Los exjefes de ¡®Intervi¨²¡¯ entregaron el ¡®pendrive¡¯ sobre Iglesias a Villarejo para cumplir un ¡°requerimiento policial¡±
Alberto Pozas y Luis Rendueles afirman que el comisario era un polic¨ªa ¡°prestigioso¡± y que la desaparecida revista atendi¨® numerosas peticiones ¡°verbales¡± de las fuerzas de seguridad
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Alberto Pozas y Luis Rendueles, exdirector y subdirector de la desaparecida revista Intervi¨², aseguran que cuando, en 2016, entregaron al comisario Jos¨¦ Villarejo ¨Cactualmente en prisi¨®n¨C un pendrive que conten¨ªa datos sobre las finanzas de Podemos y sobre su l¨ªder, Pablo Iglesias, que hab¨ªan sido extra¨ªdos de un m¨®vil robado a una colaboradora de este, lo hicieron para atender un ¡°requerimiento policial¡± que les hizo el propio Villarejo de manera ¡°verbal¡±.
Pozas y Rendueles, al frente de la revista hasta su cierre en enero de 2018, se encuentran imputados desde hace un a?o por descubrimiento y revelaci¨®n de secretos en la llamada pieza Dina del macrosumario del caso Villarejo. En un escrito remitido al juez de la Audiencia Nacional Manuel Garc¨ªa-Castell¨®n despu¨¦s de que se levantara el secreto de sumario, ambos solicitan el sobreseimiento inmediato de la causa contra ellos, que apenas ha registrado avances en este tiempo. Tras ser imputado en abril de 2019, Pozas dimiti¨® como n¨²mero dos de la oficina de comunicaci¨®n de La Moncloa.
La informaci¨®n del celular sustra¨ªdo a Dina Bousselham, asesora de Iglesias en el Parlamento Europeo, inclu¨ªa, entre otros elementos, comunicaciones privadas del l¨ªder del partido en Telegram. Una de ellas, de agosto de 2014, sirvi¨® en julio de 2016 para que el peri¨®dico digital Ok Diario, dirigido por Eduardo Inda, publicara una noticia en la que atribu¨ªa una serie de comentarios machistas al ahora vicepresidente segundo. Esa pieza completa una serie de informaciones que publicaron diversos medios apoy¨¢ndose en dossieres policiales sin firma, supuestamente confeccionados por las llamadas cloacas del Ministerio del Interior.
Entre esos documentos ap¨®crifos, lanzados en el momento en que Podemos aspiraba a adelantar al PSOE en la hegemon¨ªa de la izquierda, figuraba el llamado Informe PISA (acr¨®nimo de Pablo Iglesias S. A.), que aseguraba que el r¨¦gimen iran¨ª hab¨ªa financiado a Podemos y a su entorno. Estos informes sin membrete, que causaron un notable revuelo medi¨¢tico y que sirvieron para articular querellas contra Podemos, fueron desechados de plano tanto por la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo como por el Tribunal de Cuentas.
En el escrito de defensa, Pozas y Rendueles afirman que la tarjeta con los datos sobre Podemos e Iglesias lleg¨®, como otras muchas informaciones, de manera ¡°an¨®nima¡± a la redacci¨®n de Intervi¨², y que ellos no hicieron ninguna gesti¨®n u actuaci¨®n para obtenerla. ¡°La informaci¨®n lleg¨® a la revista sin que esta ni ninguno de sus responsables o del grupo editorial tuviera absolutamente nada que ver con el supuesto robo del tel¨¦fono m¨®vil¡± de Bousselham, se?ala el documento, firmado por Sergi Merc¨¦ Klein, el abogado habitual de Intervi¨². Este hecho, sostiene el letrado, invalida la imputaci¨®n por descubrimiento de secretos, delito que comete el que ¡°se apodere¡± de los documentos o efectos personales de alguien sin su consentimiento.
