se revela al individuo no a trav¨¦s de argumentos, sino como una manifestaci¨®n evidente y directa de la realidad. ¡°Una vez que descubres esa verdad, ya no puedes seguir siendo la misma persona que eras antes¡±, afirma Barrientos, refiri¨¦ndose al momento en que entr¨® a formar parte del grupo de consulta filos¨®fica en la Universidad de Sevilla.
Fue en tercero de carrera. Entonces compaginaba las licenciaturas de Filosof¨ªa y Enfermer¨ªa. Nunca hab¨ªa escuchado hablar de esa pr¨¢ctica que puede ser llamada consulta, orientaci¨®n o asesoramiento filos¨®fico, y que por aquellos d¨ªas a¨²n era m¨¢s desconocida de lo que lo es ahora en Espa?a. La din¨¢mica es la siguiente: un cliente acude a la consulta de un fil¨®sofo, le expone sus dilemas existenciales y juntos exploran sus dimensiones filos¨®ficas. La s¨ªntesis perfecta de la pasi¨®n de Barrientos por el pensamiento cr¨ªtico y el deseo de ayudar directamente a las personas. ¡°Hay problemas que frecuentemente se confunden con cuestiones psicol¨®gicas, cuando realmente tienen un trasfondo filos¨®fico. Una gran lacra de nuestra sociedad es no poder responder a los conflictos filos¨®ficos de la gente¡±, explica.
Qued¨® cautivado con esta metodolog¨ªa y, para ponerla en pr¨¢ctica, inaugur¨® una consulta filos¨®fica gratuita para amigos y conocidos. Paralelamente, continu¨® form¨¢ndose a trav¨¦s de una intensa labor de investigaci¨®n y asistiendo a charlas y conferencias. Con 25 a?os logr¨® organizar el Congreso Internacional de Asesoramiento Filos¨®fico en Sevilla, el primero en Espa?a. Este logro precoz se replic¨® al a?o siguiente cuando, tras ser invitado como profesor a un curso de verano, acumul¨® suficiente informaci¨®n como para redactar lo que ser¨ªa el primer manual de orientaci¨®n filos¨®fica en espa?ol, una obra que sigue siendo un referente esencial en ese campo. ¡°Las cosas importantes en mi vida han surgido casi siempre por casualidad, como si me encontrara con ellas¡±, reflexiona.
Despu¨¦s de varios a?os como profesor en la Universidad de Sevilla y consultor filos¨®fico, decidi¨® cambiar de rumbo. ¡°Me di cuenta de que muchos de mis consultantes no necesitar¨ªan acudir aqu¨ª si hubieran contado con m¨¢s herramientas de pensamiento cr¨ªtico y h¨¢bitos filos¨®ficos para enfrentar los dilemas por los que vienen a consulta¡±, afirma. Como resultado, opt¨® por reemplazar las visitas individuales por talleres de prevenci¨®n filos¨®fica. El Center for Practical Wisdom [Centro de Sabidur¨ªa Pr¨¢ctica] de la Universidad de Chicago le financi¨® la puesta en marcha de talleres de filosof¨ªa en prisiones. Fue el germen de lo que m¨¢s tarde ser¨ªa el proyecto Boecio.
Este se fundamenta en cuatro objetivos: fortalecer el pensamiento cr¨ªtico, mejorar las relaciones interpersonales, gestionar las emociones y aumentar la resiliencia de las personas privadas de libertad. Hay varios conjuntos de talleres, cada uno centrado en un ejercicio espec¨ªfico. Por ejemplo, el de pensamiento cr¨ªtico propone un debate inverso, donde los participantes deben defender una opini¨®n contraria a la suya. En otro tipo de actividad, enfocada en la diacrisis, el objetivo es que se den cuenta de que sus emociones dependen de c¨®mo interpretan la realidad. Se suele trabajar con im¨¢genes; por ejemplo, se intercambian fotos en las que alguien aparece comiendo chocolate y una cucaracha. Luego, se reflexiona sobre la construcci¨®n del asco y el rechazo que la segunda imagen provoca universalmente.
El investigador sevillano enfatiza que sus talleres no buscan convertir la filosof¨ªa en una herramienta para hacer a sus pacientes m¨¢s funcionales y productivos dentro del sistema. ¡°Ciertas terapias de orientaci¨®n filos¨®fica o tendencias como el modern stoicism a menudo est¨¢n preconfiguradas con objetivos espec¨ªficos que no necesariamente benefician al individuo, sino a las empresas o al sistema de salud. Nuestra meta es fomentar la autonom¨ªa y permitir que las personas desarrollen su propio pensamiento, y que sus fines y objetivos no sean impuestos por un poder externo¡±, sostiene.
Critica la noci¨®n del pensamiento positivo como una construcci¨®n de la sociedad capitalista dise?ada para aumentar la productividad del trabajador. Lo califica de superficial y manipulador. Frente a la tendencia de evitar la angustia, cree que la filosof¨ªa debe ayudar a explorarla y usarla como un recurso de autodescubrimiento y recuperaci¨®n de la propia existencia: ¡°Nuestra sociedad etiqueta la angustia como algo negativo, pero en realidad es un aspecto inherente al ser humano que, aprovechado adecuadamente, puede convertirse en un recurso valioso para recuperar la autenticidad personal y superar la ceguera existencial¡±.
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