Dos muertos en una persecuci¨®n entre una ¡®narcolancha¡¯ y una patrullera de Gibraltar

Al filo del alba, la intensa noche de movimiento en el Estrecho ha terminado mal para dos supuestos narcos. Dos de los cuatro ocupantes de una narcolancha han fallecido al chocar con una patrullera gibraltare?a que la persegu¨ªa a toda velocidad. Los dos muertos son dos varones de nacionalidad espa?ola residentes en Ceuta, seg¨²n ha confirmado este domingo la Polic¨ªa Real de Gibraltar (RGP). Adem¨¢s, los otros dos tripulantes de la semirr¨ªgida ¡ªotro espa?ol y un portugu¨¦s¡ª han resultado heridos y est¨¢n ahora detenidos.

La lancha, una semirr¨ªgida de 14 metros de eslora propulsada por cuatro potentes motores fueraborda de 300 caballos, se encontraba esta pasada madrugada en las inmediaciones de la cara de levante del Pe?¨®n cuando la embarcaci¨®n de la polic¨ªa gibraltare?a la detect¨® y sospech¨® que apoyase ¡°la actividad de tr¨¢fico de drogas il¨ªcitas¡±. Comenz¨® entonces una ¡°persecuci¨®n a alta velocidad¡± entre la polic¨ªa y los supuestos narcos en direcci¨®n a Marruecos. ¡°Como el gato y el rat¨®n¡±, ha explicado un agente espa?ol de la zona conocedor del suceso.

El seguimiento termin¨® de forma abrupta cuando ambas lanchas colisionaron a alta velocidad en una maniobra de la que tampoco ha aportado m¨¢s detalles la RGP. Fruto del violento golpe, dos de los ocupantes, espa?oles de origen marroqu¨ª, han fallecido. Otro var¨®n de nacionalidad espa?ola y un cuarto portugu¨¦s han tenido que ser trasladados al hospital de San Bernardo de Gibraltar por las heridas que presentaban. Posteriormente han acabado detenidos, acusados de delitos relacionados con la navegaci¨®n peligrosa, la importaci¨®n prohibida y la obstrucci¨®n de la polic¨ªa, seg¨²n ha explicado la RGP en dos comunicados.

Gibraltar ha nombrado a un oficial superior para dirigir la investigaci¨®n. Adem¨¢s, la polic¨ªa del Pe?¨®n ha informado al forense y ha comenzado la tarea de contactar con las familias de los fallecidos. Por ahora, la polic¨ªa gibraltare?a no ha informado si la narcolancha, cuyo uso est¨¢ prohibido tanto por las autoridades de la Roca como por las espa?olas, viajaba cargada de hach¨ªs o no. ¡°Lo normal es que estuviesen vac¨ªos. Quiz¨¢s hayan estado cargados hasta las trancas esperando a desembarcar. Una vez lo han hecho, han querido volver y han tropezado en Gibraltar¡±, apunta el mismo agente campogibraltare?o acostumbrado a este tipo de persecuciones.

Huida frustrada

La localizaci¨®n del suceso hace sospechar a este investigador que la semirr¨ªgida navegaba ¡°orillando¡±, en paralelo a la costa para que as¨ª su eco se confundiese con las olas en los equipos del Sistema de Vigilancia Exterior (SIVE) que las fuerzas de seguridad espa?ola mantienen activos. Eso obliga a las narcolanchas, antes de corregir el rumbo, a desembocar en la cara de levante del Pe?¨®n, una zona que suele estar vigilada de forma habitual por la RGP. ¡°Los han trincado de lleno. La ¨²nica escapatoria es abrir motores y salir por Punta Europa hacia Marruecos a mar abierto¡±, explica el agente.

La muerte de estos dos supuestos traficantes se suma a otra que se produjo a primeros de octubre y en la que tambi¨¦n se vio envuelta la polic¨ªa de Gibraltar. En aquella ocasi¨®n, la persecuci¨®n fue entre la lancha policial y otras que estaban intentando alijar tabaco. Un accidente que provoc¨® el fallecimiento de Alfredo Morodo, un supuesto traficante de tabaco de La L¨ªnea de la Concepci¨®n. El suceso desemboc¨® en revueltas en la costa en las que la Polic¨ªa Nacional espa?ola tuvo que disparar al aire, incluso, para zafarse de vecinos vinculados a los traficantes.

La combinaci¨®n de potentes motores fueraborda con lanchas semirr¨ªgidas especialmente dise?adas para alcanzar mucha velocidad, sin apenas medidas de seguridad, hace de las narcolanchas peligrosas embarcaciones en el mar. Pueden alcanzar entre los 120 y los 140 kil¨®metros por hora. Eso, sumado a las temerarias maniobras evasivas de los pilotos para intentar zafarse de la polic¨ªa, ha provocado diversos accidentes en los que los supuestos narcos suelen ser los peor parados.