Al analizar los documentos, se?ala el escrito, el propio Pozas, como director de la revista, ¡°decidi¨®¡± que ¡°no hab¨ªa nada publicable¡± y ¡°aconsej¨®¡± al director editorial [Miguel ?ngel Liso], que entregara la informaci¨®n a Pablo Iglesias, lo que el propio l¨ªder de Podemos reconoci¨® que se hizo. ¡°Resulta francamente sorprendente que se mantenga todav¨ªa la imputaci¨®n de los responsables de la revista [por revelaci¨®n de secretos] cuando se respet¨® ¡°el derecho a la intimidad de la titular del tel¨¦fono¡± y nada se public¨®¡±, sostiene el alegato de defensa.
El delito de revelaci¨®n de secretos tambi¨¦n lo puede cometer, seg¨²n el art¨ªculo 197.3 del C¨®digo Penal, quien ¡°ceda a terceros¡± la informaci¨®n obtenida de manera il¨ªcita. Aqu¨ª se enmarca la entrega del pendrive con los datos al comisario Villarejo. Tras la entrega de la tarjeta a Pablo Iglesias, Luis Rendueles recibi¨® ¡°un requerimiento policial verbal¡± de Villarejo en el que este reclamaba ¡°una copia de la informaci¨®n contenida en aquella tarjeta que hab¨ªa llegado a la revista¡±.
Los imputados dicen desconocer ¡°absolutamente¡± c¨®mo se enter¨® Villarejo de que Intervi¨² ten¨ªa esa informaci¨®n, y aventuran que el polic¨ªa ten¨ªa ¡°m¨²ltiples y variadas¡± v¨ªas posibles para averiguarlo. En sus declaraciones ante el juez, Rendueles y Pozas explicaron que en revistas de investigaci¨®n era habitual recibir requerimientos de entrega de informaci¨®n por parte de Polic¨ªa y Guardia Civil, incluso de manera verbal. El escrito subraya que en 2016, la imagen general que se ten¨ªa de Villarejo no era la de un polic¨ªa corrupto que usaba la informaci¨®n para enriquecerse, sino la de un comisario ¡°prestigioso¡± y ¡°reiteradamente condecorado¡± que figuraba como jefe de Inteligencia de la Polic¨ªa y manten¨ªa ¡°relaciones fluidas y de confianza con jueces, fiscales, polic¨ªas, guardias civiles, pol¨ªticos y relevantes empresarios¡±.
Por todo ello, cuando se recibi¨® la llamada de Villarejo para la entrega de los datos los jefes de Intervi¨² entendieron, afirma el escrito, que la petici¨®n ¡°proced¨ªa de un alto cargo policial y, por tanto, deb¨ªa ser atendida¡±. ¡°En aquellas fechas nadie pod¨ªa sospechar que pudiera dar a la informaci¨®n que se le iba a entregar ning¨²n uso il¨ªcito o ileg¨ªtimo (¡) Se cumpli¨® con el requerimiento, recuper¨¢ndose para ello la informaci¨®n del ordenador en el que se hab¨ªa volcado el contenido de la tarjeta, para grabarla en un pendrive¡±. Pozas y Rendueles le entregaron luego el dispositivo ¡°a la vista de la clientela de un conocido restaurante de la ciudad de Madrid¡±.
Ambos periodistas niegan tener conocimiento del uso que posteriormente pudo hacer Villarejo del dossier, que se entreg¨®, insisten, ¡°entendiendo que se trataba de un requerimiento policial de informaci¨®n y suponiendo que el uso que se le dar¨ªa ser¨ªa un uso policial leg¨ªtimo¡±, y recuerdan que Intervi¨² no public¨® nada sobre ello. Tambi¨¦n rechazan que la revista colaborara con la llamada ¡°polic¨ªa patri¨®tica¡±, el grupo policial que, durante la ¨¦poca de Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz al frente de Interior, elaborara y distribu¨ªa informes ap¨®crifos contra los adversarios pol¨ªticos del PP, sino que, antes al contrario, denunciaron su existencia en sus p¨¢ginas.
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