La oposici¨®n acude al rescate del Gobierno
El Ejecutivo respira pol¨ªticamente despu¨¦s de una semana dur¨ªsima gracias a que Casado le forz¨® a multiplicar sus contactos para ampliar su mayor¨ªa
El Gobierno acab¨® la semana pasada al l¨ªmite. Su plan de desescalada hab¨ªa provocado cr¨ªticas generalizadas: empresarios, comunidades aut¨®nomas y ayuntamientos. Incluso algunos barones socialistas reprochaban al presidente que vive encerrado, que no comparte las decisiones, que no hay pol¨ªtica. Pero entonces lleg¨® Pablo Casado y amenaz¨® con rechazar el decreto de alarma. Y esa emergencia ha forzado al Ejecutivo a poner a medio Gobierno a hacer llamadas y gestiones para rearmar y ampliar su mayor¨ªa en pocas horas. Y ese jaque del l¨ªder de la oposici¨®n, que pretend¨ªa poner contra las cuerdas al Ejecutivo y mostrar su debilidad parlamentaria, ha provocado exactamente el efecto contrario.
El equipo de S¨¢nchez, forzado por el riesgo de una derrota que habr¨ªa supuesto un golpe dur¨ªsimo, ha engrasado los mecanismos con el PNV, que se hab¨ªan desgastado por falta de di¨¢logo y porque los nacionalistas vascos tienen unas elecciones a la vista, y adem¨¢s ha logrado abrir un canal con Ciudadanos que puede servir para otras situaciones, aunque In¨¦s Arrimadas se encargara de recordar que ellos siguen sin formar parte de la mayor¨ªa. Incluso Coalici¨®n Canaria, ¨²ltimamente muy alejada, se acerc¨® con un respaldo que abre paso a nuevas negociaciones.
El movimiento del PP y el giro de ERC, que pas¨® al no, forzaron al Gobierno a buscar una mayor¨ªa sin contar con los republicanos, algo que habr¨ªa sido un sue?o de los socialistas para la investidura de S¨¢nchez, en la que tanto cost¨® obtener la abstenci¨®n del grupo de Oriol Junqueras. ERC adem¨¢s qued¨® descolocada, porque incluso sus socios de EH Bildu se abstuvieron. La incomodidad de Gabriel Rufi¨¢n, uno de los que m¨¢s apostaron por el acuerdo con el PSOE, era evidente.
Ser¨¢ muy dif¨ªcil consolidar esta mayor¨ªa de hoy para unos Presupuestos, el siguiente paso relevante, pero el PSOE tiene ahora un camino en el que trabajar que hace una semana, cuando Casado empez¨® con su amenaza de ir al no, parec¨ªa casi imposible trazar.
La presi¨®n del PP ha provocado incluso que Carmen Calvo llamara a Alberto N¨²?ez Feij¨®o, que estaba en contra de prorrogar el estado de alarma, y lograra convencerle para que cambiara de posici¨®n. El presidente gallego anunci¨® p¨²blicamente que apostaba por dar algo m¨¢s de tiempo al Gobierno, desautorizando as¨ª a su l¨ªder y dej¨¢ndole pr¨¢cticamente sin margen para hacer algo que no fuera la abstenci¨®n. Esa llamada nunca se habr¨ªa producido sin el jaque de Casado.
S¨¢nchez y su equipo parecen moverse bien solo bajo m¨¢xima presi¨®n. Hace unos d¨ªas todo eran cr¨ªticas, pero despu¨¦s del trabajo discreto de varios ministros a los que se les transmiti¨® la orden de garantizar 176 esca?os por si acaso el PP votaba no, la situaci¨®n dio un giro completo y el Gobierno mostr¨® una fortaleza de 178 apoyos que no ten¨ªa hace solo una semana.
El fracaso, al menos de momento, del ¨®rdago de Casado qued¨® claro en el final de su intervenci¨®n. Despu¨¦s de una cr¨ªtica dur¨ªsima, en la que acus¨® al Ejecutivo incluso de atacar la propiedad privada y abrir paso a una ¡°dictadura constitucional¡±, el l¨ªder del PP mostr¨® que se hab¨ªa quedado sin cartas: justific¨® su abstenci¨®n porque lo que ¨¦l ped¨ªa, desvincular los ERTE del decreto de alarma y dar paso a una cogobernanza con las comunidades aut¨®nomas, lo hab¨ªan logrado Ciudadanos y el PNV. En vez de negociar estas cuestiones y marcarse el tanto, Casado apost¨® por dejar que las consiguieran otros. Y pas¨® as¨ª a una abstenci¨®n que justific¨® por las concesiones que arrancaron Cs y los nacionalistas vascos, algo muy extra?o en la din¨¢mica parlamentaria. Las cosas a¨²n pueden empeorar para Casado si Santiago Abascal, el l¨ªder de Vox, cumple con su amenaza y presenta una moci¨®n de censura, que obligar¨¢ de nuevo al PP a pasar una especie de examen de pureza de derechismo en el Congreso.
El Gobierno sigue teniendo una situaci¨®n sanitaria, econ¨®mica y pol¨ªtica endiablada. Las cosas no han cambiado tanto en pocas horas. Los 25.000 muertos siguen ah¨ª, la pandemia no se ha ido, el desgaste del Ejecutivo empieza a asomar en las encuestas y la crisis econ¨®mica, el mayor asesino en serie de gobiernos que conoce la pol¨ªtica, muestra sus garras cada d¨ªa con datos catastr¨®ficos. ¡°Lo que le espera es un calvario¡±, le adelant¨® Casado a S¨¢nchez.
La tormenta perfecta sigue lista para estallar en cualquier momento. Y la mayor¨ªa del presidente para soportarla sigue siendo muy fr¨¢gil. Pero el movimiento de Casado dio un inesperado aire a S¨¢nchez. La oposici¨®n sali¨® contra todo pron¨®stico al rescate del Gobierno. Es probable que ese respiro no dure. Pero en una circunstancia as¨ª es mucho m¨¢s de lo que pod¨ªan esperar en La Moncloa hace solo unos d¨ªas.
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