Los equilibrios de Almeida, el favorito de G¨¦nova

Madrid es el orgullo de Pablo Casado. El ¨¦xito en la regi¨®n, donde el PP gobierna Ayuntamiento y Comunidad, fue un salvavidas para el l¨ªder popular tras la ¨²ltima temporada electoral. Ahora se ha convertido en base avanzada de su estrategia para aglutinar a las derechas. Una compleja cuadratura de c¨ªrculo: el PP busca absorber a Ciudadanos (Cs) al mismo tiempo que neutralizar a Vox acerc¨¢ndose a ellos.

Tanto la presidenta regional, Isabel D¨ªaz Ayuso, como el alcalde, Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez-Almeida, son dos apuestas de Casado y pertenecen a su familia pol¨ªtica: liberales aguirristas y conservadores de bandera. Ambos pol¨ªticos cerraron Gobiernos de coalici¨®n con Cs y se apoyan en la extrema derecha para sumar mayor¨ªa. Pero con distinto resultado.

Mientras en el Gobierno regional reina la desconfianza ¡ªla relaci¨®n entre Ayuso y su segundo, Ignacio Aguado (Cs), es m¨¢s competitiva que cooperativa¡ª, Almeida se defiende en la parcela municipal. Con una mano trata con la extrema derecha y realiza ¡°cesiones¡±, como recortes sociales para conseguir aprobar los presupuestos. Con la otra, agasaja a Cs con buenas palabras, pero pocos hechos. Seg¨²n las cuentas municipales aprobadas para 2020, Cs, con 11 ediles, gestiona cuatro veces menos presupuesto que el PP (con 15 concejales): unos 700 millones frente a los casi 3.000 de los populares. ¡°Son los mejores presupuestos en mucho tiempo¡±, defend¨ªa la vicealcaldesa Bego?a Villac¨ªs a pesar de que su cartera perd¨ªa un 16% de inversi¨®n.

El alcalde ejerce de enlace entre Villac¨ªs y Javier Ortega Smith, portavoz de Vox. Cuando se plante¨® la posibilidad de realizar una declaraci¨®n institucional para el pr¨®ximo 8 de marzo, D¨ªa Internacional de la Mujer, Vox se opuso frontalmente. M¨¢s Madrid y PSOE plantearon realizarla sin unanimidad. Villac¨ªs lo valor¨®, pero acab¨® ech¨¢ndose para atr¨¢s.

¡°?Por qu¨¦ cabe demonizar a Vox y blanquear a la extrema izquierda?¡±, responde Almeida cada vez que se le cuestiona por sus acuerdos. El alcalde se dirige con frecuencia al presidente del Gobierno y a las ministras para interpelarlos en clave nacional. Practica tambi¨¦n la pol¨ªtica internacional: recibi¨® a Juan Guaid¨®, presidente encargado de Venezuela.

A la vez, el primer edil sirve ca?as en La Paloma o inaugura izados de enormes banderas de Espa?a en los distritos. La ¨²ltima, en Carabanchel, la cuarta ense?a que instala. Tambi¨¦n publica en Instagram o se vuelve viral con un v¨ªdeo en el que accidentalmente golpea a un ni?o al chutar un bal¨®n. ¡°Si alguien me quiere fichar... estoy en el mercado¡±, brome¨®. Almeida destila cierto desparpajo y socarroner¨ªa similar a la de Esperanza Aguirre. En G¨¦nova tambi¨¦n celebran ese gracejo. Consideran que el alcalde ¡°est¨¢ reforzando el mensaje de Casado¡±.

Pero Almeida tiene un complicado frente: la movilidad y el medioambiente. Se trata del ¨¢rea de Gobierno con mayor dotaci¨®n: en torno a 1.400 millones de euros, casi la mitad del presupuesto. Es la cartera que m¨¢s duros reveses ha propinado al Ayuntamiento: golpes judiciales por Madrid Central; protestas por la calidad del aire; huelga por la ¡°degradaci¨®n del transporte p¨²blico¡±...

El ¨²ltimo conflicto lo protagoniza la revuelta vecinal contra el macroparking de mil plazas que el alcalde anunci¨® que construir¨ªa en el distrito de Retiro, junto al parque. Un tema que est¨¢ generando desafecci¨®n entre los vecinos y el PP, que consigui¨® en el distrito uno de cada tres votos en las ¨²ltimas elecciones municipales. La vicealcaldesa Villac¨ªs tambi¨¦n se ha mostrado reacia al proyecto. Esta semana, Almeida se qued¨® solo defendiendo el proyecto. Cs vot¨® con M¨¢s Madrid y PSOE rechazar el proyecto. Vox se abstuvo. ¡°El problema para gobernar no es Vox, sino su socio de Gobierno¡±, lanz¨® el concejal del partido de extrema derecha Fernando Mart¨ªnez Vidal.

Pulso con Ciudadanos

Almeida y Villac¨ªs siempre han compartido un profundo rechazo a todo lo realizado por el equipo anterior: el ¡°legado Carmena¡±. Una visi¨®n compartida con Vox. La figura de la exalcaldesa es omnipresente en las declaraciones municipales, donde se la asocia con palabras como ¡°desastre¡±, ¡°chiringuito¡±, ¡°verg¨¹enza¡±, ¡°red clientelar¡± o ¡°sectaria¡±.

En el legado Carmena, destaca Madrid Central. A su llegada a Cibeles, Almeida intent¨® revertir la zona de bajas emisiones. Aunque Cs prefer¨ªa matizarlo, los populares compart¨ªan con Vox eliminarlo. Finalmente, varios jueces lo impidieron. Entonces, Almeida present¨® una estrategia alternativa para luchar contra la contaminaci¨®n: Madrid 360. La describi¨® como ¡°m¨¢s ambiciosa¡± que la anterior aunque permite la entrada de m¨¢s veh¨ªculos en el ¨¢rea restringida. Aunque todav¨ªa no est¨¢ aprobada, en G¨¦nova ya la describen como ¡°lo m¨¢s avanzado¡± en pol¨ªticas medioambientales. Casado lleg¨® a decir que iba a ser ¡°galardonada por la Unesco¡±. El organismo internacional no ha mostrado ninguna intenci¨®n de ello.

Mientras Almeida brilla, y ante el riesgo de desdibujarse, Villac¨ªs se ha propuesto marcar perfil propio con temas como el feminismo o el medio ambiente, oponi¨¦ndose a medidas defendidas por Almeida. La vicealcaldesa critica ahora, adem¨¢s del aparcamiento de Retiro, la posible reapertura de la almendra central a m¨¢s veh¨ªculos. El alcalde cree que puede ganar la batalla: ¡°Ya la he convencido en anteriores ocasiones¡±.

Hasta ahora, la vicealcaldesa ha apretado, pero no ha ahogado. En esta ocasi¨®n, no parece dispuesta a ceder. Almeida, por su parte, se va a esforzar: le gusta ser un referente de G¨¦nova.